Cápsula de Spica

Cápsula de Spica Copenhagen Suborbitals Omicrono

Tecnología

Spica, el cohete casero que llevará a astronautas pequeños, delgados y sin claustrofobia al espacio

Una comunidad de aficionados a las misiones espaciales está creando un cohete que alcance la Línea Kármán con unos astronautas menudos.

18 febrero, 2022 04:37

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Los viajes espaciales ya no son exclusivos de los multimillonarios, un grupo de aficionados se ha propuesto construir el primer cohete 'casero' que lleve a un astronauta en un viaje hasta la frontera con el espacio. El equipo Copenhagen Suborbitals desde Dinamarca busca ayuda por todo el mundo, incluso en España, para plantar cara a magnates como Jeff Bezos, fundador de Amazon, quién realizó un vuelo similar gracias a un presupuesto que ellos no pueden aspirar. 

"Lo hacemos porque es difícil", explica Mad Stenfatt, uno de los miembros de Copenhagen Suborbitals y candidato a subirse a la cápsula en este viaje suborbital. No inician el camino a ciegas, pues ya han lanzado antes seis cohetes caseros fruto de sus increíbles ganas de superarse cada día y ahora se aventuran en el proyecto más ambicioso de sus vidas.

Este grupo de voluntarios representa la palabra aficionado en todas sus letras, no se trata de un equipo de ingenieros espaciales que deciden reunirse para iniciar su propia andadura espacial, sino de personas que han tenido que aprender a construir un cohete desde cero y sobre la marcha. "Puede que no sea bueno en algo desde el principio, pero aprenderé, esa es la dinámica con la que trabajamos" dice Stenfatt en una entrevista para Futurism.

Cohete Spica

Cohete Spica Copenhagen Suborbitals Omicrono

Lo que empezó siendo un grupo de menos de 50 voluntarios dedicando su tiempo libre a fabricar los cohetes, ahora está aumentando para contar con más manos en la construcción de Spica. Cada año buscarán nuevos reclutas que tengan ganas de aprender y experimentar, mientras eligen al intrépido astronauta que no le tenga miedo a viajar con su tecnología.

El cohete Spica

Después de HEAT-1X en 2011 o Nexo II en 2018, las mentes de estos aventureros están concentradas en Spica, su próxima nave, la que algún día podría lucir el título de ser la primera nave espacial construida por aficionados en lograr una vuelo suborbital tripulado. Por desgracia, la pandemia se ha sumado a las dificultades que ya presentaba este proyecto con anterioridad y ha alargado la fecha de lanzamiento a dentro de 10 años.

Cohetes de Copenhagen Suborbitals

Cohetes de Copenhagen Suborbitals Copenhagen Suborbitals Omicrono

Hasta el momento tienen un diseño preliminar y han conseguido montar los dos depósitos de combustible para el lanzamiento, el de oxígeno líquido y el de alcohol. También han empezado a fabricar los primeros componentes para el motor. 

El motor que llevará a Spica y el astronauta hacia el cielo será un motor bipropulsor líquido de 100 kN que funciona con oxígeno líquido y etanol, similar al que ya han fabricado de forma experimental, el BPM5. Por su parte, Spica será el cohete más grande que hayan construido hasta el momento con una altura de 13 metros y un peso bruto de despegue (GLOW) de 4000 kg, de los cuales 2600 kg serán propulsores. 

El vuelo durará pocos minutos, lo justo para alcanzar la conocida como la Línea Kármán situada a 100 kilómetros de altitud sobre el nivel del mar, la frontera entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior que hay que atravesar para poder lucir con orgullo el cargo de astronauta. Explican en su web que a los 20 segundos del lanzamiento Spica romperá la barrera del sonido, 90 segundos después, el motor se apagará para que el cohete alcance una altitud de 50 km a una velocidad de 3.600 km/h.

Según los cálculos del proyecto, necesitará 160 segundos para alcanzar su apogeo a una altura de 105 km. En ese momento, el globo se desplegará para estabilizar la cápsula a través de la termosfera, la mesosfera y la estratosfera. Los paracaídas no se abrirán hasta que la cápsula esté de vuelta a 4 km de la superficie del mar, es decir, unos 9 minutos después, esto le proporcionará un descenso suave hacia el mar Báltico, donde el astronauta deberá esperar para ser rescatado.

Cápsula de Spica en desarrollo

Cápsula de Spica en desarrollo Copenhagen Suborbitals Omicrono

¿Quién será el astronauta?

