Un operario es la persona encargada de fabricar (de forma sintética, por supuesto) casi 2 litros de sudor para las pruebas a las que somete Apple su Watch y sus AirPods.

Quién diría que los AirPods, los auriculares inalámbricos de Apple, así como los Watch, sus relojes, fueran introducidos en sudor sintético para comprobar si realmente son resistentes. Puede sonar muy extraño, pero todo esto tiene su explicación.

Lo cierto es que más de una vez me he preguntado (al menos yo) si mi sudor podrá dañar los auriculares. Siempre he supuesto que tienen algún tipo de resistencia que si bien no es posible sumergirlos (por la presión), sí que sería posible que resista la humedad. Es que si no no tendría sentido, pues mucha gente los usa par salir a correr. Tanto los AirPods como cualquier otro auricular.

Sumergidos en sudor y sujetados por hilo dental

Las pruebas con sudor no son solamente para saber si los propios auriculares o si el Apple Watch es resistente a este contacto húmedo, sino que también son para asegurarse de que los propios dispositivos no se descomponen. Hay muchos materiales que tras una larga exposición, debido al sudor, se acaban desintegrando poco a poco, y a la larga esto podría causar problemas de salud.

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El caso del Watch es mucho más delicado pues pasamos mucho más tiempo con él que con los AirPods. Con los auriculares podemos estar una o dos horas, pero no todo e día, así que el riesgo de desintegración puede ser mayor.

El caso ha salido a la luz después de que la propia Apple revelara durante una visita exclusiva a Vice los proyectos medioambientales que tenían para los próximos años. Lo más normal hubiera sido haber encontrado pruebas de robots que están continuamente pulsando botones de iPhone para comprobar su resistencia. O incluso test de caídas, pero no esto.

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