11 junio, 2022 02:10

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España es el undécimo país del mundo que más consumió porno el pasado año, o así lo aseguran las detalladas estadísticas del gigante PornHub. ¿Por delante? EEUU, Reino Unido, Japón, Francia, Italia y México, entre otros, nos hacen santos. Ojo: los españolitos, cada vez que entran a la web, navegan una media de 9 minutos y 9 segundos. Digamos que éste es un placer veloz.

Nuestros conciudadanos buscan compulsivamente sus deleites en la categoría de "maduras", por encima de cualquier otra. Interesante, ¿no? También "transexuales" y "orgías". Suben "lesbianas" y "latinas" en el ránking: la verdad que estudiar los datos es como leerle el alma erótica a un país por dentro. Las tendencias libidinosas, los deseos más inconfesables, las imágenes recurrentes en la soledad del cuarto, jugando un rato al onanismo.

Las fantasías fluyen y mutan por temporadas. Ahora se ha puesto de moda entre el usuario ibérico el tema del "hentai", que es porno japonés, de dibujitos animados. Los actores más aclamados aquí son Jordi El Niño Polla y Apolonia Lapiedra -con ella hablaremos en este reportaje-. Los chicos googlean actrices japonesas. Las chicas disfrutan con los vídeos lésbicos: es su reclamo más ansiado -por algo será-; aunque es importante matizar que sólo el 26% de los consumidores globales del porno mundial es mujer.

La primera vez que los jóvenes se encuentran con pornografía es a los ocho años, todo a causa de la familiaridad moderna con la tecnología móvil. 1 de cada 4 varones comenzó a consumir porno antes de los 13 años. Castilla-La Mancha lleva la delantera en España en cuanto a la edad más reducida de sus pornonativos; en islas Baleares, los chicos que se inauguran con el sexo virtual son los más longevos de España, entre los 19 y 21 años.

"La primera vez que los jóvenes se encuentran con el porno es a los 8 años"

En cualquier caso, es probable que todos estos datos tengan los días contados: esta semana se formó el zafarrancho patrio con la proposición de la ley "abolicionista contra la explotación sexual" del PSOE, que incluye un artículo que ha hecho saltar las alarmas. Se trata del 187, y reza lo siguiente: "El hecho de convenir la práctica de actos de naturaleza sexual a cambio de dinero u otro tipo de prestación de contenido económico, será castigado con multa de 12 a 24 meses", refiriéndose, más allá de la prostitución, a las producciones audiovisuales de carácter pornográfico, las revistas de contenido sexual o la plataforma Onlyfans, líder en pandemia.

La polémica está servida. ¿Es la pornografía, sin excepción, denigrante para las mujeres? ¿Siempre constituye explotación sexual? ¿Existe el porno feminista y ético? ¿Basta con que las mujeres entreguen su consentimiento, o esa petición es pobre y pasiva y debemos ir más allá, es decir, señalar que el sexo legítimo es sólo el que se tiene con deseo? ¿El porno educa o envilece a los críos; les inyecta misoginia y violencia o entienden que es ficción y no la repican? ¿Deberíamos regular su fácil acceso?

¿Son las chicas de la industria pornográfica unas víctimas, unas supervivientes, o simplemente ciudadanas nada extravagantes ni exóticas que se limitan a exigir sus derechos? ¿Disfrutan de su trabajo o lo hacen con la nariz tapada, únicamente por el rédito? ¿Es machista que las actrices porno cobren más que los actores -precisamente porque su cuerpo se ve más vilipendiado y juzgado moralmente en la sociedad-?

¿Se puede estar a favor del porno y en contra de la prostitución, o ambos mundos van de la mano? Hablamos con cuatro de las mujeres más relevantes de la industria porno española. Cada una con su visión, cada una con su historia. Sirva ese detalle para empezar a entender lo complejo del asunto: no existe un solo tipo de trabajadora sexual, no existe un solo discurso. Atiendan.

Paulita Pappel: "A los 15 años, mi sueño ya era ser actriz porno"

Madrid, 1987. Cineasta y guionista porno. Es la fundadora de Lustery, un sitio web de pornografía amateur, y de HARDWERK, una productora independiente con sede en Alemania. Estudió Literatura comparada y siempre deseó, desde niña, dedicarse al porno. Ha rodado 13 películas como actriz y ha firmado más de 20 como directora.

