Francisco Igea volverá a ser el candidato de Ciudadanos en las elecciones de Castilla y León.

Francisco Igea volverá a ser el candidato de Ciudadanos en las elecciones de Castilla y León. Cedida

Opinión HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Francisco Igea: "El PP prefiere al caballo blanco de Abascal que a Cs; ¡es un drama para este país!"

"Puedo gobernar con PP y PSOE, pero si de mí depende Mañueco no será presidente" / "Veo más sangre en la política que a través de las endoscopias" / "Dios nos libre de la que se viene si PP y PSOE no rompen su matrimonio con Vox y Podemos".

2 enero, 2022 02:37

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Francisco Igea se enteró por Twitter de que dejaba de ser vicepresidente de Castilla y León. De todo se entera uno por Twitter. Pero él, cuyos referentes tienden a ser más clásicos, dice que, en el fondo, siempre supo que era Santiago Nasar y que, más pronto que tarde, como al personaje de García-Márquez, lo iban a matar.

El relato de Igea es una versión un tanto automovilística de Crónica de una muerte anunciada. "Avisé a mis compañeros de que un día el coche explotaría al arrancar". Y así fue: los consejeros de Ciudadanos llegaron a sus puestos y, de pronto, el presidente de la Comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, apretó el botón nuclear.

Lo que más le duele a Igea no es el hecho, sino "las formas": "¡Es que Mañueco niega hasta a su madre! Dijo en público y en privado que no convocaría. Después, lo hace y ¡nos culpa a nosotros! Intentó echarnos un cubo de mierda encima, todo mentiras". Que si Cs negociaba los presupuestos a espaldas del PP, que si planeaba una moción de censura, que si "la abuela fuma"...

Igea lleva varios días aconsejando a la abuela que no fume. Ha vuelto a su trabajo de médico en el hospital de Palencia. Será el candidato de Ciudadanos a la presidencia de Castilla y León en las elecciones de febrero.

Si logra escaños suficientes para ser decisivo, hará lo que se espera del centro liberal: mirar a izquierda y derecha –PSOE y PP– para ver con quién puede alcanzar el mejor acuerdo programático. Eso sí, en caso de negociar con los conservadores, pondrá una condición sobre la mesa que reitera en esta entrevista: "Mañueco no podrá ser el presidente. Es una persona incompatible con la verdad".

A lo largo de esta conversación, refiere el auge de los movimientos de la España vaciada, lamenta que Casado "quiera cambiar sus alianzas con Cs para pactar con Vox" y describe a Pedro Sánchez como "el paradigma de la política de nuestro tiempo": "Un hombre sin más principios que él mismo".

Habla el autor de la frase que define toda una época: "La política de hoy es un 'House of Cards' poligonero". Dicho de manera más castellana: "Una mierda".

Del despacho de vicepresidente de Castilla y León, a los pasillos del hospital de Palencia. ¿Qué tal lo lleva?

Muy bien. Estoy contento. Me he dado cuenta de que no se me ha olvidado el oficio. He vuelto a hacer endoscopias; parece que esto es como andar en bicicleta: no se olvida. 

¿Lo que se ve a través de las endoscopias es más agradable que las tripas de la política?

¡Mucho mejor! Hay menos sangre.

En los últimos años ha ido conociendo lo peor de la política, pero en los hospitales también ocurren muchas cosas. “Hospital central”, “New Amsterdam”… La sanidad tiene sus propios “House of Cards”. 

Sí, pero la sanidad tiene una ventaja: el médico trata con buena gente todos los días. Nuestro oficio consiste en intentar que la gente sufra menos. Las personas, generalmente, son muy agradecidas. Está siendo muy bonito reencontrarme con pacientes de hace muchos años.

Es justo que antes de preguntarle por los adversarios, lo haga por sus defectos: enuméreme alguno. ¿Qué dicen en la sala del hospital, a la hora del café, cuando usted se marcha?

Soy transparente para todo. También para los defectos. Pero mis peores defectos también pueden ser mis mejores virtudes. Quizá sea un error de apreciación de los demás. Terco o tenaz; vehemente o firme. Según se mire. Ya sabe aquello que se decía: “Yo no sudo, transpiro; yo no cago, defeco”.

Tan devaluada está la verdad en política que muchos de ustedes suelen utilizar la expresión “Fulano le miente hasta el médico” para referirse al adversario. En su caso, ¿Mañueco le mentía al médico?

Claramente. Y no es bueno mentirle al médico. Porque nadie logra mentir a la enfermedad. Eso le está pasando a Alfonso Fernández Mañueco. Piensa que se va a curar mintiendo al médico, pero la enfermedad de Castilla y León no se va a arreglar con mentiras.

¿Cuál es la enfermedad de Castilla y León?

