Llevamos algunos días viendo en diversos blogs la noticia de que han “descubierto” (primer fallo) cuatro nuevos elementos químicos que completarían la séptima fila de la tabla periódica; sin embargo nadie explica por qué esto no se ha hecho antes, qué dificultades tiene  ni qué importancia puede tener esto para el resto de los mortales. Así que vamos a darle un buen repaso a la noticia para responder a estas cuestiones y explicar un poco mejor lo que realmente significa la noticia y por qué debe valorarse mucho este nuevo avance en física nuclear.

La noticia, breve repaso

La noticia es cuanto menos sorprendente puesto que se han incluído de golpe cuatro nuevos elementos en la tabla periódica, cuando generalmente no entraban más de dos a la vez. Esto significa que los científicos consideran que existen suficientes pruebas de que realmente se han creado y medido dichos elementos en el laboratorio. Los elementos en cuestión aún no tienen nombre oficial y desde aquí rogamos encarecidamente que no les pongan nombres raros como al Unununio y sus amigos; Carbono, Estaño, Oxígeno… son nombre admisibles pero ununtrium, no.

Más allá de batallas perdidas sobre nombre que hay que releer cuatro veces para pronunciarlos, los elementos sintetizados son los número 113, 115, 117, 118 donde el número de cada uno de ellos hace referencia al número de protones (partículas con carga eléctrica en el núcleo) que tiene cada átomo de dichos elementos. De estos cuatro nuevos elementos no hay ninguno que sea estable, lo que significa que estos elementos se desintegran en una fracción de segundo después de ser creados. No parecen muy útiles, ¿verdad? Pero es que la meta no es conseguir estos elementos en concreto, como vamos a explicar ahora.

Los cuatro nuevos elementos son el camino, no la meta

Muchos al leer la noticia habrán pensado que genial, que qué gran descubrimiento y qué bien que lo hayan conseguido, pero la realidad es que estos cuatro nuevos elementos son soo el camino hacia algo más importante y que sí puede tener implicaciones prácticas para nosotros en nuestro día a día. Esta meta final es alcanzar la isla de estabilidad de los elementos pesados, una serie de elementos que teóricamente deberían ser aún más pesados que los sintetizados estos días, pero deberían también ser estables y no desintegrarse tan rápidamente; de momento solo tenemos ecuaciones, queremos hechos.