Aircela convierte la contaminación en combustible

Aircela convierte la contaminación en combustible Aircela Omicrono

Tecnología

El invento para alargar la vida del coche de gasolina: una 'nevera' que convierte el aire y el agua en combustible

Aircela es una máquina que aprovecha la contaminación del aire y el agua para producir un líquido combustible que pueden usar motores tradicionales.

Más información: Adiós a distraerse al volante: el invento español que detecta cuándo no estás mirando la carretera y evita accidentes

Publicada

El mundo ha entendido la necesidad de caminar hacia la descarbonización, pero alcanzar esta meta no es sencillo. Los esfuerzos por reemplazar los combustibles fósiles con energía eléctrica o combustibles alternativos a menudo suponen invertir en nuevas infraestructuras o modernizar los vehículos. Ese impedimento es lo que viene a salvar este nuevo invento.

Aircela, una empresa de combustibles con sede en Nueva York se ha propuesto dar solución a este problema y evitar sus principales inconvenientes. La solución: una máquina que produce gasolina directamente del aire.

Del tamaño de un frigorífico, este invento se ha presentado en una azotea del Distrito Garment de Manhattan, para demostrar cómo captura la contaminación del aire y la convierte en combustible compatible con los motores tradicionales. Su principal cualidad es el uso de energías renovables para producir gasolina, evitando tener que realizar modificaciones en los equipos o vehículos que quieran utilizarla como combustible.

En el comunicado de prensa emitido por la propia compañía, se recogen las declaraciones del exejecutivo de Porsche, Karl Dums, quien se mostró escéptico al principio del proyecto. Ahora reconoce su error: "Estoy convencido de que esto marca el comienzo de un largo e importante viaje, cuyo impacto aún se subestima enormemente hoy en día".

Limpiando el aire

La máquina de Aircela convierte la contaminación del aire y el agua en gasolina real utilizando electricidad renovable. Al mismo tiempo que aporta un combustible nuevo, limpia el aire de la ciudad.

La tecnología de Aircela tiene sus raíces en los primeros trabajos del físico Klaus Lackner, pionero de la captura directa de aire. Lackner participó en la demostración de esta presentación para explicar el proceso de funcionamiento de la máquina.

El primer paso consiste en capturar el carbono del aire. Aircela utiliza una solución acuosa que contiene hidróxido de potasio para capturar el dióxido de carbono (CO₂) del aire ambiente. El aire fluye a través de un conducto especialmente diseñado para que entre en contacto con el absorbente líquido, lo que permite capturar el CO₂.

En la siguiente fase se utiliza la electrólisis, proceso que divide las moléculas de agua (H2O) en hidrógeno y oxígeno mediante electricidad limpia. El hidrógeno se conserva y se utiliza en el siguiente paso. Mientras, el círculo se completa regenerando al líquido absorbente para su reutilización capturando más CO2. Por su parte, el oxígeno se libera de forma segura al exterior.

Gasolina creada a partir del aire

Gasolina creada a partir del aire Aircela Omicrono

El hidrógeno es el elemento químico más abundante del planeta, siendo el 75% de la materia en este mundo. Se encuentra en el agua, el carbono y otros muchos elementos y materiales. Es ligero, se puede almacenar y no genera emisiones contaminantes por sí mismo, por lo que se ha convertido en una nueva fuente de energía limpia.

Se puede obtener a través de paneles solares o aerogeneradores en un sistema de simbiosis entre energías renovables. El hidrógeno verde está llamado a ser el impulsor del transporte del futuro con aviones, trenes y demás vehículos eléctricos propulsados por hidrógeno. Sin embargo, este proyecto se centra en dar salida a los motores más tradicionales.

Máquina para crear

Máquina para crear Aircela Omicrono

Gasolina lista para usar

El tercer paso da como resultado la creación de combustible. El CO₂ y el hidrógeno capturados se combinan para crear metanol. Este metanol se convierte posteriormente en gasolina mediante procesos químicos establecidos.

El resultado es una gasolina lista para su uso en motores y totalmente compatible con los motores y la infraestructura existentes, según explica Aircela. Este líquido no contiene azufre, etanol ni metales pesados.

Otro aspecto a destacar es su inmediata comercialización, la web de la empresa permite sumarse a una lista de espera para las primeras unidades. Aircela planea comenzar las implementaciones iniciales de sus máquinas para el otoño de 2025.

El sistema está diseñado para funcionar de inmediato en entornos residenciales, comerciales o industriales con una configuración mínima. Por su tamaño aún no se puede aplicar a vehículos, como sí han probado otros proyectos.

Otras propuestas

La industria está llena de soluciones para descarbonizar el mundo, principalmente el transporte. Coches y aviones dicen adiós a los combustibles para dejar de ser una de las principales causa del cambio climático, pero aún queda un largo camino por delante.

En el caso de los coches, mientras los modelos eléctricos van cogiendo peso en el sector, es necesario dar una solución a los modelos de combustión. Por ejemplo, Toyota y Exxon han trabajado en un combustible sintético que reduce drásticamente la emisión de gases en coches con motores diésel y gasolina.

También se ha planteado la conversión de los motores. Emvolon, una spin-off del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que ya está usando motores convencionales de automóvil para convertirlos en pequeñas plantas químicas modulares y rentables. Estos reactores pueden transformar in situ gases de metano residuales, muy contaminantes, en productos químicos y combustibles ecológicos, listos para usar y fáciles de transportar.