Cada año se tiran millones de toneladas de basura de componentes electrónicos e informáticos; en su mayor parte, ordenadores, móviles y otros dispositivos viejos que ya no usamos. Está llegando al punto en el que se está convirtiendo en un grave problema, tanto económico como humanitario.

Y es que muchos de estos componentes eléctricos han sido fabricados con elementos químicos raros y cada vez más caros. En algunos casos, incluso estamos hablando de importantes cantidades de oro, el elemento más deseado; sí, muchos dispositivos electrónicos usan pequeñas cantidades de oro, un gran conductor de electricidad ya que nunca se corroe.

La fiebre del oro

¿Y si pudieses recuperar ese oro presente en dispositivos que ya no usas? No serías la primera persona en pensarlo, eso desde luego; en Internet existe toda una comunidad montada alrededor de extraer oro de ordenadores, móviles y otros dispositivos electrónicos. Buscando un poco, es posible encontrar una gran cantidad de información y tutoriales.

procesador

Pero, ¿merece la pena? Estamos hablando de cantidades muy pequeñas de oro por cada dispositivo; por eso el método más seguro para conseguir oro es buscar procesadores viejos. Estamos hablando de modelos con varias décadas encima, como los primeros Pentium y los 486 de Intel o los AMD K5; además de fabricantes que ya hace mucho que no están en el sector, como Cyrix, IBM o Texas Instruments.

En esos casos encontrarás suficiente oro como para que merezca la pena el trabajo. Sitios como Scribd alojan listas de procesadores y la cantidad de oro que tienen. En algunos casos es posible encontrar hasta 1 gramo de oro, con un valor de unos 37 € en el momento de escribir estas palabras. Además, también es posible conseguir plata. Claro, que lo más probable es que consigas mucho menos de cada procesador viejo que puedas encontrar.

Cómo extraer el oro de procesadores viejos

Como explica el youtuber Romania GoldRecovery, el proceso es relativamente sencillo, pero tiene sus riesgos. Al fin y al cabo, tenemos que provocar reacciones químicas y usar ácidos potentes como el ácido clorhídrico y el ácido nítrico; por lo que si vas a hacer esto, asegúrate de contar con las medidas de protección adecuadas, como guantes o una buena ventilación.

El proceso es sencillo:

• Parte los procesadores en varios trozos con un martillo u otra herramienta. Ponlos en un recipiente de cristal o de plástico, cubriendo aproximadamente el 75% del recipiente.
• Añade tres partes de ácido clorhídrico por cada parte de ácido nítrico hasta cubrir los procesadores.
• Espera unas doce horas a que el metal se disuelva. Separa el líquido resultante, se quedarán las carcasas de plástico y cerámica.
• Ahora toca filtrar el líquido. Primero enfriamos el líquido para que la plata pase al fondo (por ejemplo, con cubitos de hielo). A continuación, pasamos el líquido por filtros de papel, como los de café del número cuatro.
• Añadimos metabisulfito de potasio. La cantidad no depende de la cantidad de líquido que tenemos, sino de la cantidad de oro que esperamos obtener: dos gramos por cada gramo de oro. Según Romania GoldRecovery, de un kilogramo de procesadores se puede conseguir entre 5 y 10 gramos de oro, así que echaremos 20 gramos de metabisulfito.
• Esperamos 24 horas a que el oro se asiente, que se quedará como un polvo de un color muy poco agradable. Es por eso que tenemos que lavarlo con ácido clorhídrico y agua destilada.
• Ya sólo nos queda fundir el polvo de oro en un crisol con borax, aunque en este caso probablemente necesitaremos la ayuda de una forja.

¿Merece la pena todo el trabajo? La verdad es que se pueden conseguir piezas de oro relativamente grandes, pero todo depende de los dispositivos que tengas y la proporción de oro que usen. Como mínimo, es un proyecto curioso.