Unidad de Regasificación de Almacenamiento Flotante

Unidad de Regasificación de Almacenamiento Flotante Gasunie Omicrono

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Barcos regasificadores en cada puerto: la solución europea que acabaría con la crisis del gas ruso

El primer carguero con gas natural licuado ha inaugurado hoy una nueva terminal de gran capacidad en el puerto de Eemshaven (Países Bajos).

8 septiembre, 2022 17:14

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha suspendido indefinidamente el suministro de gas a Alemania. Este movimiento de presión agrava la crisis energética y obliga a la Unión Europea a buscar nuevas fuentes alternativas y rutas de entrega. Una de ellas es el gas natural licuado (GNL), una solución que España ya está probando gracias a sus seis plantas regasificadoras. Mientras tanto, en Países Bajos se preparan en tiempo récord para la llegada del otoño con plantas similares pero en el mar, lo que permitiría reducir costes y trasladarlas a otros puertos en caso de necesidad.

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El primer barco con carga GNL ha atracado hoy en la nueva terminal del puerto holandés de Eemshaven. La empresa estatal Gasunie espera que este nuevo centro reciba hasta 18 cargamentos de GNL para el 31 de diciembre, un respiro para un país que necesita reducir cuanto antes su dependencia del gas ruso.

El carguero Murex atracó junto a la unidad de regasificación en el nuevo EemsEnergyTerminal. La plataforma está preparada para recibir 8.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año, según indica Gasunie.

El primero de 18

La compañía holandesa ha inaugurado la terminal con la llegada de este primer barco. Situada cerca de Groningen, está formada por dos Unidades de Regasificación de Almacenamiento Flotante (FSRU), que Gasunie ha arrendado en nombre del gobierno holandés. Explica la empresa que ambas FSRU han llegado en la última semana a Eemshaven.

El buque regasificador Golar Igloo llegó el domingo 4 de septiembre de 2022 con capacidad para más de 170.000 metros cúbicos, mientras que el Eemshaven LNG hizo lo propio con 26.000 metros cúbicos y se remolcó ayer miércoles 6 de septiembre. Estas FSRU juntas son las que forman la EmsEnergyTerminal. Su capacidad al completo ha sido reservada por Shell, la francesa Engie SA y CEZ, de la República Checa.

Golar Igloo

Golar Igloo Gasunie Omicrono

Se espera que el gas comience a ingresar a la red eléctrica holandesa desde la terminal por primera vez la próxima semana, aunque la estación no operará a plena capacidad hasta noviembre o diciembre. La capacidad en Eemshaven complementará la Gate Terminal más grande en Rotterdam, que actualmente opera a una capacidad de 16 bcm. Aún así, se espera que crezca otros 4 bcm para 2025, según informa Reuters.

Además de estas nuevas terminales de GNL, Países Bajos y Gasuine están trabajando en colaboración con Alemania en una plataforma flotante similar cerca del puerto de Hamburgo. La Ministra de Hacienda holandesa, Sigrid Kaag, aseguró en marzo que esperaba que "la terminal contribuya a asegurar el suministro de gas en Europa" y que el desarrollo de la terminal era "un buen paso para reducir la dependencia de las importaciones de gas de Rusia".

¿Qué es el GNL?

Este tipo de gas es el mismo gas natural que llega a las casas, pero tratado de tal manera que adopta una forma líquida. No pierde sus cualidades en el proceso, que consisten en reducir su volumen hasta 600 veces y mantenerlo a la presión de ambiente a temperaturas de 160 grados bajo cero.

Así se facilita que su almacenamiento sea más rápido y su transporte es más cómodo. El GNL es inodoro, incoloro y no tóxico, aunque sí es contaminante. Una vez en la terminal holandesa se convierte de nuevo en gas natural gaseoso y se distribuye por la red de cada país como fuente energética.

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La Unión Europea lleva apostando por esta modalidad desde hace bastante tiempo, pero esta nueva terminal supone una ayuda considerable para paliar los efectos de las tensiones con Rusia. En 2021, la importación de GNL en Europa ascendía al 20,5% del consumo de gas fósil ese año, mientras en España este combustible supuso el 50,4%. De esos datos, hasta el inicio de la guerra en Ucrania, Rusia proporcionaba más de un tercio del suministro de gas natural de todo el continente.

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