Actualmente existe cierta confusión entre las diferentes especialidades médicas responsables del dolor musculoesquelético, es decir, dolor en huesos, músculos o articulaciones (incluyendo tendones o ligamentos). Antes la mayoría de estos casos de dolor se derivaban a la especialidad médica de traumatología, sin más. Sin embargo, actualmente se está empezando a intentar hacer una mejor indicación: La traumatología trata las fracturas, o las complicaciones tras una cirugía de una fractura, pero NO los dolores musculares sin fractura previa, ni los dolores articulares o por osteoporosis, por ejemplo.

Hoy aprenderemos a diferenciar un poco estas tres especialidades.

¿Traumatólogo, reumatólogo o rehabilitador?

Como comentábamos al inicio, la traumatología se caracteriza por ser la especialidad médica dirigida a solucionar fracturas óseas puras, donde se incluirían daños en las articulaciones, tendones, meniscos o ligamentos. Repito, siempre tras un trauma (golpe) previo a la lesión.

Por ejemplo, y esto es un error muy común según he podido ver en las consultas, un dolor de hombro de varios meses de evolución sin golpe previo NO es una enfermedad para ir a un traumatólogo. Esto se llama comúnmente “hombro doloroso”, y pertenece a la especialidad de rehabilitación.

Por su parte, el reumatólogo se encarga de dolores óseos, musculares, articulares o ligamentosos que pueden tener una causa sistémica o autoinmune, es decir, que no se deben al desgaste del tiempo o del trabajo físico (como la artrosis, que sería un desgaste articular). En este caso entramos en la búsqueda de un complejo conjunto de moléculas llamadas anticuerpos, pertenecientes al sistema de defensa corporal, que se volverían en contra de nuestro organismo causando diversas enfermedades (¿recordáis el famoso Lupus del Dr. House?, es una enfermedad autoinmune donde existe dolor articular, que sería estudiada en reumatología)

Finalmente, tenemos al rehabilitador, que es el especialista médico encargado de los dolores óseos, musculares, articulares o ligamentosos debidos a una causa aguda (dolor residual tras una fractura, ya operada por el traumatólogo, pero que debe recuperar su funcionalidad), un golpe previo SIN fractura ósea, o dolores diversos por desgaste (como la artrosis, a partir de los 50 años).

En este caso los dolores más comunes suelen ser cervicalgias (dolor de cuello), lumbalgias (dolor de espalda), epicondilitis (dolor de codo) o el comentado hombro doloroso.

Traumatología, la especialidad de la vejez

Finalmente, como punto destacable de la traumatología tenemos la edad: Nos podemos dar un golpe a cualquier edad, con la consecuente fractura ósea, pero a partir de los 60-65 años la traumatología está a la orden del día. Las fracturas vertebrales, de cadera o rodilla suelen ser las más comunes en esta especialidad en edades avanzadas, con las consecuentes prótesis en dichas zonas en algunas ocasiones.

Por ello, no está de más saber donde acudir. Hoy en día disponemos de mayores facilidades con los recursos online, pudiendo incluso reservar cita con traumatólogos en Madrid sin movernos de casa si se diera el caso.

Pero, recordad: Según el tipo de dolor, el especialista médico es uno u otro, ¡importantísimo!