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Los 2 secretos de la felicidad

22 febrero, 2016 20:26

Un estudio longitudinal llevado a cabo por el Departamento de Psiquiatría de Harvard, probablemente el más longevo en la historia de esta disciplina, ha revelado recientemente que la clave para una vida llena de felicidad está en las relaciones que mantenemos con nuestros seres queridos y las personas de nuestro entorno.

El estudio, con más de 75 años de trayectoria y cerca de unos 20 millones de dólares de inversión, estudia la vida de 268 hombres que fueron estudiantes de Harvard en los años 30 del pasado siglo. Uno de los directores de la investigación, el Dr. George Vaillant, destaca el caso de uno de los participantes del estudio: el doctor Godfrey Camille.

Al principio de comenzar el estudio, cuando Godfrey tenía sólo 19 años, parecía una persona normal y que tendría cierto éxito en su futuro dentro de la prestigiosa universidad. 10 años después, los investigadores lo describieron como “intratable, infeliz e hipocondríaco”. En una escala de estabilidad de la personalidad, el pobre Godfrey recibió la calificación más baja. Sin embargo, y más allá de toda predicción, el señor Camille se convirtió en una superestrella. Cosechó muchos éxitos, disfrutando de lo que hacía en el trabajo y fuera de él, además de contar con una red de apoyo social envidiable y una excelente relación con su mujer y sus hijos. ¿Cómo puede ser? ¿Qué ha marcado la diferencia? Este tipo de preguntas sólo pueden responderse gracias a un estudio de tal magnitud.

Sobreponerse a una infancia complicada

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La familia de Camille era de clase alta pero aislada socialmente y patológicamente suspicaz. Debido a la inseguridad y falta de autonomía que heredó y aprendió de sus padres, Camille desarrolló una estrategia de evasión de la responsabilidad que consistía en fingir malestar en la escuela para tener que ser atendido en la enfermería. Los profesores y médicos se cansaron muy pronto de esta actitud y le etiquetaron como neurótico. En realidad era hipocondríaco. Después de graduarse en la escuela de medicina de Harvard, el ya titulado doctor Camille intentó suicidarse. El estudio en el que entonces llevaba 10 años lo catalogó como “no apto para la práctica de la medicina“. Pero más allá del profundo malestar que sentía, tras varias sesiones con su psiquiatra, su visión de sí mismo cambió; la sintomatología hipocondríaca iba disminuyendo progresivamente.

A los 35 años tuvo una experiencia difícil que le cambió la vida. Lo hospitalizaron por 14 meses debido a una tuberculosis pulmonar. Cuando salió, recuperó esa seguridad emocional que su infancia nunca le había dado. Sabía que nada podría ser peor que ese año largo en una cama de hospital. Una vez dado de alta, Camille retomó su carrera profesional como médico, se casó y se convirtió en un líder en su campo, así como en un padre responsable. Su estilo de afrontamiento fue mutando de la evitación del malestar emocional a unos mecanismos más empáticos como son el altruismo y el deseo de ayudar a otros a crecer personalmente. Godfrey Camille se había convertido en un adulto generoso. Al contrario de lo que había contado a los investigadores poco después de graduarse, el Dr. Camille disfrutó durante los últimos años de su vida de ayudar a otros con sus problemas, así como él mismo había recibido ayuda en el pasado. Todo ese crecimiento lo atribuye a la superación de ese año en el hospital, donde aprendió a aceptar los aspectos negativos que tiene la vida, y conoció la bondad humana y la importancia de la conexión con los seres queridos.

Godfrey Camille murió a los 82 años de un paro cardíaco mientras escalaba en los Alpes, uno de sus pasatiempos favoritos. Su funeral estaba repleto de personas que le querían y admiraban.

Conclusiones del director del estudio: Aquí está la felicidad

Al contrario de lo que se hipotetizó desde los comienzos del estudio, el estatus socioeconómico de la familia no tiene ninguna correlación con el éxito económico, la salud mental y física, y la calidad de las relaciones sociales. La historia familiar de depresión y alcoholismo son irrelevantes para la consecución de los objetivos emocionales que alcanzó el Dr. Camille. Los factores de personalidad de sociabilidad y extraversión que tanto se valoraban en la época (y aún hoy en día) tampoco correlacionaron con esa capacidad de “florecer”.

En resumen, el predictor más relevante de una vida exitosa es la calidad de las relaciones íntimas y la habilidad de mantenerlas y hacerlas crecer conforme pasan los años.

No hubo diferencias significativas de poder adquisitivo en hombres con cociente intelectual “normal” y aquellos con una capacidad intelectual “superior”.

Sin embargo, los hombres con madres afectuosas cobraron $87.000 dólares más. Los hombres que tenían buena relación con sus hermanos y hermanas ganaron una media de $51.000 dólares más al año que aquellos que tenían una relación pobre. Los 58 hombres con puntuaciones más altas en afecto en sus relaciones tenían un sueldo de $243.000 dólares de media, comparado con los $102.000 de media de los 31 hombres con las peores puntuaciones. Por lo tanto, aunque en este caso específico se haya relacionado el éxito con la situación financiera, parece ser que lo más relevante es el amor. Y no hablamos estrictamente de amor romántico. El amor, en todos sus sentidos, está estrechamente ligado al éxito y el prestigio, al desarrollo de estrategias de afrontamiento que facilitan la intimidad.

No podemos elegir nuestra infancia, tampoco los puntos negros de nuestras vivencia. Pero historias de vida como la de Godfrey nos enseñan que incluso en situaciones muy oscuras siempre se puede crecer y avanzar. Las personas tenemos esa capacidad increíble de adaptación y cambio.

¿Quién le diría al joven Godfrey que, a pesar de haber intentado quitarse la vida, su camino en este mundo acabaría feliz y rodeado de seres queridos, haciendo lo que más le apasionaba?

En palabras del Dr. Vaillant, la felicidad es la carroza y el amor el caballo. Por lo tanto el secreto lo conocíamos todos desde el principio: amar y utilizar un estilo de afrontamiento de las situaciones de la vida que no empuje el amor ni a aquellas personas que nos aman lejos de nosotros.

Fuente: Greater Good Science Center

Imágenes: FlickrFlickrFlickr