Ser pesado no siempre es la mejor estrategia para conseguir algo, pero también hay veces que mostrar tu determinación y entusiasmo puede servir para convencer a alguien. Y si no, que se lo digan a Lyubomir Vladimirov, un desarrollador que ha conseguido permiso para crear un videojuego de SpaceX.

Por supuesto, SpaceX es liderada por Elon Musk, el multimillonario bien famoso por su gusto por los videojuegos; no en vano, es la misma persona que aprobó los videojuegos para Tesla, que se juegan en la gran pantalla de la consola central.

La propia SpaceX ya ofreció algo parecido a un videojuego, antes del histórico lanzamiento de la cápsula Crew Dragon hacia la ISS, la compañía publicó un simulador que nos permitía controlar una nave espacial en el navegador.

Videojuego de SpaceX

La idea que tiene Vladimirov parece ser más ambiciosa. Se trataría de un videojuego que nos permitiría colonizar Marte, sobreviviendo como podamos y enfrentándonos a los duros desafíos que tendrá la SpaceX de verdad cuando haga realidad el sueño de Musk.

El juego aún se encuentra en una fase temprana de desarrollo, pero ya hay vídeos e imágenes que muestran algunos de los detalles más interesantes, como el uso de herramientas, aparatos y equipamiento para hacer lo que queramos. Por ejemplo, podremos crear una grúa para montar un vehículo e introducirlo en nuestro cohete.

Por ahora, el juego parece ser un mensaje de amor a SpaceX y al resto de empresas de Elon Musk. En los vídeos no sólo aparece la Starship, la nave con la que Elon Musk quiere llevar humanos a Marte, sino también un Tesla Cybertruck como vehículo, e incluso baterías con la marca Tesla para dar energía a nuestra base.

De hecho, Vladimirov promete que el 80% de los beneficios del juego irán directamente a SpaceX, para ayudar a Elon Musk y a la compañía a cumplir sus objetivos en Marte.

Musk da el visto bueno

Usar este tipo de marcas comerciales en un proyecto independiente no suele ser buena idea, a menos que quieras atraer a decenas de abogados buscando dinero fácil. Normalmente, es necesario llegar a algún tipo de acuerdo comercial para usar marcas de terceros, pero Vladimirov tuvo otra idea: pedírselo directamente al jefe.

Sabiendo que Musk usa mucho Twitter para captar ideas y quejas de los clientes de sus compañías, Vladimirov se propuso enviar un mensaje diario, durante un año, a Elon Musk solicitándole permiso para usar sus marcas.

Después de 154 días seguidos, Musk ha decidido responder, y lo ha hecho de manera positiva; ha indicado que Vladimirov puede "robar" el nombre y los logotipos de las empresas, y que "probablemente" no le demandarán.

Ese "probablemente" puede dar algo de miedo a cualquiera, pero no a Vladimirov, que ha decidido continuar su trabajo.

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