DART

DART NASA / Johns Hopkins APL

Tecnología Espacial

La NASA lanzará su primera nave espacial contra un asteroide para ver si puede desviarlo

El proyecto DART de la NASA probará si una velocidad de 23.000 km/h es suficiente para desviar de su trayectoria a un asteroide de 500 metros de largo.

9 noviembre, 2021 02:49

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A la basura espacial con cohetes que caen a la Tierra de forma incontrolada se une una segunda amenaza cósmica: los asteroides. Si bien todavía no existe una amenaza real registrada -o al menos no en el corto plazo- las grandes agencias espaciales como la NASA, la ESA en la que participa España o la China ya trabajan casi a contrarreloj.

Sobre la fórmula para abordar el problema es desconocida y es que todavía la humanidad no se ha tenido que enfrentar a un problema parecido. Algunos proyectos en las últimas fases de prueba suelen escaparse de los celosos velos de secretismo con los que las naciones cubren este tipo de tecnología. Y el perfecto ejemplo es el proyecto DART de Estados Unidos.

DART o Double Asteroid Redirection Test (Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide, en español) es uno de los 'cartuchos' que maneja la NASA para el desvío de asteroides que amenacen con impactar la Tierra. Un arma que parece sacada de ciencia ficción pero que promete lanzarse a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX este próximo mismo mes de noviembre.

Defendiendo el planeta

"DART será la primera demostración de la tecnología de 'impactador cinético' [algo así como un misil] en la que una nave espacial choca deliberadamente contra un asteroide conocido a alta velocidad para desviar la trayectoria del asteroide en el espacio", tal y como lo describe Lindley Johnson, Oficial de Defensa Planetaria de la NASA.

Montaje DART

Montaje DART NASA

Lo que pretende la agencia espacial estadounidense es muy similar a lo que consigue con su escudo antimisiles que cubre una buena parte de la Tierra: interceptar amenazas y destruirlas -o desviarlas- antes de poner en peligro a nadie. "Se cree que esta técnica es el enfoque tecnológicamente más maduro para mitigar un asteroide potencialmente peligrosos", continúa Johnson.

Como su propio nombre indica, el proyecto DART no es más que una prueba que ayudará a los científicos y expertos en defensa planetaria a refinar los modelos informáticos del "impactador cinético" de asteroides. Aunque también servirá para arrojar luz sobre si esta tecnología realmente funciona o se necesitan otras aproximaciones a la solución.

Según recoge la propia NASA en un comunicado, los ingenieros han estado desarrollando en el último año y medio algunas partes elementales de la nave. Por ejemplo, un sistema de propulsión de iones que la NASA denomina NEXT-C que tiene como fin mejorar el rendimiento y la eficiencia para misiones en el espacio profundo. Y también una antena plana y ranurada de alta ganancia que garantice la fiabilidad de las comunicaciones entre la estación de control en la Tierra y la nave espacial.

Por su parte, en los dos últimos meses la NASA ha instalado una cámara DRACO para el reconocimiento y el seguimiento de asteroides, un par de paneles solares y un satélite en miniatura extra desarrollado por la Agencia Espacial Italiana que se encargará de tomar imágenes del impacto del DART y sus secuelas más inmediatas.

Integración de DRACO

Integración de DRACO NASA / Johns Hopkins APL / Ed Whitman

"La razón por la que hemos tenido éxito hasta ahora es porque nuestro equipo está emocionado, es extremadamente agudo y realmente quieren demostrar que si un asteroide se acercara a la Tierra podríamos evitar una catástrofe", apunta en esta ocasión Elena Adams, ingeniera de sistemas de misión de DART en el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins.

El objetivo de DART es un sistema compuesto por un par de asteroides. Uno de denominado Didymos de unos 800 metros de ancho y otro más pequeño llamado Dimorphos de 160 metros. La nave de la NASA, que aproximadamente tiene el tamaño de un coche pequeño, utilizará un sistema de orientación autónomo para apuntar a Dimorphos y golpearlo a unos 23.000 kilómetros por hora.

Los telescopios emplazados en la Tierra observarán el comportamiento del sistema de asteroides y medirán el cambio en la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos. El satélite italiano LICIACube se separará de DART unos instantes antes del espacio para observar la colisión casi en primera persona.

Lanzamiento inminente

La nave espacial de DART llegó a las instalaciones de la Base Vanderberg de la Fuerza Espacial (California) a principios de octubre donde un equipo científico se dedicó a ultimar detalles y a realizar las comprobaciones pertinentes con el fin de colocarla en el espacio. Con la tarea terminada, la nave puso rumbo el pasado 26 de octubre a las instalaciones de procesamiento de carga útil que SpaceX tiene en esa misma base militar.

DART

DART NASA / Johns Hopkins APL

Tan solo un par de días después, el equipo encargado del proyecto DART recibió la autorización para llenar el tanque de combustible con 50 kilogramos de propulsor a base de hidracina para el motor encargado de las maniobras espaciales y el control de actitud. DART incluye un segundo tanque de 60 kilogramos, esta vez de xenón, que alimentará al citado motor de iones NEXT-C.

El planning contempla el acoplamiento de DART en la parte superior del cohete Falcon 9 de SpaceX el próximo día 10 que ya se encuentra dispuesto en la plataforma de lanzamiento. "Estoy asombrado y agradecido de que en 11 años DART haya pasado de un brillo en los ojos a una nave espacial en preparación final para su lanzamiento", ha dicho Andy Cheng, líder del equipo de investigación de DART en APL y quien tuvo la idea.

Funcionamiento de LICIACube

La primera oportunidad de lanzamiento de DART está programada a las 7:20 de la mañana del próximo 24 de noviembre (fecha y hora de España peninsular). La ventana de lanzamiento puede ampliarse un día más -sin concretar hora-, pero de no poder llevarse a cabo por cualquier motivo la próxima ventana de lanzamiento tendrá lugar en febrero del próximo 2022.

China y los 23 misiles

China también contempla la posibilidad de tener que enviar sus naves espaciales contra un asteroide. El pasado mes de julio, investigadores del Centro de Ciencias Espaciales del país, con sede en Pekín, anunciaron sus planes para evitar un impacto de un gran objeto cósmico contra la Tierra. Algo que puede suceder, según los cálculos de la NASA, en 150 años con el asteroide Bennu.

Parte del cohete que impactaría contra el asteroide

Parte del cohete que impactaría contra el asteroide National Space Science Center

El planteamiento del gigante oriental pasa por emplear 23 cohetes Long March 5 -los más grandes que tienen actualmente- para hacerlos impactar contra el asteroide. La idea es empujar 'suavemente' 23 veces el objeto para desviarlo de su trayectoria hacia el planeta Tierra.

"La propuesta de mantener la etapa superior del cohete de lanzamiento como una nave espacial de guía, haciendo un gran 'impactador cinético' para desviar el asteroide, es un concepto bastante bueno", declaró el profesor Alan Fitzsimmons, del Centro de Investigación de Astrofísica en la Queen's University de Belfast, a Reuters.

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