Científicos suizos han logrado transformar oro de 20 quilates en una esponja de oro más ligera que el agua.

Tan ligera que puedes echarla sobre tu desayuno y el café apenas se inmuta. Si bien no termina de ser el metal más ligero del mundo, esta esponja de oro es todo un logro de la Química moderna. Materiales como el oro tiene muchos otros usos más allá de la joyería, suelen ser utilizados también en electrónica e investigación científica.

Se trata de oro en forma de aerogel, que no es otra cosa que un sólido de muy baja densidad altamente poroso. Pero otras capacidades como su modulación de color también lo hacen interesante.

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Esta espuma está creada a partir oro de 20 quilates tratado con proteínas lácteas y un baño de dióxido de carbono. Según su principal responsable, Raffaele Mezzenga de ETH Zurich, “este aerogel es mil veces más ligero que el oro convencional, más ligero que el agua y casi tanto como el aire que respiramos”. Por desgracia, con esta densidad el oro pierde una de sus mejores propiedades, la conductividad, dado que en esta forma los átomos están demasiado separados entre sí. Sin embargo, sí que tendría otras aplicaciones interesantes.

“Las propiedades ópticas del oro dependen en gran medida del tamaño y la forma de las partículas del químico. Podemos incluso cambiar el color del material, pues cuando cambiamos las condiciones de la reacción para crear este aerogel, obtenemos un oro de un intenso color rojo oscuro“. ETH Zurich cree que este nuevo material se haría un hueco no solo en joyería y diseño de relojes, sino en campos como la Química y la Óptica. Si bien la tecnología tras esta esponja de oro no consigue tanta ligereza como el material creado hace unos meses por Boeing, también tendrá cabida en un mundo en el peso de los dispositivos portátiles es cada vez más relevante.

Vía | Engadget