El crerbo hmunao es aosmobrso.

Aunque la frase parece escrita por un disléxico, seguro que no habéis tenido ningún problema para entenderla, del mismo modo que tampoco lo habréis tenido para descifrar esos típicos textos virales en los que sustituyen números por letras y aseguran que sólo un porcentaje muy bajo de la población es capaz de leerlo.

Pues no es por quitaros la ilusión, pero en realidad no es necesario ser un superdotado para hacerlo, sólo basta con tener un cerebro que trabaje normalmente. Y con entender el idioma en el que está escrito el mensaje, claro.

¿Cómo reacciona nuestro cerebro ante la sustitución de letras por números?

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Como describió un grupo de científicos españoles en la revista Neuropsychologia, cuando leemos uno de estos mensajes que alternan números y letras, las zonas cerebrales encargadas de diferenciar los números apenas se activan; ya que, debido a su parecido con las letras, se asocian directamente con ellas.

Para llegar a esta conclusión, mostraron a una serie de voluntarios la palabra MATERIAL escrita de dos maneras; una con números de forma similar a la letra que sustituyen (M4T3R14L) y otra en la que los números eran aleatorios, sin ninguna similitud (M9T6R26L).

Al examinar la actividad cerebral de los participantes, comprobaron que, efectivamente, la interpretación que realiza el cerebro depende el contexto, por lo que automáticamente transforma los números en las letras a las que se parecen.

Como afirma Jon Duñabeitia, uno de los investigadores que realizaron el estudio, en realidad es algo así como si leyésemos un texto escrito por alguien con muy mala letra. Aunque cualquier parecido con una caligrafía normal sea pura coincidencia, nuestro cerebro suele ser capaz de identificar lo que pone; algo que, si lo pensáis, tiene muchísimo sentido; pues si nuestro cerebro no admitiese variaciones en la forma de las letras, sólo seríamos capaces de leer textos en Times New Roman de toda la vida.

¿Pero qué pasa con las letras cambiadas de sitio?

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Seguro que todos tenéis uno de esos amigos que escribe a ordenador sin mirar a la pantalla y, como consecuencia, no se da cuenta de las letras cambiadas de lugar que va dejando a su paso.

Es muy fácil leer un texto y saber que lo han escrito ellos, pero no es difícil entenderlo ¿verdad?

Se debe a una cualidad, llamada tipoglicemia, según la cual somos capaces de leer palabras con las letras desordenadas siempre y cuando la primera y la última sí sean correctas.

De hecho, en un estudio publicado en la revista Psychological Science, un grupo de investigadores afirma que no sólo es posible,sino que es mucho más fácil de descifrar que la sustitución por números.

Eso sí, al contrario de lo que hemos podido ver viralizando en nuestras redes sociales, estos científicos no eran de la Universidad de Cambridge, sino de las de Massachusetts y Durham.

Por otro lado, todo esto se debe a la capacidad de nuestro cerebro para rellenar huecos con datos conocidos, por lo que el contexto del texto también es muy importante.

¿Cómo se aprovecha la publicidad de esta sustitución de letras por números?

Visto y comprobado que nuestro cerebro no tiene ningún tipo de problema para leer mensajes desordenados o con números en el lugar de letras, son muchos los correos promocionales que escriben mal el nombre de su producto a propósito para evitar ser relegados a la bandeja de spam. Un gran ejemplo es el de los típicos mensajes de v1agra, que cada vez abarrotan más bandejas de entrada, por muy plena que sea la vida sexual de su propietario (la i está cambiada por un 1, ¿os habíais dado cuenta?)

Espero que no haya sido muy decepcionante saber que no pertenecemos a ese privilegiado 15% capaz de leer estos textos alterados. Pero no os sintáis mal, que no seamos los únicos no quiere decir que nuestro cerebro no sea maravilloso, ¿n0 e5 ceirto?