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Tecnología

Disfonía y afonía: qué hacer para recuperar la voz

La voz es uno de nuestros instrumentos más preciados y por ello debemos conocer cómo conservarla en perfecto estado y protegerla de disfonía y afonía.

8 marzo, 2016 17:07

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La disfonía, a menudo confundida con la afonía, es un trastorno de la voz  en el que se altera la calidad de ésta.

Si eres de los que después de hablar durante bastantes horas o bien tras una noche de fiesta sientes seca tu garganta y apenas  puedes emitir sonido alguno, entonces  estarás familiarizado con la expresión “quedarse afónico”.  Sin embargo, la afonía es un problema grave y distinto de la típica ronquera que afecta a aquellas personas que suelen alzar la voz de manera asidua,  aunque ambos trastornos se encuentran estrechamente relacionados.

Es decir, cuando alguien presenta una disfonía es capaz de hablar pero con dificultad, la voz pierde calidad acústica, y es necesario forzarla para que salgan las palabras.  La afonía, por su parte, puede ser la etapa final de una disfonía crónica, un problema no tan frecuente  pero que implica la pérdida total de voz, debido a un uso excesivo de las cuerdas vocales. Entre las causas más frecuentes de estas afecciones, destacan las enfermedades del aparato respiratorio (como faringitis, laringitis o alergias), los productos que irritan la garganta como el tabaco el alcohol, o bien los cambios de temperatura en el ambiente.

¿Cómo se produce la voz?

singing

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La voz tiene su origen en la laringe, una estructura con cartílagos flexibles que actúan como soporte de unos músculos finos con forma de V y dispuestos de manera horizontal; las cuerdas vocales.  Para producir un sonido concreto, estas cuerdas vocales se contraen o se alargan.  Al mismo tiempo, tiene lugar un cambio en la presión del aire que sale de nuestros pulmones;  todo ello provoca una vibración que, al resonar por la laringe, produce el sonido que denominamos voz .

No obstante,  cuando existe un problema en las cuerdas vocales, esta vibración es defectuosa y la voz emitida presenta alteraciones, se torna ronca, rasposa, entrecortada, apagada, etc. Este cambio de voz anormal se conoce como disfonía.

Pero no todas las disfonías se deben a alteraciones anatómicas.  Por ejemplo, el cambio de voz que se produce en los varones adolescentes (entre los 15 y 18 años), se considera una forma de disfonía fisiológica, no dañina para el organismo. Por el contrario, pueden darse diversas causas de disfonía asociadas a otras enfermedades.  En los niños suele deberse a malformaciones congénitas, como los angiomas.

En edades más avanzadas, pueden aparecer  papilomas laríngeos, por infección viral. Pero sin duda, la hiperfunción vocal (es decir, el mal uso o abuso de la voz) es la principal razón de la dificultad a la hora de hablar, obligándonos a forzar las cuerdas vocales aún más para producir algún sonido, convirtiendo así el problema en una situación crónica en más de una ocasión.

Tratamientos para la disfonía y afonía

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Como sucede con la mayoría de trastornos del organismo, el tratamiento de la disfonía o afonía será específico según la causa de su origen. No  obstante, la extinción de la voz siempre requiere un descanso de la laringe y una buena hidratación de ésta (bebiendo agua en abundancia),  acompañado de antiinflamatorios en el caso de haber alguna infección.  En el caso de presentar pólipos en las cuerdas vocales, se debe realizar una intervención quirúrgica.

Además de conocer los tratamientos pertinentes, es importante establecer una correcta higiene vocal en caso de disfonías reincidentes, con el objetivo de evitar complicaciones en el futuro. Un logopeda puede resultar de tremenda utilidad en este aspecto.

Adoptar una buena postura y practicar la respiración diafragmática (a menudo utilizada por los cantantes para amplificar su voz) son dos pasos clave para reeducar la voz, y conseguir de este modo prolongar calidad y la vida de ésta.

Fuente | CEV