"Me horroriza la noticia de que el Gobierno venga contra el porno. Es peligroso. No deberían hablar de abolicionismo, porque es mentira: deben hablar de prohibición, que es lo que están procurando. Es aberrante y una falta de respeto terrible, porque se están pasando por alto los derechos de un grupo social, y nos están aislando, y nos están precarizando y estigmatizando cada vez más.

El problema de base es la desinformación: su perspectiva viene de una posición privilegiada, blanca y heteronormativa. El Gobierno es patriarcal y sólo ve a las mujeres como víctimas. Muchas de las trabajadoras sexuales son migrantes, o trans, son diversas... y a las feministas del PSOE no les encajan. "Feministas"... por decir algo.

"¿Que quieren prohibir cualquier tipo de acuerdo económico respecto a un pacto sexual? Que prohíban el matrimonio"

¿Que quieren prohibir cualquier tipo de acuerdo económico respecto a un pacto sexual? Que prohíban entonces el matrimonio. Pero eso no: las únicas relaciones que consiente son las de las blancas ricas que quieren pasar por el altar y decir "sí" allí, esa es su idea del consentimiento. ¿No les da que pensar que el PP esté de acuerdo con ellos en esto? Es una idea muy conservadora de las relaciones.

El PSOE está cometiendo el error terrible de no querer educar a los jóvenes sobre lo que es la pornografía. Les está negando algo fundamental, que es su derecho a la información. De hecho, la OMS define la salud sexual con varios puntos y uno de ellos es el derecho de todas las personas a la información acerca de esa salud sexual. Cuando aseguras que toda la pornografía es mala, estás dando una información falsa y creando en los jóvenes culpa y vergüenza. El PSOE está dejando patente su lado católico. Hemos pasado del "si te masturbas te quedas ciego" al "si ves porno, eres malo".

La cineasta porno Paulita Pappel.

La cineasta porno Paulita Pappel. Cedida.

Dicen que el porno es una de las fuentes de violencia contra las mujeres. ¿Y entonces, el porno gay? ¿No existe? ¿O es que ese está bien? Hay muchos trabajadores sexuales hombres. ¿Una mujer no puede ser consumidora de un servicio sexual? ¿Por qué no? ¿Por qué no salimos de la idea de la mujer víctima y el hombre predador?

Ahora el que alquile un local y vaya a dedicarlo a la prostitución se enfrenta a pena de cárcel; así que cualquier casero que se entere de que su inquilina es prostituta, sólo por miedo la va a echar a la calle. Es peligroso para ellas: se va a empobrecer y a desproveer a tantas mujeres… se les tendría que caer la cara de vergüenza.

Para mí el trabajo sexual es algo vocacional: desde siempre me interesó, de pequeña me daba vergüenza decir que mi sueño era ser actriz porno, porque imagínate, una niña con 15 años... estaba feo, ¿no? Así que decía de broma que quería ser dobladora de películas porno. Tenía un conflicto interior tremendo: ¿qué me pasa, estoy loca? ¿Me veo a mí misma como un objeto? Me agobié y me fui de España a Berlín, huyendo también un poco de esta idiosincrasia, del legado religioso tan fuerte que tenemos aquí. Conocí a muchas mujeres, a personas queer que hacían porno desde el feminismo y que jugaban con nuevos formatos de cine.

"No hay un porno bueno y un porno malo, igual que no hay putas buenas y putas malas"

Yo no creo que haya un porno bueno y un porno malo, esa idea reproduce el estigma: es como decir que hay putas buenas y putas malas. No. Yo defiendo a toda la industria, que es una industria, por cierto, que trabaja con unos estándares muy razonables: todo el que está en el set es mayor de edad, se firman contratos con carnés de identidad, se hacen test de ETS... se trabaja con líneas estrictas para asegurar la seguridad laboral. Eso es la industria del porno: lo demás no, lo demás son bandas criminales y no tienen nada que ver con nosotros.

He elegido libremente mi trabajo, me encanta hacerlo y no querría otro. Si ganase más igual sí, claro, pero es que esa no es la cuestión: que haya o no vocación en un oficio no quiere decir que ese oficio no sea digno. ¿Por qué se trata la sexualidad como algo aparte, como algo distinto a todo lo demás? Es una parte más de nuestras vidas, de nuestra identidad, de nuestras relaciones, es una parte grande y bonita y tenemos que dejar de tratarla como algo extraño: así tendríamos una relación más sana con nosotros mismos. Lo demás es fascista y es religioso.