Tiene muchas, pero en dos días que llevamos fuera del gobierno algunas han salido a relucir. Por ejemplo, la opacidad en la manera de tratar a los ciudadanos y a los medios de comunicación. Invito a los lectores a que vean las dos últimas ruedas de prensa del Consejo de Gobierno.

El cambio es brutal, el día y la noche. Le preguntan al consejero de Sanidad por una subcontrata: no sabe cuál ni dónde ni el precio. Cuando uno lleva tantos años en el poder, cree que puede hacer cualquier cosa. Nosotros aportábamos la transparencia y la regeneración.

"Lo peor de Mañueco fue la argumentación para adelantar elecciones; nos intentó echar un cubo de basura y mentiras encima"

Se enteró de que Mañueco adelantaba las elecciones mientras atendía una entrevista en la radio. ¿Se sintió humillado?

Humillado no es la palabra. No me humilla quien quiere. Estaba indignado, eso sí. En ese momento acababa de hablar con Carlos Alsina de la pandemia, de cómo combatirla… Y, mientras tanto, teníamos a nuestro presidente pensando en no sé qué. Desde luego, no pensaba en los ciudadanos. Pero lo peor fue su argumentación. El porqué lo hacían. Todo mentiras. Nuestro cabreo resultó mayúsculo.

El PP dice que usted conspiraba para aprobar los Presupuestos a espaldas del presidente. También filtraron que Ciudadanos estaba dispuesto a una moción de censura. Se refiere a eso.

¡Éramos tan cabrones que conspirábamos para aprobar los Presupuestos de nuestro gobierno! Lo hacíamos, ¡además!, con el conocimiento del consejero de Hacienda, que era del PP; con el conocimiento de todo el gobierno…. ¡Es inaudito! El presidente Mañueco llegó a decir que eran unas cuentas peligrosas para la Comunidad. Pues menos mal que las hizo él… No tiene ni pies ni cabeza. Ellos mismos desecharon ese argumentario a las cuarenta y ocho horas.

¿Y cuál es el argumentario actual del PP allí?

El “antisanchismo”. Me duele la cabeza por culpa del sanchismo, llueve porque hay mucho sanchista, no me gusta la sopa porque es sanchista. Todo eso.

¿Mañueco le negó la convocatoria electoral tanto como san Pedro?

Negó todo continuamente. Pero es que niega hasta a su madre. ¡Es increíble! Dio su palabra en público y en privado. Es un grado de desfachatez que no me había encontrado en la vida.

Ha gobernado con él dos años, en teoría le conoce lo suficiente. Diga la verdad, ¿le sorprendió o no? 

No me sorprendió el hecho, pero sí el momento. Siempre había dicho a mis compañeros que un día nos montaríamos en el coche y estallaría al arrancar. No habría un preaviso, lo teníamos claro. Pero nunca pensé que lo haría de una manera tan cobarde y en un momento tan malo.

¿Y cómo se hacen esas cosas? 

Pues no sé, podría haberse reunido conmigo y haberme dicho: “Oye, Paco, esto me genera intranquilidad, temo que me retiréis el apoyo. Voy a convocar elecciones”. Nosotros éramos leales y eso jamás hubiese ocurrido. ¡Pero nos cesó por Twitter!

Es una mezcla de mala educación, falta de clase y de humanidad… Eso sí que no me lo esperaba. Pero lo que ya no esperaba de ninguna manera era que intentase echarnos un cubo de basura encima. Fuimos nosotros los que dimos la cara cuando las cosas iban mal. Nos merecemos un poco de respeto.

Dice que sabía que un día el coche explotaría al arrancar. ¿Entiende la gravedad del asunto? Usted, entonces, era un vicepresidente que no se fiaba lo más mínimo de su presidente, al que siempre consideró un traidor. Este clima genera mucha desafección política.

Es muy grave, sí. Por eso nosotros hemos hecho todo lo contrario. Hemos sido leales al gobierno por la mañana, por la tarde y por la noche. Hemos defendido la acción del gobierno y defendido nuestro trabajo. El otro día leí en el periódico: “Esto es política”. No, no, eso no es política: esto es basura.

Pero como estamos instalados en ese Juego de Tronos, en el que todo el mundo se mata y asesina, pues es una basura. Una vez hablé del “House of Cards poligonero”. Creo que es una expresión que define muy bien la época. A nosotros nadie nos puede acusar de deslealtad. Si soy un pardillo, que vivan los pardillos.

"A nosotros nadie nos puede acusar de deslealtad. ¿Soy un pardillo por eso? Pues que vivan los pardillos"

¿Han vuelto a hablar Mañueco y usted desde el adelanto electoral?

Nada, nada. Él está con lo del “antisanchismo”. No va a salir de ahí en dos meses. No merece la pena ni intentarlo. Le digo una cosa: Mañueco es muy cobarde y, cuando hay momentos duros, no coge el teléfono. Lo sé por mí y por otros consejeros. 

