Hace apenas unos días os hablamos de un misteriosa señal detectada por el radiotelescopio RATAN-600.

Aunque los astrónomos no disponían de medios suficientes para asegurarlo y en todo momento avisaron que serían necesario estudiar la señal a fondo para asegurar su procedencia, la teoría de un origen situado en una lejana estrella de características similares al Sol hizo las delicias de toda la población; pues nos encantaría imaginar que en algún lugar del Universo hay una civilización extraterrestre lanzando potentes señales con el fin de comunicarse con nosotros.

Sí, efectivamente, la señales era muy potentes. Tan potentes que parece ser que procedían de la propia Tierra. Supone una gran decepción para los que nos habíamos ilusionado, pero no debemos olvidar que nos avisaron para que no nos hiciésemos ilusiones, así que no tenemos a nadie a quién culpar. Se siente.

Una señal terrestre, la respuesta el misterio de RATAN-600

RATAN_green

Por si no lo recordáis, la señal a la que nos referimos fue detectada hace un año, aunque no se habló de ella a la población hasta hace unos días, cuando el equipo de astrónomos responsables del hallazgo comunicó la naturaleza de una señal muy potente detectada por RATAN-600, uno de los radiotelescopios del SETI.

En un principio, la señal parecía proceder de una estrella de características similares al Sol, situada en la constelación de Hércules, aunque los investigadores avisaron que con las pruebas de las que disponían era muy arriesgado afirmar tal cosa con seguridad.

Además, existían muchos motivos plausibles para explicar su procedencia, pero aún así la mínima probabilidad de que su origen estuviese relacionado con una civilización extraterrestre fue más que suficiente para hacer volar la imaginación de astrónomos y aficionados a la astronomía.

seti

Sea como sea, había que analizar en profundidad esta señal, por lo que inmediatamente un equipo de científicos del Observatorio de Astrofísica Espacial de la Academia de Ciencias Rusa se puso manos a la obra, descubriendo lo que en el fondo muchos de ellos se temían: la señal era tan potente porque no procedía de ninguna estrella lejana, sino de aquí mismo, del planeta Tierra.

Su origen igualmente no está claro, quizás tenga que ver con algún tipo de actividad militar, pero lo que sí ya está totalmente claro es que, si hay vida extraterrestre inteligente ahí fuera, no vive en esa estrella en la que tantas expectativas habíamos depositado. O quizás, sí. ¿Quién sabe? A lo mejor saben de nosotros, pero no tienen ningún interés en que lo sepamos. ¿Qué opináis vosotros? Seguid soñando, porque esa posibilidad no hay ningún radiotelescopio que nos la pueda quitar.