oceano_norte_Marte

oceano_norte_Marte

Tecnología

Ir a Marte no le sentará bien a tu cerebro

Ir a Marte no solo conlleva todos los problemas relacionados con el largo viaje, sino que nuestro cerebro podría resentirse incluso después de volver a casa

11 octubre, 2016 20:16

Noticias relacionadas

Conseguir viajar a Marte se ha convertido en uno de los grandes objetivos de nuestra época.

Ir a Marte es la meta de muchas compañías privadas, como la dirigida por Elon Musk. Evidentemente esto implica tener en cuenta muchos problemas, el principal de ellos lograr transportar seres humanos a lo largo de 225 millones de kilómetros en un corto espacio de tiempo, y pudiendo resistir vivos a la radiación, la falta de gravedad y disponiendo del alimento suficiente.

Pero es posible que nos hayamos olvidado de un grave problema no mencionado con anterioridad: Ir a Marte podría dejarnos el cerebro frito. Al menos, eso sugiere un reciente estudio publicado en Scientific Reports, en el cual avisan del riesgo de que los rayos cósmicos que nos bombardearían durante el viaje puedan dar lugar a una demencia crónica, incluyendo pérdida de memoria y ansiedad.

Ir a Marte no le gustará a tu cerebro

cerebro

cerebro

Ya en un estudio anterior, publicado en Scientific Advances, se contempló el riesgo de que los rayos cósmicos (unas partículas con alto potencial radiactivo que viajan por el espacio) pudiesen tener efectos perjudiciales a nivel cerebral a largo plazo. Ahora, a partir de dicho estudio, los investigadores de la Universidad de California afirman que ir a Marte podría perjudicar nuestro cerebro hasta seis meses después de regresar a la Tierra.
Entre estos perjuicios cerebrales tendríamos una disminución del rendimiento, falta de memoria, ansiedad, depresión y problemas para la toma de decisiones. Problemas que no se detendrían a pesar de volver a la Tierra, y que seguirían progresando a lo largo del tiempo.
Por si alguien se pregunta qué sucede con los astronautas desplegados en la Estación Espacial Internacional, estos tienen la suerte de seguir estando protegidos por la magnetosfera de la Tierra, por lo que los rayos cósmicos no tienen efectos sobre ellos (aunque sigue existiendo la falta de gravedad).

Cómo reacciona el cerebro tras ir a Marte y volver a la Tierra

demencia

demencia

En este caso, los investigadores analizaron los efectos de la radiación cósmica (imitando un viaje a Marte) sobre ratones, sometiéndolos a dosis bajas de radiación en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA en Nueva York. Posteriormente se les dieron varias tareas de comportamiento las siguientes 12-24 semanas.
Según los hallazgos de los científicos, los ratones mostraron una disminución del rendimiento de forma progresiva en tareas diseñadas para evaluar el aprendizaje y la memoria en los humanos, incluso detectando una afectación del “miedo a la extinción” (respuestas condicionadas por el miedo, donde el cerebro crea asociaciones o recuerdos negativos frente a determinadas experiencias), el cual quedaba disminuido, produciendo ansiedad.
Asimismo, los ratones también mostraban tiempos de respuesta más lentos, perdían memoria e incluso presentaban síntomas de confusión (síntomas típicos de una demencia crónica). Todo ello se vio reflejado en los escáneres cerebrales que se les realizaron a los seis meses de la exposición a la radiación, donde se visualizaba inflamación cerebral y daño neuronal.
La parte mala del asunto es que el estudio tan solo ha demostrado estos efectos en ratones, y es probable que no se empezasen a notar en humanos hasta pasados seis meses. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el astronauta Tim Peake tenía claro lo que había sentido tras seis meses en la Estación Espacial Internacional: “Es como sentir la peor resaca del mundo“; y eso que seguía protegido por la magnetosfera de la Tierra.