Cualquier aficionado a las novelas y las películas de aventuras sabrá que el musgo es una magnífica brújula, puesto que siempre crece en el lado norte de los árboles, de modo que sirve como indicador de dicha dirección.

¿Pero es eso realmente cierto? Nosotros mismos ya os contamos en un post sobre mitos de la supervivencia que no se trata de una creencia totalmente correcta, ya que en algunos lugares el musgo crece en todas partes, independientemente de la orientación.

Sin embargo, sí que es verdad que dicha afirmación tiene una base sólida real; por lo que, en un momento de desesperación y a falta de brújula, se puede recurrir a él. Pero veámoslo con detenimiento.

La orientación del musgo, ¿una buena brújula de emergencia?

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Según declaraciones a Popular Science de la ecóloga Caitlin Fong, de la Universidad Estatal de California, la creencia de que la orientación del musgo puede servir como brújula no está tan mal encaminada como algunos afirman, pues sí que es cierto que requiere para crecer de ambientes húmedos y sombríos, como los que se forman en el lado norte de árboles y otros objetos.

El problema es que eso no ocurre así en todo el planeta, ya que en el hemisferio sur ocurre totalmente lo contrario, debido a que la orientación de los rayos del Sol se dirigirá hacia el norte, dejando las zonas más sombrías dirigidas hacia el sur.

¿Significa eso entonces que basta con tener en cuenta el hemisferio en el que nos encontramos para utilizar la orientación del musgo como brújula?

Ojalá fuese tan fácil, pero realmente no lo es, ya que, al tratarse de plantas primitivas que no necesitan raíces para nutrirse, pueden crecer en cualquier sitio que tenga sombras, incluidas grietas y otras aberturas; que, al no llegar hasta ellas la luz, pueden situarse en cualquier punto cardinal, independientemente del hemisferio en el que se sitúen.

Así que, ya sabéis, si en un momento determinado os veis muy perdidos y no disponéis de una brújula para orientaros, podéis observar en qué zona crece la mayor proporción de musgo, pero no olvidéis que, al fin y al cabo, tampoco es tan complicado llevar una de estas herramientas salvavidas en nuestra mochila. Ya habrá tiempo de observar el crecimiento de las plantas.