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El hombre que vivió sin comer durante 382 días

¿Cuánto tiempo podemos vivir sin comer? La respuesta es muy relativa, pero hoy os hablamos del caso de un hombre que sobrevivió así durante 382 días.

22 octubre, 2016 12:01

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El tiempo máximo que podemos vivir los seres humanos sin comer nada tiene los límites muy difusos.

Son muchos los factores que influyen en la duración de este periodo, de modo que una persona puede sobrevivir en ayuno el mismo número de días que pueden llevar a otra a la tumba.

De hecho, ya os contamos en otro artículo el caso de un hombre que pasó 74 días en huelga de hambre y no vivió para contarlo, debido al deterioro lógico al que se vieron sometidas sus funciones vitales cuando su cuerpo se vio sin reservas de grasa de las que alimentarse. Sin embargo, si una persona tiene reservas de sobra y se somete a un seguimiento médico adecuado en ocasiones puede sobrevivir mucho más, como le ocurrió a Angus Barbieri, un escocés de 27 años que en 1966 se sometió a un ayuno de 382 días con el fin de tratar la obesidad que padecía. Sí, él vivió para contarlo, pero si a alguno de vosotros le sobran unos kilitos y está sopesando la idea ya puede ir eliminándola de su mente, pues no es tan bonito como parece.

El caso de Angus Barbieri, el hombre que pudo vivir sin comer tras 382 días

Las técnicas de los médicos para tratar los casos de obesidad severa han cambiado mucho desde los años 60 hasta nuestros días, y para muestra de ello, el caso de Angus Barbieri.

Según algunas noticias de periódicos antiguos y el informe emitido por los médicos que le trataron en Postgraduate Medical Journal, Angus era un hombre escocés de 27 años afectado por tal obesidad que en ese momento pesaba ya más de 207 kilos.

Angus era un hombre escocés de 27 años afectado por tal obesidad que en ese momento pesaba ya más de 207 kilos.

Dejar todo ese peso no era una cuestión meramente estética, pues también podía suponerle problemas de salud graves, por lo que los médicos decidieron recurrir a una técnica muy drástica, bastante común en los años 60-70, consistente en someter al paciente a un periodo más o menos largo de ayuno.

En un principio tenían que ser sólo unos días, pero el propio Angus, emocionado por los resultados, quiso alargarlos unas semanas, por lo que se lo pidió a los médicos; que, tras comprobar que en realidad su estado de salud no se estaba viendo afectado, no pudieron negarse a ello.

Durante todo el proceso, el paciente tuvo que someterse a chequeos regulares, muchos de ellos durante noches enteras en el hospital, y además se reguló su hidratación a través del consumo de agua con y sin gas, café y té.

quimica_cafe

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De ese modo, las semanas pasaron a meses, y de ahí a superar el año, pus hicieron falta 382 días para que finalmente pudiera alcanzar su peso ideal, de 81 kilos. El efecto rebote fue prácticamente imperceptible, pues cinco años después sólo pesaba 89 kilos. y el único problema que relató durante el proceso de realimentación fue haber olvidado totalmente el sabor de los alimentos.

Ayuno total para adelgazar, una idea muy mala

ayunar

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Durante la edad media y siglos posteriores se creía que las sangrías realizadas con sanguijuelas eran ideales para tratar la obesidad, pero hoy en día se sabe que era una idea equivocada,a  la vez que peligrosa, por lo que a casi nadie se le ocurriría intentarlo.

Pues lo mismo ocurre con el ayuno terapéutico. Fue una técnica muy común en los años 60-7o, que incluso dio buenos resultados en casos como el de Angus Barbieri, pero por lo general es una práctica muy peligrosa, que puede terminar con la muerte del paciente.

Fue una técnica muy común en los años 60-7o, que incluso dio buenos resultados en casos como el de Angus Barbieri, pero por lo general es una práctica muy peligrosa, que puede terminar con la muerte del paciente.

Esto se debe a que, al no tener alimentos de los que extraer la glucosa necesario para su funcionamiento, el organismo recurre al glucógeno contenido en las reservas del hígado y los músculos, y de ahí a las grasas. Sin embargo, cuando éstas se agotan, el último paso será tirar de las propias biomoléculas del cuerpo, como las proteínas, interrumpiendo los procesos vitales y pudiendo causar la muerte.

Sin embargo, incluso tratándose de pacientes como Barbieri, con reservas de grasas suficientes para tener al cuerpo ocupado durante una buena temporada, los desajustes producidos en el organismo pueden dar lugar a graves enfermedades cardiovasculares, y todo eso sin contar con el impacto que puede producir para la salud el proceso de volver a alimentarse después de tanto tiempo.

Por eso, si queréis perder peso tenéis que mantener una dieta correcta, siempre guiada por un médico especialista, pero nunca dejar de comer. Las medidas extremas no siempre son adecuadas y desde luego que en este caso no lo son ni por asomo.