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7 consejos para activarte por las mañanas sin necesidad de café

¿Odias el café y no sabes qué hacer para activarte por las mañanas? Con estos siete consejos encontrarás la solución.

9 mayo, 2016 09:04

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El café es la pócima mágica que consigue que seamos capaces de entrar en el mundo por las mañanas.

Gracias a él pasamos de dar los buenos días mediante gruñidos a saludar alegremente a los demás y de ser incapaces de deletrear nuestro nombre a llevar a cabo todo el trabajo que nos pongan por delante.

Sin embargo, algunas personas no pueden consumir cafeína por motivos de salud o simplemente porque no les gusta. ¿Qué pasa con ellos entonces? ¿Seguirán comunicándose a través de gruñidos hasta que el aire fresquito de la calle los espabile? No temáis; porque, pensando en ellos, los chicos de ASAP Science han publicado un vídeo en el que nos dan siete consejos para que nos activemos por las mañanas sin necesidad de café. Y todo ello avalado por la ciencia. ¿Aún no lo habéis visto? Os lo contamos.

1. Abre la ventana para activarte por las mañanas

ventana

ventana

De pequeños odiábamos momentáneamente a nuestras madres cuando, al ver que no había manera de que nos levantásemos para ir al colegio, optaban por subir la persiana de nuestra habitación de golpe.

Lo que más fastidiaba era el ruido ensordecedor que producía, pero el impacto repentino con la luz del Sol (si es que ya había salido) también favorecía que, quisiéramos o no, saliéramos de nuestro letargo y acabásemos por salir de la cama.

Pues bien, más allá del ruido de la persiana, lo de la luz sí que está sostenido por la ciencia y la culpa de todo al tiene la melatonina. Como os hemos contado en otras ocasiones, se trata de una hormona encargada de controlar los ciclos de sueño según el momento del día en que nos encontremos. Por eso, bajo la oscuridad se segrega en más cantidad, indicando que es de noche y, por lo tanto, hora de dormir; mientras que sus niveles disminuyen drásticamente cuando aumenta la claridad.

Por ese motivo, si subimos la persiana y la luz del Sol invade la habitación nuestro organismo será consciente de que es de día y nos animará a salir de la cama, disminuyendo la sensación de fatiga.

¿Conocían esto nuestras madres? Pues no lo sabemos, pero posiblemente sí, que para eso las madres lo saben todo.

2. Date una ducha de agua fría para entrar en el mundo

alcachofa de ducha

alcachofa de ducha

Muchos estudios científicos demuestran que el contacto con el agua fría activa varias regiones cerebrales responsables de la vigilia y, además, el cambio de temperatura eleva nuestra tasa metabólica, disminuyendo con ello la fatiga.

A lo mejor en invierno esto no es muy factible, pero el consejo está ahí y ahora que viene el verano es un buen momento para ponerlo en marcha.

3. Bebe agua durante la noche… y durante el día

beber-agua

beber-agua

Como sabéis, nuestro organismo está compuesto aproximadamente por un 60% de agua, pero no se mantiene de forma estable, por lo que debemos reponerla a medida que la perdemos.

Uno de los momentos del día en los que más agua perdemos es durante la noche, ya que solemos ir al baño y sudar mucho y, además, la propia respiración también nos hace perderla. Vale, sí, durante el día también respiramos, sudamos y vamos al baño; pero, por lo general, durante el día solemos beber agua, mientras que si pasamos 8 horas en la cama serán ochos horas sin tomar ningún líquido.

Por este motivo, aunque no lo notemos, a veces despertamos con un poquito de deshidratación, que es más que suficiente para que disminuya nuestro estado de alerta y aumente la fatiga. Por eso, beber un vaso de agua por la mañana puede ayudarnos a reponernos de ese estado.

Lógicamente, también deberemos seguir bebiendo durante el resto del día para seguir estando activos y sanos.

4. Toma un desayuno saludable

desayuno

desayuno

¿A quién no le gusta tomar chocolate y tortitas para desayunar? Puede que el café no le guste a todo el mundo, pero hay que ser peculiar para que no te gusten el chocolate y las tortitas. Sin embargo, si lo que queréis es estar activos y espabilados esa no es la mejor opción, ya que se ha comprobado que el consumo de azúcares simples disminuye el estado de alerta, mientras que si se ingieren alimentos ricos en fibra y carbohidratos, como los cereales, la fruta o el pan, ocurre el efecto contrario, aumentando el estado de alerta y, además, aumentando la función cognitiva para el resto del día.

Por otro lado, el consumo de grasas y azúcares nos lleva a comer más durante todo el día, haciendo que sus efectos aumenten aún más, mientras que la fibra y los carbohidratos producen un efecto de saciado mucho más beneficioso.

5. Bebe zumo de naranja. O la naranja entera

zumo de naranja

zumo de naranja

Si a todo lo anterior le sumáis un zumito de naranja, mejor que mejor. Está demostrado que los cítricos contienen grandes cantidades de flavonoides, unas sustancias conocidas por disminuir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas.

Además, la naranja también tiene grandes cantidades de fibra, pero si queréis tomarla no debéis filtrar el zumo, ya que la mayoría se encuentra en la pulpa.

6. Realiza ejercicio físico

deporte

deporte

Seguro que alguna vez habéis escuchado eso de “yo me voy a correr por la mañana y así ya cojo el día con más ganas“. Más allá de los dichos o la sabiduría popular, lo cierto es que esa afirmación es una gran verdad.

Básicamente, se debe a que la actividad física favorece el aumento del flujo sanguíneo por todo el cuerpo, facilitando la llegada de oxígeno al cerebro y aumentando la actividad del hipocampo, que es la región cerebral asociada a la memoria y el aprendizaje.

Además, se segregan grandes cantidades de neurotransmisores asociados a la sensación de bienestar.

7. Comienza tu día escuchando música

musica_y_placer

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La música es la medicina del alma. Al menos eso es lo que dicen y, sin necesidad de ponernos místicas, la verdad es que la música tienen bastantes propiedades beneficiosas para nuestra salud.

Además, da lugar a un efecto de excitación y dilatación de los vasos sanguíneos que favorece que empecemos el día con fuerza, y activa zonas cerebrales asociadas al movimiento y la emoción.

Por último, también favorece la secreción de la dopamina, uno de los neurotransmisores relacionados con la sensación de bienestar y felicidad.

El café tiene muchísimas virtudes, sí, pero si no podéis beberlo después de leer esto ya no tenéis excusa para no empezar el día con ganas.