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El árbol de la muerte, la planta cuyo nombre lo dice todo

Os contamos algunas curiosidades sobre el árbol de la muerte, una planta peligrosa desde la savia hasta la corteza, pasando por el fruto.

1 julio, 2016 11:53

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Quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.

Sí, eso dice el refrán, pero cuidado con el árbol que elegís para arrimaros, porque aunque parezcan plantas inofensivas alguno de ellos os puede dar un buen susto.

Como ejemplo, hoy os vamos a hablar del árbol de la muerte, también conocido como manzanilla de la muerte, con motivo de la forma de su fruto, una pequeña manzana cuya ingesta puede llevar a la muerte a quién la toma. ¿Pero pensáis que eso es lo único peligroso de este árbol? Si es así nos os vais a creer todo lo que os vamos a contar.

El árbol de la muerte, tan terrible como suena

arbol muerte 1

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Hippomane mancinella, conocido también como árbol de la muerte o manzanilla de la muerte, es un árbol de la familia de las euforbiáceas típico de regiones costeras del Caribe, las Bahamas, el Golfo de México, algunas zonas del norte de América del Sur e incluso en el estado de Florida, en Estados Unidos.

A pesar de su apariencia inocente y su fruto similar a una pequeña manzana convencional, este árbol resulta peligroso desde su corteza hasta su savia, por lo que lleva siglos siendo temido por los habitantes de las zonas en las que crece.

De hecho, se cuenta que algunas tribus en el pasado lo usaban como instrumento de tortura, para lo que ataban en ellos a sus víctimas, que se quemaban primero con la corteza y después con la savia que caía sobre ellos disuelta en el agua de la lluvia.

¿Por qué es tan peligroso el árbol de la muerte?

arbol de la muerte

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La causa principal de la letalidad de este árbol reside en los efectos de un gran número de toxinas, aunque la sustancias más perjudicial que contienen parece ser un compuesto orgánico, llamado forbol. Es una sustancia muy utilizada en investigación, ya que a menudo su poder como promotor tumoral lo hace de gran utilidad a la hora de crear modelos de laboratorio para estudios biológicos sobre la carcinogénesis; pero como todo en la vida tiene dos caras, encontrarse con ella en el campo puede convertirse en nuestra peor pesadilla.

Como resultado, el mero roce de la corteza del tronco de estos árboles puede causar quemaduras y ampollas en la piel y el consumo de una porción mínima de su fruto provoca inmediatamente el cierre de la garganta, seguido de ardor, hinchazón del cuello a causa de la filtración a los ganglios linfáticos y problemas digestivos que incluso pueden desembocar en la muerte.

En cuanto a su savia, fijaos hasta qué punto es corrosiva que puede atravesar tejidos de algodón y otras telas similares, alcanzando la piel en un periodo corto de tiempo.

¿Y qué pasa si se queman estos árboles? Podría ser una buena forma de evitar accidentes indeseados, ¿no? Pues, además de que ningún árbol debe ser quemado por muy perjudicial que resulte, tratar de hacérselo a éste no es una buena idea, ya que el humo resultante podría causar irritación en las mucosas, picor de ojos e incluso ceguera.

Por lo tanto, la mejor solución para humanos y otros mamíferos es mantener una distancia prudencial con estos árboles tan peculiares. Eso sí, a las iguanas todo esto les importa bastante poco, pues se las ha visto campar a sus anchas por las ramas e incluso alimentarse de su fruto. Y precisamente por estas razones la naturaleza nunca dejará de sorprendernos.