¿Qué gana el PP adelantando las elecciones?

Mañueco tenía dos años muy difíciles por delante. Primero venía el asunto de sus primarias: en dos semanas, va a declarar Javier Iglesias –presidente del PP de Salamanca– y eso podría abrir un juicio oral, con todas sus diligencias; y afectar a Mañueco. El acuerdo con Ciudadanos establecía que, en caso de apertura de juicio oral, debía cesar a su amigo, compañero y organizador de sus primarias.

En marzo, el horizonte será negro: el juicio de la "Perla negra", exviceconsejeros y el expresidente declarando… Todo eso se iba a mezclar con las leyes regeneracionistas registradas en la Cámara: ley de transparencia, oficina contra el fraude, evaluación de políticas públicas. Y todo esto no les molaba nada. Hubiera tenido un coste para ellos en las elecciones.

Por último está la instrucción del PP nacional: Casado quiere una victoria y la quiere ya. Conozco bien a Mañueco, estoy seguro, segurísimo, de que no ha tomado esta decisión sin ser impulsado, ordenado o aceptado por Génova.

La cuestión es: ¿ha sido iniciativa de Casado o de Mañueco?

Creo que lo ha impuesto Madrid, pero las circunstancias mencionadas lo facilitaban mucho. El relato que se hace desde el entorno de opinión de Génova es idéntico: un paso más de Casado, la escalera, la carrera, las victorias repetidas… Resulta tan pornográfico que uno dice: “Y de los intereses de esta Comunidad, ¿qué hay?”.

No he visto nada que haya alentado tanto la España vaciada como esta convocatoria. Claro, estos días dicen: "Se nos está utilizando para algo que no tiene que ver con nosotros".

Con lo aburridos que eran ustedes en Castilla y León… ¡y la que han montado!

Éramos aburridos hasta que llegamos nosotros.

Aprovecho para preguntarle por el fenómeno Ayuso.

Me parece política-espectáculo. La búsqueda permanente de la confrontación. No es que a mí no me guste la polémica, ¡más bien al contrario! Pero la política no puede ser eso. La política es la transformación de la sociedad a través de la búsqueda del bien común.

No conozco ni una norma o proyecto legislativo de Ayuso más allá de abrir los bares. “Sanchismo o libertad”, “viva las terrazas”. Digamos que no es propio de Montesquieu. Es el “liberalismo tabernario”, eso sí.

Fíjese, independientemente de todo esto que usted dice, las encuestas dan a Ciudadanos apenas un escaño y a Mañueco un resultado mejor que el anterior. ¿Todos los votantes están locos y viven en la mentira? 

La gente siente mucha satisfacción con la acción del gobierno, pero la identifica con el presidente, lo cual resulta curioso, teniendo en cuenta que más de la mitad de esa acción correspondía a Ciudadanos. Tenemos que trabajar para explicar ese asunto. Pero las encuestas también dicen que los votantes no han entendido el adelanto electoral.

Los ciudadanos quieren seguridad. El principal error de Ciudadanos ha sido no ser visto como agente de estabilidad. La polémica de 2019, lo de Murcia… Esta tierra es esencialmente conservadora y poco dada a las aventuras. ¡Pero la inestabilidad la ha traído el presidente Mañueco! Aunque nosotros tenemos el estigma de Caín. Hay un margen para sacar un buen resultado.

"El principal error de Ciudadanos ha sido no conseguir ser visto como agente de estabilidad"

Pero después de dos años de legislatura, algo habrá hecho mal Ciudadanos para que los sondeos auguren su casi desaparición, ¿no?

El partido tiene una marca a nivel nacional y otra aquí. El resultado en Castilla y León es mejor que la media. Seguro que hemos hecho cosas mal. Pero hemos gestionado la parte más dura de la pandemia y estamos orgullosos de ello.

Pongamos que usted obra el milagro y que Ciudadanos es decisivo para formar un gobierno: teniendo en cuenta su relación con Mañueco, ¿volvería a investirlo presidente?

No. Pero no por mi relación con Mañueco, sino por la relación de Mañueco con la verdad. Eso le hace incompatible con la presidencia. No, no lo haré.

¿Y entonces? ¿Cuál es el camino? ¿Ciudadanos sólo serviría para formar un gobierno de izquierdas? 

No. Ciudadanos serviría para poner un programa encima de la mesa y pactar con quien más se acercara a él. Sea el PSOE o el PP. Pero si es el PP, y de nosotros depende, Alfonso Fernández Mañueco no podrá ser presidente. Si vuelvo a pactar con el PP, desde luego que el botón nuclear no lo va a tener él.

¿Tiene la sensación de que vamos a un ciclo político en el que el PP revalidará sus gobiernos autonómicos de coalición cambiando a Cs por Vox?

