La batería más grande del mundo ha sido completada en Australia; Elon Musk y Tesla están detrás de semejante proyecto.

Puede que Tesla tenga algunos problemas financieros por su “manía” de gastar dinero como si no hubiese un mañana; pero al menos gracias a esto podemos hablar de proyectos increíbles, que ninguna otra compañía se atreve a empezar.

Y no hablamos solo de coches. El verdadero negocio de Tesla son las baterías, tanto de sus vehículos como las que ofrece en sus productos para el hogar; la “granja de baterías” terminada por la compañía en apenas 100 días es el mejor ejemplo de esto.

Tesla se marca la batería más grande del mundo

Situada en el sur de Australia, se trata de un conjunto de baterías que, en total, tiene una capacidad de 100 megavatios; eso supone que es la mayor sobre la faz de la tierra, todo un récord que empezó por una apuesta del CEO de Tesla, Elon Musk.

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En un arrebato, Musk prometió que, si su compañía no era capaz de completar la enorme instalación en 100 días, no cobraría un dólar por ello. No nos gustaría estar en la piel de los trabajadores que se encargaron de hacer realidad la promesa, pero hay que decir que cumplieron con creces.

Pese a que nunca se había intentado algo semejante, la instalación se ha terminado con tiempo de sobra; ahora tienen más de una semana para realizar las pruebas necesarias antes de que la instalación empiece sus operaciones el 1 de diciembre.

Una apuesta por las energías renovables

La instalación de esta gigantesca batería fue motivada por los apagones sufridos en el sur australiano en septiembre, que abrieron un debate político a escala nacional. La polémica llegó porque el gobierno central echó la culpa a las energías renovables; y usó los apagones políticamente, acusando a los gobiernos locales por apostar por ellas.

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Musk y Tesla quieren demostrar que el problema no está en depender de las energías renovables; sino en no contar con las instalaciones para almacenar la energía proveniente de estas fuentes.

La instalación se encargará de recibir la energía de paneles solares y aerogeneradores, y de aportarla a la red eléctrica según la demanda. De esta manera no solo se espera evitar apagones en las horas de mayor consumo; sino también que el sur australiano sea una referencia a nivel mundial en la implementación de energías renovables.

Un proyecto que ha supuesto unos 50 millones de dólares para las arcas de Tesla, que le vendrán muy bien.