Desde que se popularizaron los alojamientos al estilo Airbnb, no son pocos los usuarios que han denunciado ciertos problemas referentes a la privacidad de los inquilinos que alquilan dichos hogares. De hecho, hay quienes denuncian haber encontrado dispositivos de vigilancia en las casas, en muchas ocasiones dispuestos para que los propietarios vigilen que todo vaya bien. Pero ¿hay forma de detectarlos?

O más bien ¿son siquiera legales estos métodos? Airbnb, en sus políticas, permite que se instalen sistemas de seguridad como detectores de ruido o cámaras de seguridad en los hogares, siempre y cuando no atenten contra la privacidad de los clientes. Los aparatos que no se comuniquen pertinentemente a los usuarios, como dispositivos de vigilancia en espacios privados u ocultos por la casa están totalmente prohibidos.

Existen formas recogidas por la firma de ciberseguridad ESET para detectar estos sistemas y poder alertar pertinentemente a las autoridades al respecto, como usar una linterna en superficies específicas o usar aplicaciones pensadas para ello.

Encuentra dispositivos

Es importante entender que estos dispositivos están ocultos a conciencia. Esto implica que en el mejor de los casos estas cámaras y aparatos estarán ocultos en los lugares más importantes de la casa y en el peor, en los sitios más privados o que estén orientados a atentar contra la privacidad del usuario.

Lo primero es registrar la habitación en la que te alojes. No todos los escondites son sofisticados, y en ocasiones estos aparatos pueden estar o mal ocultos o ser vistos a simple vista. Los primeros sitios que debes revisar son los objetos orientados a los puntos más privados de la estancia. Por ejemplo, espejos en el baño, objetos orientados a las duchas, a la cama, etcétera.

Lente de una cámara Pixabay Omicrono

En la línea de los métodos caseros, uno de los más eficaces es usar una linterna. Y es que todas las cámaras, por pequeñas que sean, usan cristal en sus lentes, así que reflejarán la luz. Y lógicamente, deben estar despejadas para poder captar lo que ocurre. Apaga las luces y busca objetos reflectantes con la linterna, especialmente en los muebles o en los lugares más recónditos.

Otra idea es buscar LEDs rojos o verdes. Las cámaras de vigilancia, tanto nocturna como estándar, tienen pequeños pilotos de color que indican que efectivamente están encendidas. Salvo que el dueño del Airbnb haya tapado dicho piloto, es una buena idea apagar las luces y revisar en la oscuridad por luces rojas o verdes titilantes. Son pequeñas, así que deberás esforzarte. 

Nest Cam.

Pero si realmente queremos ir a lo más seguro, la opción más fiable es detectar señales RF de radiofrecuencia, que son las que usan las cámaras ocultas para conectarse a las redes ocultas y transmitir la imagen. Lógicamente, la manera más eficaz de hacerlo es adquiriendo un dispositivo detector de radiofrecuencias. 

Si no quieres gastarte el dinero en ese aparato, existe un truco: llamar a un amigo o familiar. Las ondas de radiofrecuencia pueden hacer estragos en una llamada ya que interfieren en la señal de tu móvil. Activa la llamada y recorre la casa. Si hay muchas interferencias en un punto concreto, podría haber una cámara.

Sistema ToF detecta cámaras ocultas LAPD- Singapur Omicrono

La última opción, pero la menos eficaz es la de usar aplicaciones móviles que usan sensores de los smartphones para buscar cámaras espía. Existen varias tanto para Android como para iOS, y hacen uso de los sensores y señales de tu teléfono móvil para detectar ciertas redes o dispositivos extraños. OPPO tiene, por cierto, su propia herramienta.

Investigadores de la Universidad Nacional de Singapur y de Yonsei están desarrollando una que usa el sensor ToF de los teléfonos modernos para encontrar cámaras. Los sensores ToF se basan en haces de luz infrarroja. La cámara lanza estos haces de luz hacia adelante para que estos choquen con objetos que se encuentran de frente y regresen, y la cámara mide el tiempo que tarda dicho haz en rebotar y calcula la distancia de cada objeto.

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Se crea así un mapa en 3D de los volúmenes de las escenas. Se suele usar para sistemas de reconocimiento facial o para hacer el famoso modo retrato. Estos haces pueden rebotar con mayor intensidad sobre las cámaras ocultas. La cámara, mediante realidad aumentada y machine learning puede determinar exactamente dónde están estas cámaras con un rango de éxito de un 88,9%.

El mayor problema de estas aplicaciones es que en muchos casos dan información sin demasiado contexto o realmente no son especialmente fiables. Por otra parte, las casas de hoy en día tienen numerosos dispositivos domóticos (altavoces inteligentes, televisores inteligentes...) y estas aplicaciones pueden confundir fácilmente estos aparatos con cámaras ocultas.

¿Realmente es un problema?

Uno de los casos más sonados al respecto de la privacidad en Airbnbs saltó a la fama en 2017. Jason Scott, historiador y filmmaker denunció que un amigo suyo encontró cámaras espía en los dormitorios de la casa. Encontró la cámara oculta en un sensor de movimiento de una alarma que estaba trucado para albergar dicha cámara. Consiguió el reembolso completo de la estancia y el anfitrión fue suspendido de la plataforma.

Otro caso muy mediático sucedió en 2019. Una familia de Nueva Zelanda se hospedó en un Airbnb de Irlanda y se encontraron con una cámara oculta en el salón. El padre de la familia, Andrew Barker, escaneó la casa para buscar una red WiFi. Da la casualidad que Barker era informático y pudo encontrar la cámara que daba una imagen totalmente en vivo. No obtuvieron ningún tipo de aviso por lo ocurrido.

Y no hace falta irse tan lejos a la hora de buscar casos. Newsweek reportó en 2022 (hace escasos meses, de hecho) cómo un usuario de Airbnb consiguió detectar una cámara en uno de los peores lugares posibles: el baño. Estaba oculta detrás de un cuadro y la consiguió 'cazar' debido a que cuando estaba saliendo del baño con su novia, escuchó un 'click' dando a entender que la cámara estaba tomando fotos.

Newsweek recoge una encuesta que preguntó a 2.000 americanos sobre el tema y que habían estado en Airbnbs. El 58% de estos aseguró haber estado preocupado por cámaras ocultas y el 11% reconoció haberlas descubierto.

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