El sector de la construcción, uno de los más importantes en España, está viviendo una época en la que priman edificios de lo más sorprendentes, como es el caso de The Line, la ciudad lineal de 170 kilómetros de largo que está construyendo Arabia Saudí o un lujoso rascacielos escondido en el interior de una montaña. Incluso también hay vivienda que está llamando la atención, como es el caso de una ingeniosa casa que gira sobre sí misma con pulsar un botón para tener siempre buena luz.

Se trata de The Lighthouse, también conocida como 179 Maraetai Drive. Una vivienda de diseño circular y con grandes ventanas situada junto a la playa de Maraetai, en la costa de Pohutukawa, en Auckland (Nueva Zelanda), que puede girar continuamente 360 grados. Un mecanismo que permite a sus propietarios disfrutar de una luz solar óptima y de unas vistas que alternan entre la soleada playa hasta el exuberante paisaje que rodea a la casa.

The Lighthouse fue diseñada por Dun Dunick, su actual propietario -aunque la tiene a la venta-, en la década de 1990. Un trabajo que tardó varios años en hacerlo realidad y durante el cual su creador tuvo que sortear una variedad de contratiempos, entre los que se incluyen la instalación de la fontanería y electricidad, algo más complicado al tratarse de una casa giratoria. 

No sólo eso, sino que también tuvo que demostrar a las autoridades locales que The Lighthouse era totalmente segura y practica. La casa está elevada sobre una plataforma que, cuando el propietario desee, puede girar con tan sólo apretar un botón. Eso sí, la rotación es tranquila y lenta, ya que en su configuración estándar la vivienda tarda 33 minutos en completar una vuelta; y 15 minutos en alta velocidad.

Su creador ha asegurado al periódico local New Zealand Herald que el sistema de funcionamiento es sencillo -aunque no ha revelado sus detalles. Incluso, ha indicado que también es posible instalar y usar algún tipo de sensor meteorológico para que la casa gire automáticamente para aprovechar al máximo el calor del sol o una brisa fresca con el objetivo de mantener una temperatura constante en el interior. 

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En cuanto al interior, The Lighthouse dispone de dos plantas, con una escalera de caracol en el centro, y está diseñada para aprovechar al máximo sus paredes totalmente acristaladas; de las cuales la mayoría se pueden abrir como una puerta hacia dentro o hacia fuera. La vivienda viene con una distribución diáfana en su planta inferior con una cocina de acero inoxidable, un comedor, un salón y un cuarto de baño. Mientras que en la superior se encuentran tres dormitorios.

Aunque su diseño resulta realmente sorprendente, cabe señalar que el concepto de esta vivienda -que se estima que cuesta un millón de dólares neozelandeses (unos 550.680 euros)- no es algo nuevo. Hace años se dio a conocer la historia de un hombre bosnio de 72 años que instaló un sistema parecido en su casa para hacerla rotatoria y para que su mujer pudiera cambiar las vistas de su habitación cuando quisiera.