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¿Es bueno para los niños hacer deberes en casa?

Hacer los deberes es uno de esos hábitos que cuentan con muchos defensores y detractores y hoy os contamos qué piensan los profesionales.

14 junio, 2016 19:15

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¿Los deberes son buenos o malos?

Ésta es la eterna pregunta que llevan años y años haciéndose padres, profesores y políticos. Ya os contamos en un artículo cómo puede afectar a la salud psíquica de los niños de primaria la realización de tareas como la reválida, pero hasta ahora no nos habíamos parado a hablar de los efectos de la famosa tarea.

Éste siempre será un tema peliagudo que divide a la sociedad entre las personas que piensan que es demasiada carga para niños tan pequeños y las que creen que es un factor esencial para su éxito académico. Quizás ambos grupos tengan su parte de razón, pero según Gerald K LeTendre, profesor de la Universidad de Pennsylvania, lo que está claro es que el modo en que se realiza en la mayoría de países no es beneficioso para los pequeños de la casa.

¿Contribuye la realización de la tarea al éxito académico de los niños?

exito-academico

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Un grupo de investigadores dirigido por LeTendre llevó a cabo en 2007 un estudio en el que se comprobaban los resultados en matemáticas de niños de cuarto curso de primaria de 59 países de todo el mundo, comparándolo después con la cantidad de tarea que tenían que realizar a diario.

El hábito de hacer los deberes en casa está muy extendido a lo ancho de todos los continentes, ya que sólo un 7% de los niños entrevistados aseguraron no tener esta costumbre.

Sin embargo, sí que es cierto que la carga de tarea elegida por los profesores en las distintas zonas era muy diferente, del mismo modo que también lo eran los resultados en las pruebas de matemáticas.

Por ejemplo, se comprobó que los países en los que había más carga de deberes eran aquellos con menor nivel de ingresos y más desigualdad social y, también, que muchos de los que se encontraban en los primeros puestos en las pruebas realizadas realizaban una cantidad de deberes muy por debajo de la media internacional.

Por lo tanto, si nos basáramos sólo en estos datos parecería estar más que claro que no existe una correlación entre el éxito académico y la realización de deberes, aunque según el profesor LeTendre éstos no son datos suficientes para realizar con seguridad tal afirmación.

¿Cómo afecta hacer los deberes a la salud de los niños?

niña-cansada

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En las entrevistas realizadas a los niños durante el estudio casi el 10% afirmaron pasar varias horas de la noche llevando a cabo la tarea. ¿Y por qué no la hacen por la tarde?, os preguntaréis. No olvidéis que hoy en día ha llegado a muchos países la fiebre de las actividades extraescolares, que lleva a que después de una hora de pintura, dos de piano, una de tenis y otra de ballet los niños sólo puedan hacer la tarea por la noche, quitándose con ello varias horas de sueño.

Si ya de por sí nosotros nos las vemos y nos las deseamos para llevar a cabo nuestras tareas diarias imaginad lo duro que debe ser para un niño. Y puede que creamos que los estamos entrenando para la vida adulta, pero según los psicólogos lo único que conseguimos de esa manera es producir en ellos un gran estrés que daña severamente su salud tanto física como psíquica.

Además, la falta de sueño origina un peor rendimiento, por lo que en realidad lo que se consigue es el efecto contrario al deseado.

¿Cuál es la solución al problema de la tarea infantil?

Homework

Homework

Según el profesor LeTendre la solución no es algo tan radical como eliminar la tarea, ya que bien llevada ésta sí que puede tener muchos efectos beneficiosos para el desarrollo cognitivo de los niños.

Por eso, lo importante es el diseño de tareas personalizadas, en las que se tengan en cuenta las circunstancias personales de los niños y cuáles son las habilidades que deben ser reforzadas.

Para ello, por lo tanto, sería necesaria una mayor implicación tanto de padres como profesores; pero valdría la pena, ya que el resultado sería conseguir niños mejor formados y, sobre todo, más felices. Al fin y al cabo ése debe ser siempre el objetivo final de un niño.