El problema no es que una persona de 11 años o de 13 vea porno, el problema es que no sepa qué es el porno. Por simplificar: si un niño de 5 años ve la película de Supermán y sabe distinguir que es ficción, ¿cómo no va a hacerlo un chico más mayor? El niño sabe que él no puede saltar de un banco y volar; sabe que es una representación, una performance, artística o no artística, eso da igual, que son efectos especiales... con el porno es lo mismo, hay ahí un acto acrobático, no cualquiera puede doblarse sobre sí mismo dos veces, es algo que requiere una práctica.

Las mujeres ven un porno mucho más hardcore que el de los hombres, eso dicen los datos. Lo de que las mujeres necesitamos un porno con más relato, o más suave, o más romántico, o conyugal... ¡es mentira!". 

Irina Vega: "Habría que prohibir el porno gratuito" 

Alicante, 1982. Fue actriz porno, ahora es fundadora y directora de la web independiente Altporn4U. Su intención es desarrollar un porno "feminista, justo y ético", por eso desde 2005 produce escenas para adultos a su manera, llegando a ganar premios como el Mejor Sitio Web en Galaxy Awards o Mejor Web en los Ninfa Awards. También es escritora: su última novela se llama 'Dame más' y fue editada por Bruguera, Random House.

"El Gobierno ha mezclado churras con merinas. Han relacionado la ley del 'sólo sí es sí' con la del abolicionismo del trabajo sexual -que no es tal, que es prohibicionismo-, y no tienen nada que ver. Nosotras somos trabajadoras sexuales y creemos en el consentimiento y lo ejercemos.

La directora Irina Vega.

La directora Irina Vega. Cedida.

Hay dudas, hay separaciones absurdas: ¿prohíben todo?, ¿o pornografía sí, pero prostitución no? Me parece mal. El trabajo sexual tiene muchas formas y todas son válidas: desde ser prostituta a actriz porno a ser cineasta porno, a editor de vídeo, a webcamer... ¿qué pasa con las chicas que trabajan en líneas telefónicas eróticas? ¿Eso cuenta como porno o no, ya que no hay contacto físico y no hay imágenes explícitas? No tiene ningún sentido.

El PSOE no es progresista ni es feminista, porque si lo fuera, estaría escuchando a otras mujeres, independientemente del trabajo que tengan. Hay un juicio moral aquí, rancio. La prostitución no es trata igual que la recogida de algodón no es esclavismo. ¡Es como si quisiesen prohibir el algodón porque la industria ejercía malas praxis!

"La prostitución no es trata igual que la recogida de algodón no es esclavismo"

Yo empecé a ser actriz porno por mera curiosidad, porque ya era consumidora de porno y me llamaba la atención desde jovencita. Acababa de estudiar Electrónica, pero lo probé, me gustó y hasta hoy: al poco empecé a producir mis vídeos y hace 4 o 5 años que no trabajo como actriz, sino como directora y productora. También escribo libros.

El porno me permite desarrollar mi creatividad y busco la expresión a través de los cuerpos. ¿Si pudiera ser abogada y ganar lo mismo que ahora, lo dejaría? No. Preferiría hacer esto, porque la abogacía, por ejemplo, me parece un trabajo aburrido y complicado. No me veo en él. Quiero decir que hay muchos tipos de personas y muchas maneras de ser, ¡que nos dejen!

Una de las escenas rodadas por Irina Vega en defensa de un porno feminista y ético.

Una de las escenas rodadas por Irina Vega en defensa de un porno feminista y ético. Cedida.

El estigma existe, pero creo que cada vez menos. A mi familia le sorprendió a principio, pero se ha ido trabajando en este tiempo y ahora lo aceptan, aunque no lo entiendan. Yo creo que la mayoría de la gente está a favor del trabajo sexual, pornografía y prostitución incluidas. No se hace daño a nadie. Cada vez somos más libres, aunque el Gobierno quiera impedirlo.

