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La leyenda de la Luna y el Sol

¿Conocéis la historia de amor que cuenta la leyenda de la Luna y el Sol? Hoy os la contamos en la sección de leyendas de la astronomía.

17 marzo, 2016 11:11

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En esta sección os hemos contado historias mitológicas sobre el origen de muchas constelaciones, una lluvia de estrellas preciosa o incluso nuestra propia galaxia. ¿Pero qué pasa con la Luna y el Sol?

La Luna y el Sol son dos de los astros con los que más familiarizados estamos. Seamos o no expertos en la materia, lo cierto es que, si las condiciones meteorológicas lo permiten, podemos verlos cada día, de modo que probablemente no haya nadie sobre la faz de la Tierra que no sepa lo que son.

Sin embargo, mucho menos conocida es la leyenda griega sobre su supuesto origen. En ella, aparecen algunos de los dioses que ya hemos mencionado en otras historias y resulta tan curiosa y atractiva que era inevitable hablaros de ella.

Según los griegos, esta es la leyenda de la Luna y el Sol

sol-luna

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Cuenta la leyenda que el Sol y la Luna eran dos jóvenes humanos que se profesaban un amor inconmensurable. Todo el mundo hablaba de su romance, desde la Tierra hasta el Olimpo, por lo que la noticia no tardó en llegar a Afrodita, la diosa del amor y la belleza.

Afrodita trató de enamorar a Sol

Llena de envidia, Afrodita bajó al mundo de los mortales y, haciendo gala de sus grandes dotes de seducción, trató de enamorar al joven Sol. Después de cientos de requiebros y caricias, el chico terminó por confesar a la diosa que, aun siendo consciente de que no había en el mundo una belleza mayor a la suya, él estaba perdidamente enamorado de la Luna y jamás podría serle infiel.

Sol rechazó a Afrodita, por Luna

eclipse (1)

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El rechazo es duro para todos nosotros, pero imaginad cómo debe serlo para la diosa del amor. Por eso, Afrodita montó en cólera y decidió castigar a los dos jóvenes, enviándolos al cielo de modo que jamás pudiesen volver a estar juntos. Por esa razón, desde entonces, él sólo puede verse por el día, mientras que ella lo hace por la noche.

A pesar de todo, Zeus decidió apiadarse de ellos y, tras hablar con el Sol, le aseguró poder ver a su amada siempre que lo intentara con todas sus fuerzas. Así, a veces, cuando el joven hace acopio de todas sus energías y el Sol brilla con gran intensidad, se puede ver levemente a la Luna, que lo saluda desde el horizonte.