Parece que el PP ha renunciado a cualquier otra cosa que no sea sumar con Vox. Su estrategia está clara: cambiar sus alianzas con nosotros por alianzas con Vox. Y ese es un drama para este país. Estamos ofreciendo lo peor de nuestras peores pesadillas. Un frentismo absoluto, representado por partidos alocados. ¡Las barbaridades que se dicen!

Nosotros no estaremos ahí. Yo no voy a dar mi voto a un gobierno en el que esté Podemos o Vox. Dios nos libre de la que se viene encima si PP y PSOE no son capaces de salir de sus matrimonios de conveniencia con Vox y Podemos.

A grandes rasgos, si nada cambia, la disyuntiva de las elecciones generales será esta: ¿qué prefiere? ¿Un gobierno de izquierdas condicionado por los nacionalistas o uno de derechas condicionado por Vox?

Sí. Por eso algunos seguimos aquí en la pelea. Nosotros somos capaces de gobernar con eficacia, somos moderados y creemos de verdad en el cambio y la reforma. ¿Que los ciudadanos eligen el caballo blanco de Abascal? Yo les oigo todos los días, veo su propaganda y me resulta aterrador. Esa es la oferta el PP: meter a Vox en el gobierno. Qué desastre.

También jugará un papel importante la llamada España vaciada. Usted conoce bien el auge de estos movimientos. ¿Qué opinión le merecen? 

Son la consecuencia de la mala gobernanza de los grandes partidos. La gente se siente desvinculada de sus representantes. Todo se decide fuera de aquí. Este adelanto electoral les da fuelle. Ven cómo los intereses de Castilla y León se ponen al servicio de Casado y su carrera hacia La Moncloa. La gente está cansada de esos trampolines. Es mérito de Mañueco.

¿Los considera populismo?

Lo considero la reacción lógica de una gente que dice: “Es que aquí nadie se ocupa de la mía”. Imagino que pensarán: "El PNV, con seis diputados, saca más que nosotros con treinta y tantos". Como parece que funciona, la gente se apunta.

"Sánchez es el paradigma de la política de nuestros días, un hombre sin más principios que él mismo"

Y en medio de todos estos tiroteos, Pedro Sánchez es el rey.

Sánchez no es el rey, sino el paradigma de la política de nuestros días: el hombre sin moral, el hombre sin más principios que él mismo, capaz de una cosa y la contraria. En eso no se diferencia de Alfonso. Hacen cualquier cosa por sobrevivir.

Por cierto, es tremendo cómo un partido se une ante una agresión externa. No le había visto jamás en tan buena sintonía con Arrimadas. Lo mismo digo de ella.

Sí. Bueno, es que lo del PP ha sido bastante ofensivo. Se ha generado ese efecto. Vamos a aprovechar la indignación que recorre todos nuestros cuadros y vamos a dar la batalla hasta el último segundo. Queremos volver a ser decisivos.

Se está entonando estos días en Ciudadanos la letanía de que, con los grandes resultados que sacaron en 2019, no obtuvieron ni una sola presidencia importante. ¿Está de acuerdo con que se negoció mal?

Yo ya lo dije en su día. Tuvimos una ejecutiva en 2019. Muchos dijimos entonces lo que teníamos que decir. El momento era ese. Ahora es el momento de enfrentarse a estas elecciones. Me alegro de que estemos de acuerdo en el análisis, aunque sea dos años después.

¿Qué debe hacer Ciudadanos para sobrevivir al próximo ciclo electoral? ¿Cree que tiene una oportunidad?

Sí. Tendremos una oportunidad si somos capaces de reconstruirnos y mantenernos unidos. También debemos tener claros los mensajes que transmitir a los ciudadanos. El escenario es de mucha polarización. Si obtenemos un buen resultado en esta Comunidad y garantizamos la estabilidad y las reformas, se nos verá como un partido útil. El espacio existe, está ahí, y nadie lo ha ocupado.

Una vez me dijo: “En Ciudadanos, ya sólo quedamos los traidores”.

Muchas veces, durante estos tres últimos años, había gente en el partido que nos decía que éramos traidores a la causa. De todos esos ya no queda ninguno en Ciudadanos. Sólo quedamos los traidores.

Usted proviene de UPyD. Si fracasa en estas elecciones, ¿será el final de su carrera política? 

El final de mi carrera política llegará cuando me pongan una losa de granito encima. Siempre me he dedicado a la política de una manera u otra. Cuando era estudiante de Medicina, fui delegado de la facultad tres años. De residente, fui representante de los residentes. Luego hice unas cuantas huelgas en el hospital. Me comprometo con lo que ocurre a mi alrededor. Eso no dejará de suceder. Espero ser el líder sindical de la residencia de ancianos del río Pisuerga.