Desde su origen, los drones han estado ligados a una industria militar que los ha recibido e impulsado como una de las mejores herramientas jamás creadas. Los desarrollos actuales van encaminados a ser los sustitutos perfectos de las aeroanves de espionaje -como el dron Predator que tiene España- y de los cazas de combate más avanzados con programas como el Skyborg de Estados Unidos.

En esta última línea, aunque con una aproximación muy diferente a las plataformas tradicionales, se encuentra el israelí Smash Dragon de la compañía Smart Shooter. Este pequeño dron de ataque reúne la tecnología propia de la compañía de armamento inteligente con un modelo del fabricante de drones DJI, aunque será compatible con más modelos de diferentes marcas y tipos de plataformas no tripuladas.

La conjunción de ambas facetas da como resultado una auténtica plataforma de ataque que emplea una ametralladora tradicional incorporada al chasis del dron. Un sistema "extremadamente ligero", según sus propios creadores, especialmente concebido para atajar amenazas estátias y móviles.

Dron ametralladora

Uno de los puntos más interesantes del Smash Dragon es la tecnología que Smart Shooter tiene detrás. La compañía cuenta con experiencia en el terreno de las armas inteligentes de control remoto con sistemas autónomos de seguimiento de objetivos. Un concepto de arma que calca a las torretas del videojuego Call of Duty.

Sistema de mirilla inteligente que también equipa el dron Smart Shooter

La tecnología detrás de esas torretas, que se ha aplicado ahora al formato dron, se basa en las miras de rifle computerizadas que son capaces de "matar en un solo tiro", según las describe Smart Shooter. Esta mirilla inteligente consigue reconocer las amenazas y, en el caso de estos sistemas controlados a distancia, colocar el arma para no fallar el disparo.

Utiliza para ello un sistema de adquisión y seguimiento de objetivos y amenazas basado en algoritmos, que a su vez se apoyan en un complejo ecosistema de sensores de visión de prácticamente cualquier escenario.

Para el Smash Dragon, la compañía ha diseñado un sistema de "estabilización único" que permite alcanzar a los objetivos mientras el dron se encuentra volando. En la presentación, recogida por The Jerusalem Post, también han anunciado que los futuros usuarios podrán elegir si montar rifles de asalto, francotiradores, lanzagranadas o cualquier otro tipo de munición.

"La tecnología Smash Shooter ofrece una eliminación precisa de las amenazas en tierra, aire y mar", según declaró Michar Mor, CEO de Smart Shooter. "Estamos felices de ofrecer la misma tecnología de ataque de objetivos precisa y probada en combate montada en una plataforma aérea no tripulada que se puede controlar a distancia".

Smash Dragon Smart Shooter

Por el momento, Smash Dragon no está disponible ni en estado de operación, pero sí ha completado algunas comprobaciones con fuego real y se encuentra inmerso en las últimas fases de desarrollo.

Torretas y mirillas

La compañía, fundada por algunos extrabajadores de Rafael Advanced Defense Systems, lleva trabajando varios años en el terreno de las armas inteligentes. Uno de sus productos estrella son las ya mencionadas torretas o Smash Hopper, como las denominan dentro de la propia empresa.

Smash Hopper Smart Hopper Omicrono

Estos sistemas de armas pueden controlarse a distancia y equipan un sistema de detección de amenazas muy avanzado tanto de día como de noche. La Smash Hopper puede girarse e inclinarse para dar en el blanco si así lo requiere el operador. La compañía lanzó hace unos meses una versión de torreta especialmente diseñada para colocarse sobre un vehículo.

Otro de los puntos fuertes, y prácticamente la base de toda la tecnología de la compañía, es la mirilla inteligente. Puede colocarse prácticamente sobre cualquier fusil o arma larga y proporciona al soldado información sobre la posición real del enemigo al que puede disparar.

Actualmente, este sistema de mirilla la están utilizando algunos comandos de operaciones especiales dentro del ejército de Estados Unidos. Siendo un elemento fundamental en el ecosistema de guerra gracias a la conectividad que ofrecen las propias mirillas dentro de la tropa y el envío en tiempo real de imágenes a los mandos, que funciona como una 'caja negra' donde todo queda registrado.

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