Yo consumo porno y me alejo del porno machista: es responsabilidad del usuario hacerlo. Se puede encontrar un porno ético, se puede invertir el dinero en algo interesante. Estoy a favor de prohibir el porno gratuito; yo reivindico el trabajo de las productoras: uno de los grandes problemas actuales es que las páginas porno no están reguladas oficialmente y hacen mucho daño, porque, además de robar contenido y descontextualizarlo -han cogido escenas mías y las han titulado de forma horrible, ‘puta rubia se traga no sé qué’- cualquier niño puede acceder a ellas sin filtro, y eso sumado a que no tienen educación sexual en las escuelas… que tienen las hormonas revolucionadas, que tienen curiosidad… pues claro, entran ahí y se encuentran con lo peor.

"Lo ideal sería que al porno sólo pudiesen acceder adultos con su DNI y su tarjeta de crédito"

Lo ideal sería que sólo pudiesen acceder adultos con su DNI y su tarjeta de crédito. Lo ideal sería que no se cargasen el trabajo de los creadores. Yo trabajo de 8 a 10 horas cada día en esto. El Gobierno podría hablar con los que sabemos del tema y podría regularlo, no abolirlo. Si tanto se quejan del porno machista, ¿por qué no apoyan el porno feminista? El porno se va a seguir viendo sí o sí, es como la Ley Seca: cuando se prohibió el alcohol, la gente buscaba cualquier manera de beberlo.

Me da vergüenza este Gobierno. Mira, Alemania produjo hace unos meses una película porno feminista. ¡Y además de producirla, la ha puesto gratis para que la pueda ver la gente, para que pueda ser educativa! Aquí en España estamos echando por tierra todos los avances.

Lo mejor del porno es la libertad creativa y la intención de derribar el machismo histórico asociado al sexo. Lo peor es lo de cualquier trabajo de autónomo: darle vueltas todo el día a la cabeza para levantar tu negocio. La gente tiene desconocimiento y siempre piensan que los que tienen poder en la industria son mafiosos chungos y con un puro, y no es así. Yo soy una persona normal con una vida corriente. Trabajo haciendo entretenimiento para adultos. Y es bonito y sano.

María Riot: "Las abolicionistas nos ofrecen cursos de costura, ningún empleo bien pagado" 

General Rodríguez, Argentina, 1991. Riot Es prostituta, actriz porno, feminista y activista en pos de la regulación de los derechos de sus compañeras y los suyos propios -en concreto, en la asociación AMMAR-. Es la trabajadora sexual más conocida de Argentina, pero vive gran parte del año en Barcelona. Reivindica la pornografía ética y hace descuentos en sus encuentros para mujeres, lesbianas y trans.

"La ley del PSOE no va a abolir ni el porno ni la prostitución. Solo sumergerá a la industria en aún más clandestinidad, violencia y estigma. Este tipo de leyes prohibicionistas donde se busca perseguir a todo el entramado de la industria del sexo y multar a los clientes no ha dado buenos resultados en ningún país que se ha intentado. Sin ir más lejos, en Francia desde su implementación solo han dejado de ejercer el trabajo sexual 161 mujeres.

La prostituta y actriz porno María Riot.

La prostituta y actriz porno María Riot.

Este tipo de leyes les hace sentir muy bien ideológicamente a quienes las defienden, pero están muy lejos de proteger a aquellas que dicen defender. Los colectivos de trabajadoras sexuales exigimos otro tipo de ley y de reconocimientos, ¿por qué no nos escuchan si supuestamente importamos tanto?

Empecé a ejercer el trabajo sexual porque estaba cansada de ser explotada en diversos empleos y quise buscar una mejor opción para mi vida, algo que encontré y que me ayudó a por primera vez poder independizarme, migrar y mejorar mi calidad de vida.

Fue por la misma necesidad económica por la cual todos necesitamos trabajar. Hay personas a las que les gusta su trabajo y están conformes con él, pero lamentablemente son unos pocos. El trabajo sexual es el único trabajo que pareciera que te tiene que gustar para poder tener derechos reconocidos y que no te persigan. ¿A las cajeras que les atienden en el supermercado, a quienes limpian sus casas, al barrendero… también les preguntan si les gusta su trabajo y en base a eso deciden si merecen ser reconocidos como trabajadores y por lo tanto acceder a derechos laborales? Yo creo que no.

