Los suplementos y alimentos deportivos son de gran interés, especialmente para aquellas personas que buscan algún tipo de mejora en su condición física o su rendimiento. Sabedores de tales inquietudes de los deportistas por buscar estos efectos, las industrias millonarias sacan al mercado cada vez más productos declarando afirmaciones tales como que prolongan la resistencia, aceleran la recuperación, reducen la grasa corporal, disminuyen los riesgos de enfermedad, logran objetivos deportivos, etc…

Debido a la gran cantidad de productos en el mercado, resulta de gran dificultad para los científicos llevar a cabo estudios de cada uno de ellos, para asegurarse que los beneficios que declaran sus etiquetas son certeros, con lo consiguiente, gran parte de los productos utilizados por deportistas no han sido probados.

¿Cómo es la legislación de los suplementos deportivos?

Podríamos resumirlo en un rotundo: Simplemente no se regula, o no se regula en la medida de lo que se debería.

En la mayoría de países, la legislación sobre los suplementos o alimentos para deportistas es mínima o no se cumple, permitiendo la comercialización de productos los cuales no se conoce si los efectos atribuidos a ellos son reales.

La regulación de la producción de suplementos dietarios varia según países. Siendo Australia uno de los países con una regulación más completa, los suplementos dietarios deben pasar por la jurisdicción de la Therapeutic Goods Administration (Administración de Productos Terapéuticos).

Aunque muchos productos se presenten de manera que parece ser que sus declaraciones poseen rigor científico, en la mayoría de los casos reciben pocos controles y su investigación es muy escasa a menos que surjan problemas graves relacionados con su consumo.

En otros países, los suplementos entran en la misma categoría de regulación que los productos alimentarios, como es el caso de los Estados Unidos, donde los suplementos deben entrar en la jurisdicción de la Food and Drugs Administration, (Administración de Alimentos y Medicamentos o FDA), y del Acta de salud y educación DE suplementos dietarios DE 1994. Esta ley provocó una reducción en la regulación de los suplementos dietarios ampliando esta categoría para incluir nuevos productos como los de herboristeria o botánicos. Desde entonces, los productos y fabricantes pueden crecer libremente, a menos que se de una intervención especifica de la FDA. Por lo tanto, este poco control en la regulación de suplementos pueden ocasionar la presencia de sustancias no declaradas, causando un resultado positivo en controles de doping.

¿Entonoces… suplementos sí o no?

Depende que suplemento se trate, quién te lo aconseja y para que lo quieres tomar. Si estás pensando en el consumo de algún tipo de suplementos, debes de saber que hay muchos de ellos que no te van a servir para nada, piénsalo dos o tres veces antes de invertir tu dinero en un producto que no consta de rigor científico alguno.

En la mayoría de los casos, una correcta  alimentación, un entrenamiento adecuado y un buen descanso, son las claves para lograr el cambio que deseas en tu práctica deportiva.