Hoy, en la sección del microbio de la semana, os hablamos de una bacteria que habita en uno de los ríos más pintorescos de España. Sí, nos referimos al Río Tinto, en Huelva y la bacteria es Acidithiobacillus ferrooxidans.

Si os interesa saber más de esta bacteria tan chula, os invito a leer el artículo.

Características de Acidithiobacillus ferrooxidans

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Acidithiobacillus ferrooxidans es una proteobacteria, cuya característica principal es su capacidad para metabolizar sustancias como el hierro y el azufre presentes en los depósitos de pirita, tranformándolos en  ácido sulfúrico.

Gram negativa y con forma de bastón, esta bacteria acidófila vive preferentemente a un pH de entre 1’5 y 2’5. Es capaz de sobrevivir a altas concentraciones de metales pesados, muy tóxicos para otras bacterias, por lo que es muy útil en procesos industriales de biolixiviación (extracción de metales).

Las características del Río Tinto

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La localidad de Río-tinto, en Huelva, ha sido conocida por sus minas desde tiempos muy lejanos, pero fue en el siglo XIX cuando experimentó su máximo apogeo, al ser éstas  compradas por un consorcio británico. De ellas se extraían cobre, oro, manganeso y otros minerales sulfurosos y el resultado de toda esa actividad minera iba a parar al río, cuyas aguas a día de hoy contienen altas concentraciones de metales, como el hierro que le da su color rojo característico. Además, el pH es muy ácido y los niveles de oxígeno muy  bajos.

Por eso, se creía que la vida allí era imposible; pero, curiosamente, se han detectado un gran número de microorganismos diferentes, desde nuestra bacteria de hoy hasta varios tipos de algas, protozoos y hongos. Este descubrimiento resultó muy sorprendente en su día, por lo que los científicos analizaron el medio en busca de una explicación, hallando que las condiciones reinantes se corresponden con el medio en el que se desenvolvió la Tierra durante el periodo Arcaico y que, además, son muy similares a las de Marte, por lo que encontrar vida allí podría no ser algo descabellado.

El papel de Acidithiobacillus ferrooxidans en la biolixiviación

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La biolixiviación es un proceso biotecnológico consistente en el uso de bacterias que se alimentan a través de la oxidación de metales sulfurados, liberando así los metales, que son  de gran interés para la industria. Un buen ejemplo es el del sulfuro de cobre, que resulta un manjar exquisito para nuestra bacteria de hoy. Por eso, al entrar en contacto con la roca, comienza el proceso oxidativo, extrayendo electrones y disolviendo el sulfuro de cobre sólido. De este modo se origina una disolución de sulfato de cobre, de la que se podrá extraer el metal de cobre fácilmente.

Como veis, nuestro microbio de hoy lo tiene todo: astronauta, minero y, sobre todo, amante de las experiencias en condiciones extremas.  Toda una bacteria renacentista.