Apple vuelve a reactivar el interés por la automoción. Después de que en 2014 se conociese el trabajo en el Proyecto Titan y el camino recorrido haya sido irregular,  la compañía de la manzana -que recientemente ha lanzado en España los AirPods Max- se habría marcado una hoja de ruta para tener un vehículo de pasarejos con su sello tan pronto como en 2024. 

Según adelantan a Reuters personas familiarizadas con el desarrollo, Apple está avanzando tanto en tecnología de vehículos autónomos como en un desarrollo propio de baterías que llevaría a un nuevo nivel los vehículos eléctricos.

El diseño de estas baterías sería clave en la estrategia de automoción de la compañía ya que no sólo serían más baratas que la competencia sino que tendrían una autonomía mucho mayor. 

Apple estaría planeando usar un diseño único de "monoceldas" que aumenta el volumen de las celdas individuales de la batería y libera espacio dentro del paquete de baterías al eliminar las bolsas y los módulos que contienen los materiales de la batería. Con ello se consigue tener mayor material activo dentro de la batería, lo que le da al automóvil un rango potencialmente más largo.

Asimismo, la compañía también estaría examinando una composición química para la batería llamada LFP, o fosfato de hierro y litio, que es menos propensa a sobrecalentarse y, por lo tanto, es más segura que otros tipos de baterías de iones de litio.

El reto de fabricar un coche

Apple está acostumbrada a tratar con proveedores y coordinar líneas de montaje, pero el reto de fabricar un coche desde cero es un nuevo nivel. En su día se barajó desde una alianza con McLaren hasta que efectivamente seguiría el camino trazado por Tesla durante los últimos años y montaría su propia factoría.

Sin embargo, según la información de Reuters, aunque Apple es una de las empresas con mayor músculo financiero tiene del mundo, todo parece indicar que Apple buscaría un socio de fabricación para el hipotético Apple Car. 

Uno de esos retos sería el volumen, ya que para tener una planta de ensamblaje viable hacen falta producir unos 100.000 vehículos anuales, con lo que Apple, que sería un recién llegado al mercado, tendría que hacer frente a un reto mayúsculo. 

La misma agencia apunta a que pese a todo está la posibilidad de que la producción se retrase a 2025 por motivos de la pandemia o que finalmente Apple decida reducir sus esfuerzos a ceder su tecnología de conducción autónoma y energética a un fabricante de automóviles tradicional, en lugar de hacer un vehículo de pasajeros desde cero. 

Otro de los puntos interesantes que revela Reuters es que el coche de Apple podría tener múltiples de sensores LiDAR, la misma tecnología que ya cuentan sus iPhone 12 Pro o iPad Pro, que permiten captar una vista tridimensional de la carretera aunque no haya luz.



Es más, no sería descartable que, al igual que ha presentado su propio procesador, y estaría trabajando en su propio módem 5G, también tenga en desarrollo sus propios sensores LiDAR para independizarse por completo del resto de la industria.

El impulso de Doug Field

En cualquier punto, la idea de Apple sobre cómo ha de ser un coche sería diferente a la de Google con Waymo. Es decir, no estaría pensado para ofrecer un servicio de transporte, sino construir un vehículo personal que acabe llegando al mercado masivo. 

En esta estrategia habría sido clave el impulso de Doug Field, un directivo veterano de Apple que tras haber trabajado en Tesla volvió a la compañía en 2018 y realizó un cambio radical del equipo despidiendo a casi 200 trabajadores. 

Desde la llegada de Field el enfoque de Apple en este sentido ha sido más claro, tanto como para que 2024 esté en el horizonte y pueda ser la fecha en la que la compañía querría ver el coche que revolucione el mercado de automoción, del mismo modo que el iPhone lo hizo con los teléfonos móviles. 

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