Uno de los grandes sueños a los que todo astrónomo aspira es el de localizar alguna señal coherente de vida extraterrestre.

A lo largo de la historia se han dado algunos atisbos de este tipo de muestras alienígenas, como la señal WOW, detectada por el telescopio Big Ear en 1977; pero, del mismo modo que ésta, todos acaban sucumbiendo ante la imposibilidad de reproducirlos.

Esto no impide que la población en general se siga “viniendo arriba” cada vez que aparece una nueva señal misteriosa procedente del espacio, como la que ha sido hallada recientemente con ayuda del radiotelescopio RATAN-600, situado en Rusia y enmarcado dentro del conjunto de telescopios SETI, dedicados a la búsqueda de inteligencia extraterrestre.

La misteriosa señal del espacio que ha captado la atención de los astrónomos

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Fue hace ya un año cuando un equipo de astrónomos, encabezados por el italiano Claudio Maccone, se sorprendió al comprobar que RATAN-600 había detectado una curiosa señal, procedente de  HD164595, una estrella situada a 95 años luz, en la constelación de Hércules.

Este hallazgo resulta de gran interés principalmente por dos causas:

• Porque la señal, de 2’7 centímetros de longitud de onda y 11 GigaHerzios de frecuencia, debe ser muy poderosa para haber llegado hasta nosotros desde una distancia tan lejana. De hecho, los científicos calculan que, de haber sido enviada en única dirección, se requeriría una potencia de 50 billones de vatios, una cifra que aumentaría mucho más si la señal se hubiese lanzado en todas direcciones.
• Porque las características de la estrella HD164595 son muy similares a las de nuestro Sol, tanto en temperatura, como composición y antigüedad; por lo que, en caso de haber en sus inmediaciones pequeños planetas rocosos indetectables por los telescopios, no sería descabellado pensar en la posibilidad de existencia de vida.

Aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo

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A pesar de lo emocionante que ha resultado este hallazgo para sus responsables, es aún muy pronto para tratar de buscar conclusiones precipitadas.

De hecho, ni siquiera ha sido publicado más allá de un blog personal sobre astronomía y de las declaraciones realizadas por Maccone a Business Insider.

Para poder darle importancia, será necesario reproducir el hallazgo, por lo que los astrónomos del SETI planean volver a intentarlo el próximo lunes.

Sea como sea, ya avisan que el RATAN-600 no dispone de la habilidad de detectar la procedencia exacta de la señal, por lo que sólo se puede afirmar que está en las inmediaciones de la estrella citada, pero no que sea ésta exactamente.

Por otro lado, el comité del SETI se ha citado el próximo 27 de septiembre para debatir sobre el tema en el 67 Congreso Internacional de Astronáutica de México, por lo que quizás entonces tendremos nueva información sobre las diversas teorías acerca de esta señal del espacio que, inevitablemente, nos lleva a solar con otros nuevos y lejanos mundos, por muy poco probable que sea.