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¿Por qué celebramos el Año Nuevo el día 1 de enero?

El día 1 de enero siempre es el día de Año Nuevo. Sin embargo, no siempre fue así, ni se aceptó al principio. Te explicamos cómo y por qué se usa.

31 diciembre, 2016 18:45
Se acerca el final de otro año. Dentro de unas horas pasaremos al Año Nuevo y todos sus propósitos: Pronto llegará 2017.

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Como ya sabéis, el 1 de enero se celebra el Año Nuevo en prácticamente todo el mundo; pero no en todo el mundo. Al menos en el mundo occidental sí, pero, ¿por qué el 1 de enero y no, por ejemplo, el 1 de mayo?

Más de uno lo habrá imaginado ya: No siempre se celebró el Año Nuevo el día 1 de enero. De hecho, hace menos de 500 años que lo hacemos así, y en algunos países y culturas sigue sin celebrarse ni ese día, ni en un día concreto del calendario siempre.

Cómo se celebraba antes el Año Nuevo antiguamente

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Antiguamente, los

Durante el Imperio Romano, marzo era el mes elegido para el Año Nuevo. Posteriormente, en el año 46 aC, Julio César instauró el calendario juliano, estableciendo el día 1 de enero como día de Año Nuevo. Aunque no fue capaz de normalizar e internacionalizar ese día.

De hecho, incluso durante la época de Julio César, el Año Nuevo llegó a celebrarse el día de Navidad en algunos países. No fue hasta 1582, con la llegada del Papa Gregorio XIII, cuando se instauró completamente este día como tal.

El Calendario Gregoriano y el día de Año Nuevo

calendario_gregoriano

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Realmente, seleccionar el día 1 de enero como día de Año Nuevo no tiene sentido a nivel astronómico o planetario, es algo arbitrario. Pero, eso sí, a principios de enero es cuando la Tierra se encuentra más cerca del Sol, un evento conocido como perihelio.

Así pues, gracias a Gregorio XIII y su calendario gregoriano, el día 1 de enero es universalmente conocido como día de Año Nuevo, excepto en algunos países como Afganistán, Etiopía, Irán, Nepal y Arabia Saudita, que se basan en sus propios calendarios. Asimismo, cada religión celebra su propio Año Nuevo, como el calendario judío, que lo celebra entre septiembre y octubre por ser un calendario lunar; o el calendario islámico, un calendario lunar también que se suele desviar bastante más que el judío. O el conocidísimo Año Nuevo Chino, que también sigue un calendario lunar, y se celebra entre el 21 de enero y 20 de febrero.