La realidad aumentada es una de esas tecnologías que llevan empujando el sector audiovisual unos cuantos años. Las aplicaciones tienden al infinito y es extraño la semana en la que no sale una nueva compañía que las usa para un sector muy particular. Uno de los pilares está siendo la industria del videojuego, con representantes importantes dentro de España.

Y del juego al arte de la guerra. La industria tecnológica militar -en la que se mueve más dinero- no iba a perderse la 'fiesta' de la realidad aumentada con proyectos dedicados a ser más letales en los enfrentamientos armados. Detrás de uno de los programas más importantes se encuentra Estados Unidos a través del programa Integrated Visual Augmentation System (IVAS o Sistema Integrado de Aumento Visual).

Este dispositivo ya se encuentra en la fase de pruebas de la Army de Estados Unidos (equivalente al Ejército de Tierra en España) y se emplea en algunas maniobras. La última, la llevada a cabo durante el Experimental Demonstration Gateway Exercise en Utah, ha permitido a los militares comprobar la tecnología sobre el terreno en situaciones simuladas de guerra en diferentes escenarios.

Los resultados a lo largo de los últimos meses de prueba son extraordinarios, según recoge la propia Army. Un invento que ya se ha puesto a la altura de revolución al igual que lo hizo las gafas de visión nocturna hace unas cuantas décadas.

Lo ven todo

Si en los últimos tiempos hemos estado pendientes de la tecnología, seguramente las IVAS del Ejército de Estados Unidos nos recuerden a algo que ya hemos visto antes. Y es que Microsoft con su dispositivo HoloLens fue la elegida por el arma para desarrollar un wearable de realidad aumentada que fuera capaz de aplicarse en entornos bélicos.

Gafas de realidad aumentada IVAS Courtney Bacon / US Army

La integración de las gafas en el ecosistema de guerra que está desarrollando Estados Unidos es finísima con una sincronización entre los elementos que parece sacada de una película de ciencia ficción. Básicamente, las HoloLens militares consiguen captar datos que luego se comparten con el resto del equipo desplegado en la zona en tiempo real.

El dispositivo en sí está compuesto por una especie de diadema plagada de sensores que se sujeta a la cabeza y una pantalla en el frontal donde se proyectan los datos y se integran con el mundo real. Según indican desde el ejército, se han diseñado para que estuvieran lo más balanceadas posible y que no generaran un estorbo a los soldados cuando tengan que equiparlas durante varias horas seguidas.

El reconocimiento facial de compañeros y enemigos es una de las funciones más interesantes de IVAS. En el caos de la batalla, no es realmente extraño que alguien termine herido -en el mejor de los casos- por fuego amigo. "Ayuda a los soldados a ver el objetivo al que tienen que disparar", sentencian desde la Army. Importante también son las diferentes apps que Microsoft y el ejército de Estados Unidos han desarrollado para sus gafas, donde se puede encontrar un traductor capaz de transformar textos desde varios idiomas al inglés.

Gafas de realidad aumentada IVAS Courtney Bacon / US Army Omicrono

Otra aplicación realmente interesante es la capacidad de sincronizarse con los diferentes armas del ejército. Un soldado puede emparejar sus gafas con su arma y se proyectará en la lente una retícula para apuntar directamente sin necesidad de usar la mirilla. Una función muy particular que dista con otro de los proyectos del ejército de Estados Unidos que está trabajando en la creación de mirillas inteligentes.

Al ser un dispositivo militar, tampoco se puede olvidar del resto de la carta de sensores que ya son prácticamente obligatorios. Las gafas IVAS equipan visión nocturna y térmica con tan solo apretar un botón y un conjunto de herramientas de conectividad inalámbrica con el resto de los soldados. "Pueden hablar entre ellos y compartir imágenes del objetivo".

El resto de características se mantienen en secreto. Dar pistas a los potenciales enemigos sobre la autonomía o la forma de enlazarse y sincronizarse nunca es bienvenido. Lo que sí se sabe es que la Army planea ponerlas en funcionamiento a partir de finales de este año 2021, según los últimos reportes. Por lo que las maniobras recientes de Utah probablemente sean una de las últimas antes de dar el salto a las operaciones militares reales.

Project Convergence

Al igual que ocurre con la Fuerza Aérea de Estados Unidos y su programa Skyborg, el arma de tierra también está trabajando en crear un ecosistema completo donde los diferentes elementos estén permanentemente sincronizados. Una transferencia de datos en tiempo real que permite ser mucho más flexible en el campo de batalla.

Gafas de realidad aumentada Robert Whitlow / US Army Omicrono

Una estrategia de modernización que pretende aunar fuerzas de tierra, aéreas, marítimas, espaciales y del ciberespacio. "Esto significa que debemos hacer hincapié renovado en las personas que llevaremos a la guerra, los sistemas de armas que usarán, el proceso en el que los comandantes toman decisiones, cómo transformar los datos en información y dónde están posicionadas nuestras fuerzas para crear oportunidades para nosotros y nuestros aliados", recalcan desde la Army.

En el Project Convergence tienen cabida todo tipo de dispositivos. Aviones equipados hasta arriba de sensores de inteligencia, drones de todos los tamaños, las propias gafas de realidad aumentada, tablets, teléfonos, vehículos terrestres... Todos conectados. Los planes de la Army pasan por tener este nuevo esquema de guerra cerrado para el año 2035 y, hasta entonces, iremos viendo novedades en esta línea.

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