Aprendemos muchas cosas a través de la imitación: cómo caminar, tocar un instrumento o el deporte, entre otras cosas. ¿Cuáles son los procesos en el cerebro responsables de la imitación?

Desde hace algunos años, la ciencia ha estado examinando el papel de las neuronas espejo, pero todavía falta mucho para llegar a una comprensión completa de su funcionamiento. Un estudio centrado en pacientes neurológicos ha mostrado recientemente que al menos dos componentes del cerebro, cada uno desde un hemisferio diferente del cerebro, están involucrados en los gestos de la imitación. El estudio, llevado a cabos por investigadores de la Universidad de Milan, se ha publicado en la revista Neuropsychologia.

Tras una lesión cerebral (causada por un accidente cerebrovascular o una hemorragia, por ejemplo), los pacientes pueden presentar dificultades para imitar los gestos y movimientos de los demás, algo que se conoce como apraxia ideomotora (incapacidad de llevar a cabo una acción en respuesta a una orden verbal).

Apraxia ideomotora, punto de partida

En la historia de la neuropsicología, estos estudios se encuentran entre los mejor conocidos (el primera se realizó a principios de 1900), puesto que este déficit dificulta la terapia de rehabilitación dirigida a la recuperación de las habilidades motoras, ya que el paciente no puede realizar gestos ni que sea imitando al rehabilitador.

En los últimos 20 años, diversos estudios han encontrado un nuevo paradigma gracias al descubrimiento de las neuronas espejo. A pesar de ello, y como ya hemos indicado, aún queda mucho por avanzar con respecto a este tipo de neuronas. Muchos científicos creen que el hemisferio izquierdo tiene un papel dominante porque la apraxia ideomotora se presenta con más frecuencia en casos de daño unilateral cerebral del hemisferio izquierdo. Per claro, ¿cómo puede explicarse entonces el pequeño porcentaje de pacientes apráxicos que han sufrido lesiones unilaterales del hemisferio derecho?

Imitación motora y espacial

Los investigadores realizaron el estudio para responder a esta pregunta, y lo hicieron sobre 20 pacientes con lesiones cerebrales unilaterales en los hemisferios izquierdo o derecho, además de un grupo de control. La idea inicial era que la imitación se compone de al menos dos tareas distintas: la imitación motora y un componente espacial.

Esto se explica porque cuando tenemos que imitar los movimientos de otra persona, no sólo debemos repetir las acciones, sino que también tenemos que traducirlos a nuestro cuerpo (reflejarlos como si fueran un espejo). En el estudio, los pacientes realizaron tareas de imitación utilizando uno de los dos componentes, el motor o espacial. Entonces, se comparó el rendimiento de cada componente se clasificó en relación con el tipo de lesión.

Los resultados mostraron que lo importante en la imitación es la similitud entre lo que se ve y lo que se produce. Esto, por supuesto, depende del tipo individual de déficit. Esta similitud se refleja bien de forma anatómica, bien de forma espacial. Las lesiones en el hemisferio izquierdo afectan la imitación de la forma anatómica, mientras que las lesiones en el hemisferio derecho afectan a la acción espacial.

Fuente | Scuola Internationale Superiore di Studi Avanzati

Imagen | Jamie McCaffrey (Flickr)