El equipo aún no ha elegido al valiente astronauta que realice ese primer vuelo tripulado, muchos estarán pensando que es más adecuado describirle como temerario, pero ellos no están de acuerdo con este término, pues aseguran que se toman la seguridad muy en serio. Por ahora, están centrados en los trabajos de construcción y en la búsqueda de financiación aplazando esta difícil decisión para más adelante.

Astronautas de Copenhagen Suborbitals

Astronautas de Copenhagen Suborbitals Copenhagen Suborbitals Omicrono

Aún así, 3 miembros del grupo han sido los primeros en presentarse como candidatos, "ellos entienden y aceptan el riesgo, al igual que sus familias", dicen. De izquierda a derecha, los candidatos son Mads Stenfatt, Anna Olsen y Carsten Olsen. Stenfatt, exparacaidista, entró en este proyecto por casualidad cuando al enviar un correo sugiriendo ciertas modificaciones en los paracaídas del cohete recibió esta respuesta:"Si eres tan inteligente, ¿por qué no te unes a nosotros?". 

Los candidatos deben contar con ciertos requisitos, aunque el programa no está buscando perfiles atléticos ni académicos como requieren las demás agencias espaciales, "somos tipos comunes que construyen un gran cohete, por lo que nuestro astronauta también debería ser una persona común. Contratar a un superhéroe profesional simplemente no encajaría con nuestra filosofía (o presupuesto)", explican con esa sorna que impregna todo el proyecto.

La descripción de la candidatura no tiene desperdicio, buscan una persona con una personalidad madura y reflexiva que no sufra de claustrofobia, "tendrás que sentarte en una lata caliente con solo una ventana pequeña, posiblemente durante 3 a 5 horas (...) puede llevar horas encontrar y recuperar la cápsula y al astronauta" afirman.

Aparte de saber manejar el estrés ante una situación tan compleja, y surrealista, también sugieren ciertas características físicas que beneficiarían en la elección del intrépido viajero. Estar en forma es la primera indicación, también "ser relativamente ligero, ya que cada kilogramo importa cuando vuelas al espacio", y ser de estatura baja para ir más cómodo en la pequeña cápsula. 

El traje espacial

El traje espacial que llevará el elegido también refleja la intención de Copenhagen Suborbitals por compatibilizar el bajo presupuesto que tienen con las medidas de seguridad más altas. Inspirados en los trajes inmersión de marineros y tripulación aérea quieren crear un uniforme espacial que proteja el frío congelador del mar Báltico. Lo van a construir con un neopreno ignífugo que le permitirá flotar en el mar y le aísla del frío en caso de que tenga que salir de la cápsula en pleno mar.

Astronauta de Copenhagen Suborbitals

Astronauta de Copenhagen Suborbitals Copenhagen Suborbitals Omicrono

A este traje le acompañarán una serie de accesorios como un casco de patinador, auriculares con cancelación de ruido, una visera para proteger los ojos y una máscara de oxígeno con micrófono incorporado. También contará con guantes y botas ignífugas de aviador.

Aún así, esta todavía no es la opción definitiva, el equipo debe valorar otras opciones para facilitar el movimiento del astronauta. Por ejemplo, si consigue aplicar oxígeno al interior de la cápsula, no será necesario que el viajero utilice una bomba de buceo.

Participar en el proyecto

Puesto que las dimensiones del programa Spica son inmensas para el grupo de aficionados que han participado en Copenhaguen Suborbital hasta ahora, la organización ha decidido incrementar el número de colaboradores por todo el mundo, solo se requiere ser mayor de 18 años y tener muchas ganas de aprender, "no necesita ser un experto en ninguna de las tareas para presentarse, todo lo que necesitas es estar interesado y dispuesto a aprender" dicen.

Los reclutas de 2022 tienen hasta el 14 de febrero para presentarse y algunos puestos pueden ser remotos desde distintas partes del mundo, no hace falta vivir cerca del resto del equipo, aunque es lo aconsejable. De todas formas, si la distancia o la falta de tiempo impiden formar parte de esta iniciativa descabellada, pero impresionante, es posible apoyarles de otras formas.

Copenhagen Suborbitals se sustenta en las donaciones de muchos apasionados de la carrera espacial que desde todos los rincones del mundo quieran financiar esta aventura y seguir cada avance en sus redes sociales. Ofrecen camisetas, tazas y toda clase de merchandising en su tienda online para conseguir algo de financiación, así como programas para patrocinadores mensuales que van desde los 5 dólares al mes, hasta una cantidad personal que se quiera aportar con un solo pago.

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