Lo consiguió. La sonda de la misión Insight ha aterrizado sin problemas en Marte, y es difícil explicar lo difícil que ha sido eso.

Después de un largo viaje, la Insight llegó a Marte el día de ayer, pero aún quedaba lo peor; atravesar la fina atmósfera y conseguir frenar a tiempo antes de desperdigar millones de dólares en pedacitos de tecnología por el suelo marciano. Según las mediciones de la NASA, la sonda alcanzó casi 20.000 km/h; y para que sus patas no se rompiesen al aterrizar, tenía que reducir su velocidad hasta los 8 km/h.

Aterrizaje de la sonda Insight en Marte

Esto se consiguió en varias etapas, empezando con un paracaídas supersónico que provocó un gran frenazo; el suficiente como para ganar algo de tiempo, para que el radar obtuviese información de la zona de aterrizaje y dirigir los pequeños cohetes.

Un proceso que duró nada menos que siete minutos, durante los cuales el equipo de la NASA sólo podía desear lo mejor. Fueron “siete minutos de terror”, afirman, presenciados por dos pequeños satélites que obtenían datos de la sonda y los enviaban a nuestro planeta.

insight marte 2

Una vez que pisó la superficie marciana, tocaba comprobar que todo estuviese correcto. Eso, y hacer unas fotos, por supuesto; después de una primera imagen algo borrosa por la arena levantada en el aterrizaje, el Insight empezó a hacerse “selfies”, en las que se ve su hardware y parte del terreno marciano.

insight marte 3

Por supuesto, también tocaba la parte más importante, desplegar los paneles solares de dos metros cada uno para obtener unos 700 W de electricidad con los que realizar sus funciones.

La misión Insight tiene como objetivo investigar el subsuelo y el interior de Marte. Por lo tanto, este robot no tiene ruedas, sino que se quedará donde está y usará sus instrumentos para revelar cómo se formó Marte, y qué diferencias hay respecto a la Tierra.

Noticias relacionadas