"El trabajo sexual es el único trabajo que pareciera que te tiene que gustar para poder tener derechos reconocidos" 

Si hay otros trabajos que pagan tan bien y dan la libertad de horarios que da el trabajo sexual, que nos digan dónde están y nos hagan acceder a ellos. Las propuestas abolicionistas de reinserción laboral siempre han sido cursos de costura o similar, nunca acceder a puestos de trabajo bien pagados, los cuales ocupa el feminismo institucional muy cómodamente.

La realidad es que hoy existen miles de personas ejerciendo el trabajo sexual que quieren seguir ejerciéndolo pero con mejores condiciones laborales y sin ser perseguidos por el Estado. También existen personas que quieren dejar de ejercer el trabajo sexual. Se tiene que dar respuestas reales a ambos grupos de personas y eso es algo que la Ley del PSOE no da".

Apolonia Lapiedra: "En el set, la reina soy yo" 

Hellín, Albacete, 1992. Su nombre artístico se lo debe a un personaje de El Padrino, pero en realidad se llama Samantha Sánchez. Se dedicaba a la agricultura hasta que un día lo dejó todo para convertirse en un mito del cine porno.

"Yo viajo mucho y supongo que los políticos del Gobierno también: ¿verán ellos cómo están las cosas en otros países como yo las veo? Mira Suiza: allí todo está legalizado y va bien, las chicas están protegidas, tienen su lugar en la sociedad, pagan sus impuestos. Si ilegalizan el trabajo sexual será peor, porque va a existir siempre, es como la droga. Dicen que nos apoyan y no lo hacen, ni siquiera nos escuchan. Queremos libertad de expresión sexual. ¿Tanto feminismo para qué, si luego una mujer no puede hacer con su cuerpo lo que quiera?

La actriz porno Apolonia Lapiedra.

La actriz porno Apolonia Lapiedra.

Me parece ridículo que parezca que las mujeres no podemos querer dedicarnos al porno. Ellos sí, ¿no? ¿Qué pasa, que a nosotras no nos gusta el sexo? ¡Nos gusta más que a ellos, pero cuando nos apetece, claro! Tenemos lo mismo entre las piernas, qué más da que hacia adentro que hacia afuera.

A mí el porno ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Tenía una vida de mierda y me metí en esto sin que nadie me obligase y me gustó. Yo elijo qué escena hago y con qué actor, con el que me guste más, y me tratan como una reina, ¡en el set, la reina soy yo! Hasta que se acaba la escena, todo el equipo está pendiente de mí. Me dan comida, me dan alojamiento, me llevan a sitios donde lo paso muy bien, y si quiero parar la escena, la paro. Firmo un papel con mi consentimiento. Todo está garantizado para que no haya drogas ni alcohol de por medio.

"Si Pedro Sánchez no me deja trabajar es porque tiene mentalidad de cavernícola" 

Como en todos los trabajos, hay días peores, días en los que estás más desganada por lo que sea. ¡Es que es un trabajo! A lo mejor ese mismo día tampoco me apetece ir al Mercadona, ¿sabes?, porque estoy cansada de todo. ¿Por qué parece que eso sólo nos pasa a nosotras? ¿No hay policías que se cogen la baja por depresión, por bajón psicológico? ¿Y oficinistas?

Yo creo que el estigma social del porno se cambia trabajando en él, y que eso sí es feminista. Feminista es defender tu sexualidad sin tapujos. No pasa absolutamente nada, no hago daño a nadie. Si Pedro Sánchez no me deja trabajar es porque tiene mentalidad de cavernícola. Me da risa pensar que en 2022 aún pasan estas cosas. ¡No nos deja disfrutar! ¡No nos deja ser libres ni expresarnos con nuestro cuerpo! Si no quiere disfrutar del sexo, que no disfrute él, pero que respete nuestros derechos.

Las trabajadoras sexuales hacemos entretenimiento. No educamos a nadie. Hacemos cine, cine para adultos, ejecutamos fantasías eróticas, ¡es como si fuera un sueño, es una ficción…! ¿Por qué tenemos que dar ejemplo de nada? Para eso, que prohíban las películas de terror también, que mira el miedo que le meten a los niños. O series como La que se avecina, donde siempre le hablan a los críos como si fuesen tontos. ¿Eso no les educa? ¿No les dicen que la vida no es como en esa serie, que no se trata de hacer el idiota todo el rato? La responsabilidad de los padres es decirles a sus hijos "esto es cine". Son los padres los que deben educar. Ni el colegio, ni el cine, ni las actrices porno".