No sabemos si los robots nos están quitando los trabajos. Pero lo que es seguro es que se están expandiendo a todo tipo de sectores; hasta el punto de que la pregunta ahora es qué profesión falta por invadir.

Para el hospital de Nagoya, esta tecnología no tiene porqué suponer la sustitución de un empleado; sino más bien la mejora del servicio para tareas monótonas o que no precisan tomar una decisión por el paciente.

En ese contexto hay que entender el anuncio de que, a partir del próximo febrero, el hospital pondrá en marcha a un equipo de robots para su guardia nocturna, de cinco de la tarde a ocho de la mañana; justo cuando hay menos empleados disponibles.

Robots para hospitales que ayudan al equipo en vez de sustituirlo

Sin embargo, la clave es que su trabajo no tendrá nada que ver con la medicina; en vez de eso, son más bien recaderos, que llevarán objetos de un lado a otro. Los viajes se realizarán entre las zonas de cuidados intensivos, la farmacia, y el laboratorio clínico.

robot hospital nagoya 1

Son básicamente neveras autónomas, diseñadas para quitarles el trabajo a enfermeras y otros miembros del equipo; pueden darles órdenes con una tablet. Su función será transportar muestras y medicinas a la zona establecida. De esta forma, los humanos pueden dedicarse a tareas que realmente necesiten su atención, como atender a los pacientes.

El sistema ha sido desarrollado conjuntamente por la Universidad de Nagoya y el fabricante Toyota, usando tecnología propia de coches autónomos. Poseen dispositivos de radar, así como cámaras que les otorgan visión de 360º, que usarán en conjunción con el mapa de la planta. Incluso pueden usar el ascensor si tienen que cambiar de planta.

De esta forma, los robots son capaces de navegar por toda la planta asignada del hospital sin tropezarse con el entorno ni con personas. Cuando el robot se encuentre a un humano en su camino, tendrá que tomar la decisión de esquivarlo automáticamente, o pedir permiso para pasar si lo encuentra demasiado complicado.

El programa piloto durará un año, después del cual la dirección del hospital decidirá si merece la pena expandirlo a otros departamentos y zonas.

Este puede ser un buen ejemplo de cómo los robots pueden hacer el trabajo “sucio”, que no precisa de ningún tipo de estudio ni capacidad de decisión, para hacerle la vida más fácil a los empleados.

Imagen de portada de Alpsdake

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