Los tratamientos contra el Parkinson actuales no han cambiado sobremanera respecto a sus inicios. Seguimos intentando frenar la enfermedad, pero poder curar este trastorno neurodegenerativo sigue escapándose a nuestro conocimiento.

Asimismo, en algún momento alguien tuvo que empezar a usar la ahora archiconocida L-dopa, y eso ocurrió hace 50 años, de la mano de George Cotzias. Un nuevo vídeo, oculto durante todo este tiempo, demuestra cómo sus estudios ayudaron a tratar la enfermedad.

George Cotzias y los primeros tratamientos contra el Parkinson

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Los vídeos, publicados en la revista Neurology, fueron filmados por el mismo Cotzias en el Laboratorio Nacional de Brookhaven (Upton, Nueva York) en 1963. En aquel momento Cotzias estaba estudiando los efectos tóxicos del manganeso en los tejidos humanos, pues se encontraba con cuatro trabajadores de una mina de Chile que habían desarrollado manganismo, un síndrome muy similar al Parkinson, a raíz de la inhalación de polvo de manganeso.

Cotzias decidió viajar hasta Chile para incluir a los mineros en un estudio donde se usaba L-Dopa, una sustancia química que nuestro organismo convierte en dopamina (la cual está disminuida en la enfermedad de Parkinson, y por ello se usa como tratamiento).

Curiosamente, durante esa época ya se estaba probando la L-Dopa en pacientes con Parkinson en otras zonas del planeta, pero su éxito era escaso, ya que pequeñas cantidades de esta sustancia causaban graves efectos secundarios. Esto impedía que llegara suficiente L-Dopa al cerebro.

Sin embargo, y como podemos ver en el vídeo, tras varios meses de recibir L-Dopa los mineros fueron capaces de volver a alimentarse a si mismos, afeitarse, e incluso correr.

¿Por qué Cotzias sí tuvo éxito en sus primeros tratamientos contra el Parkinson?

En un inicio, el plan de George Cotzias con el uso de L-Dopa era revertir la decoloración de un área cerebral llamada sustancia negra, la cual se había relacionado con el Parkinson. Sin embargo, los mineros no mejoraron por ningún cambio de color cerebral, sino porque la L-Dopa colaboró para crear dopamina cerebral, la cual escasea en la enfermedad neurodegenerativa.

La duda es, ¿por qué Cotzias sí consiguió éxito en sus tratamiento contra el Parkinson? Según indicó el mismo científico, él cree que otros fracasaron en el uso de la dosis. En este caso, Cotzias diseñó una dosis de L-Dopa menor y más progresiva, de administración más lenta, pero para ser usada durante un largo periodo de tiempo. Así se evitaban los efectos adversos, pero se aseguraba que la sustancia química acabaría llegando al cerebro.

Una vez Cotzias convenció a sus colegas para usar el mismo procedimiento, la L-Dopa se postuló como tratamiento esencial contra el Parkinson. Y de hecho, sigue siendo ese el tratamiento que usamos, medio siglo después.

Vía | New Scientist.

Fuente | Neurology.