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¿Por qué las venas se ven azules si la sangre es roja?

En este artículo os contamos el efecto óptico que explica por qué las venas son azules, cuando sabemos que la sangre es roja.

5 marzo, 2016 20:50

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Hoy, como otras veces, os traemos la respuesta a una de esas preguntas sin contestar que siempre nos hacemos pero no nos atrevemos a preguntar.

Vale, puede que ésta nos os la hayáis hecho nunca, pero seguro que ahora, al verla escrita,  os pica la curiosidad. Todos los humanos tenemos la sangre roja, incluso la realeza, que no os engañen. Pero, entonces, ¿por qué las venas superficiales se ven de ese color azul verdoso tan característico?

La verdad es que no todas las venas se ven azules, sólo se ven así las que son muy superficiales, ubicadas aproximadamente unos 0’5 mm por debajo de la epidermis. Vamos, la vena típica del brazo que siempre os buscan para sacaros sangre y que suele ser de un azul intenso, por ejemplo. Pues bien , el motivo de este cambio de color es, como tantas otras veces, una ilusión óptica.

Por qué las venas son azules: La explicación científica

espectro

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Como sabéis, el espectro luminoso está formado por varias longitudes de onda, que se corresponden con los diferentes colores. Cuando la luz incide sobre nuestra piel, las longitudes más grandes,  correspondientes al rojo, penetran a más profundidad y son absorbidas por la sangre, de modo que serán las longitudes más cortas, de color azul, las que incidirán sobre las venas superficiales y se reflejarán, haciendo creer a nuestro ojo que el contenido de estos vasos sanguíneos es de ese color.

Por esta causa, además, aquellas personas que tienen la piel más fina y con menos grasa mostrarán las venas más azules, ya que están aún más cerca de la superficie.

Por otro lado, la sangre que fluye por las venas es de por sí más azulada que la de las arterias, ya que éstas últimas van cargaditas de oxígeno, mientras que las venas ya van de vuelta hacia los pulmones.

Así que ya lo sabéis, tanto vosotros como la reina de Inglaterra tenéis la sangre del mismo color. Y, además, vuestros ojos os engañan con las mismas bromas pesadas.

Vía: ABC