Las matemáticas y la probabilidad a menudo nos pueden ayudar a salir de más de un dilema existencial.

Nos pasamos toda la vida tomando decisiones: A qué nos queremos dedicar, dónde queremos vivir, con quién queremos compartir nuestra vida… y aunque es cierto que en muchas ocasiones somos empujados por las circunstancias, en otras tantas la elección acaba convirtiéndose en un gran quebradero de cabeza.

Esto es parte de la vida y no tiene por qué angustiarnos, pero si queremos ahorrárnoslo siempre podemos usar las matemáticas; ya que, según afirma el científico cognitivo Tom Griffiths y el periodista Brian Christtian en el libro sobre el tema que han escrito juntos, la estadística esconde una “cifra mágica” que nos puede ayudar a tomar más de una decisión.

La regla del 37% que te ayudará a tomar decisiones

Businessman choosing the right door

Según los responsables del libro, la regla del 37% es la solución a todos nuestros problemas decisivos; ya que, según explicaría la experiencia, cuando ya hemos analizado el 37% de nuestras posibles opciones tenemos la información necesaria para elegir, debido a que habremos conocido bastantes opciones sin perder tiempo en conocer posibilidades que no escogeríamos.

Esto es aplicable a selecciones de puesto de trabajo, elección de carrera y todo tipo de problemas en los que es necesario elegir una entre varias opciones. 

Como ejemplo, hablan de un experimento mental que tuvo lugar en los años 60 y que consistía en elegir una secretaria entre varias opciones, sin poder dar marcha atrás en caso de que finalmente la mejor opción fuese una de las primeras.

Según la explicación del problema, si elegimos entre tres candidatas, lo mejor es esperar a la segunda. Si es mejor que la anterior habría que elegirle, sin esperar a la tercera, mientras que si no lo es sí que habría que llamar a la siguiente.

En el caso de que fuesen cinco, se comenzaría a juzgar a partir de la tercera y así sucesivamente.

El uso del 37% para saber la mejor edad para elegir pareja

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El caso de la selección de parejas en la vida real se asemeja mucho al ejemplo de las secretarias, ya que si vamos dejando pasar opciones por regla general no se puede dar marcha atrás, ya que posiblemente los candidatos habrán seguido haciendo su vida y puede que ya no quieran o, simplemente, estén emparejados.

Pues bien, si establecemos la edad para elegir pareja definitiva entre los 18 y los 40 años, la regla del 37% nos haría detenernos en torno a los 26 años.

Debe tenerse en cuenta que no hablamos de casarnos a esa edad, ni tampoco de quedarnos con la persona que elijamos en ese momento aunque sea un ser despreciable. Simplemente, hablamos de plantearnos si esa persona es mejor que todas las anteriores y, si es así, no seguir buscando.

Esto es apoyado por las teorías de algunos sociólogos, que han comprobado que las parejas que establecieron lazos después de los 32 años tienen un 5% más de posibilidades de divorcio, por lo que podría tener un sentido estadístico.

¿Debemos hacerle caso a esta teoría entonces? Está en manos de cada uno; pero, en mi humilde opinión, a pesar de tener formación científica considero que las relaciones de pareja no son una ciencia exacta y que en este caso aprendemos a base de equivocarnos y la solución al puzzle la podemos encontrar en cualquier momento de nuestras vidas. Así que yo me quedaría con el dato curioso y nada más. De todos modos, si vosotros sois de los que prefieren ponerse en manos de la estadística, comenzad a ajustar vuestras agendas.