La nueva madera que jubilará al plástico y será clave en la construcción de hospitales: "Es más resistente a los microbios"

La madera se utiliza mucho en construcción debido a su resistencia, versatilidad, sostenibilidad y costo relativamente bajo. Un material que está presente en edificios de España, como uno en Madrid que levanta una planta por semana, y que ahora podría acabar con el plástico en los hospitales.

Unos investigadores de la Universidad de Oregón (EEUU) han descubierto recientemente que la madera expuesta es capaz de resistir el crecimiento microbiano después de mojarse brevemente, por lo que esperan que a partir de ahora se utilice más en instalaciones sanitarias.

Y es que la madera es un material a menudo ignorado en hospitales, que suelen contar con hormigón, acero inoxidable o plástico. "La gente suele pensar que la madera es antihigiénica en un entorno médico", señala Mark Fretz, profesor de la Universidad de Oregón e investigador principal, en un comunicado.

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"Pero, en realidad, la madera transfiere microbios a un ritmo menor que otros materiales menos porosos, como el acero inoxidable", continúa el profesor. Los investigadores señalan en su estudio publicado en Frontiers in Microbiomes que la madera maciza podría mejorar la construcción de hospitales.

Esto se debe a que han logrado demostrar que la madera transformada "es más resistente a los microbios que el plástico". De hecho, durante la investigación comprobaron que este material obtuvo niveles más bajos de abundancia bacteriana que una caja de plástico vacía utilizada como control.

Madera en hospitales

Los científicos explican que existen numerosos estudios que respaldan estas propiedades de la madera, por lo que, junto con científicos del Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego y de la Universidad Estatal de Portland, decidieron explorar qué sucede cuando este material se moja y luego se seca.

En Estados Unidos y gran parte del mundo la madera maciza, un material de ingeniería, se está convirtiendo en una alternativa popular en la construcción de casas y edificios. Sin embargo, rara vez se usa en instalaciones sanitarias.

La madera dentro de una caja de plástico. Universidad de Oregón Omicrono

En parte se debe a las estrictas normas de construcción que evolucionan con lentitud, según apunta Mark Fretz. También influye que existe una percepción errónea generalizada sobre la madera y los patógenos, señala el profesor.

"Queríamos explorar cómo resistiría la madera maciza a las exigencias diarias de los entornos sanitarios. En los hospitales y clínicas, los gérmenes están siempre presentes y las superficies a veces se mojan", afirma Gwynne Mhuireach, profesora asistente de investigación de la Universidad de Oregón.

Los investigadores realizaron una serie de experimentos para comprobar la resistencia de este material y para ello sellaron bloques de madera contralaminada en cajas de plástico desinfectadas para generar un microambiente con temperatura y humedad cuidadosamente controladas.

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Y para simular un entorno sanitario, filtraron y renovaron el aire a un ritmo similar al de los códigos hospitalarios. Después, los investigadores rociaron los bloques con agua del grifo, los inocularon con una mezcla de microbios comunes en hospitales y tomaron muestras durante cuatro meses.

También usaron una caja de plástico vacía como control y compararon muestras de madera recubiertas y sin recubrir bajo tres tipos de rociado de agua: solo una vez, todos los días de una semana y diariamente durante cuatro semanas.

Inhibe las bacterias

En el estudio los investigadores señalan que la madera es eficaz para inhibir las bacterias y los resultados dejaron pistas sobre la humectación que servirán de base para futuras investigaciones y desarrollos, según indica Gwynne Mhuireach.

Un momento de la investigación de la madera. Universidad de Oregón Omicrono

Por otro lado, los científicos vieron que la caja de plástico vacía de control poseía una mayor abundancia microbiana viable que las muestras de madera, excluyendo los primeros 14 días después de la inoculación.

En cambio, la humectación de los bloques de madera redujo la abundancia de células bacterianas viables, sin diferencias que se pudieran apreciar entre las muestras que estaban recubiertas y las que no.

Además, durante la humectación, la composición microbiana reflejó lo que es común en el agua del grifo más que los patógenos hospitalarios que introdujo el equipo. Los experimentos también exploraron la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV) en condiciones secas y húmedas.

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Cabe señalar que los COV son sustancias químicas que se propagan rápidamente en el aire y algunos de ellos presentan riesgos para la salud, aunque otros son beneficiosos. La madera puede emitir compuestos llamados terpenos y muchos tiene un olor agradable e inhiben el crecimiento microbiano.

"Promueve la salud"

Los investigadores señalan que su estudio marca un hito y promueve el uso de madera maciza en instalaciones sanitarias. Un material más resistente por kilogramo que el acero o el hormigón y que ofrece una huella de carbono menor.

"La madera expuesta también promueve la salud y la curación porque apela a nuestra tendencia innata a conectar con la naturaleza", indica el profesor Fretz. Además, apunta que la capacidad de este material para inhibir la propagación de patógenos se puede deber a los poros que atrapan las bacterias.

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Incluso puede deberse a los compuestos químicos antimicrobianos que se producen de forma natural, según Fretz. Otra teoría apunta directamente a la capacidad de la madera para absorber la humedad.

Cabe señalar que un virus respiratorio que se propaga en interiores viaja en una gota de agua, por lo que la madera puede secar esa gota más rápido que el plástico o el acero inoxidable, lo que reduce el tiempo de supervivencia de los gérmenes.