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Tecnología

El triste secreto detrás del aspecto de los hobbit

Un grupo internacional de investigadores desvela el secreto del aspecto del hobbit característico de los habitantes indonesios de hace 80.000 años

10 junio, 2016 19:23

El fosil humanoide de reducida estatura registrado en el Sureste de Asia conocido cómo “el Hobbit“, está un paso más cerca de confirmarnos si era un Homo sapiens pequeño, o una nueva especie.

Quién nos diría, que un par de rocas y trozos de huesos podrían ofrecernos tanta información acerca de lo ocurrido millones de años atrás en los confines de la tierra. A la hora de identificar la naturaleza de un fósil, es todo un reto diferenciar entre algún banco de fósiles similar al hallado, y señalar si nuestro descubrimiento puede ser una escisión de la especie conocida, una población con una característica especial o incluso una especie totalmente distinta.

En este sentido, la comunidad científica mantuvo un debate con los fósiles de una población humanoide reducida procedente de Flores, en el Sureste asiático. Si os gustan las novelas de Tolkien o la adaptación al cine de su magia, conoceréis a esas pequeñas personillas que poblaban la comarca, que desayunaban varias veces al día y cuyo tamaño los definía cómo “medianos” por parte de sus parientes humanos de Gondor. Mientras que en el prólogo de El Señor de los Anillos se situaban a los hobbits y a los humanos alrededor de un origen común, los fósiles de Flores no dejaban claro si son parientes del Homo Sapiens, o resulta en la casualidad de una población que por cualquier motivo sea de reducido tamaño.

Los investigadores diagnosticaron que LB1 tenía síndrome de Down

homo florensis

homo florensis

LB1 es el conjunto de fósiles más completo recuperado de un individuo de la población de Flores, y ha servido cómo patrón en la investigación del origen de estos humanoides. Lo que más nos sorprendió, fue que el individuo al que pertenecían estos fósiles se le diagnosticó el síndrome de Down, una anepluidía caracterizada por la trisomia del 21.

Las características del síndrome de Down son apreciables físicamente, debido al reducido tamaño del cerebro y por ello de la cavidad craneal debido al retraso en el desarrollo cognitivo. Sin embargo el diagnóstico en fósiles no es nada sencillo, ya que hay tejidos que desaparecen, junto con los cambios morfológicos característicos del grupo de fósiles de su era, de forma que no podamos afirmar con total seguridad que el individuo padecía síndrome de Down.

Pero no os preocupéis, porque ya han desvelado el secreto del aspecto de Hobbit de esta población de fósiles, y su relación con el síndrome de Down.

La verdad sobre el aspecto del hobbit

Sindrome Down y fósiles

Sindrome Down y fósiles

La imagen que nos proporciona el grupo de investigadores internacional liderado por el profesor de anatomía Karen baab del Midwestern University en Glendale, refuta que el fósil LB1 perteneciente al Homo floresiensis no padecía síndrome de Down gracias a una reconstrucción tridimensional de la figura del cráneo.

El estudio publicado en la revista PLOS ONE encontró que el cerebro de LB1 era mucho más pequeño que en los individuos con síndrome de Down, además del tamaño de la barbilla y la cavidad craneal que situaban fuera del rango de tamaños en humanos.

La altura del individuo LB1 sería de 1.09 metros, y la característica principal residía en el tamaño del fémur, pues era desproporcionalmente corto en relación con los pies y brazos comparado con todos los humanos.

La conclusión que gustará a los amantes de ESDLA

Con todas las pruebas reunidas, queda totalmente lejana la hipótesis que el individuo LB1 y la población que habitaba la isla Indonesia de Flores hace 80.000 años padecían síndrome de Down, y por consiguiente eran una especie de humanoides arcaicos a los que podríamos correctamente asignarle el término de Homo florensis.

El ancestro del Homo sapiens tenía el aspecto de un Hobbit, y aunque sepamos con certeza que no padecía el síndrome de Down, no podemos confirmar si desayunaban varias veces al día, vivían apaciblemente en la comarca de Flores, o tenían la difícil misión de llevar el anillo único al Monte del Destino.