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Cáncer con metástasis cerebral: ¿Peor el remedio que la enfermedad?

8 junio, 2015 20:25

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La palabra cáncer es una de las que mayor carga negativa tienen en nuestra sociedad, siempre que a uno le duele algo o o se encuentra mal (bueno a los que son un poco hipocondríacos) lo peor que uno piensa que le puede pasar es tener cáncer. Y es que es una enfermedad devastadora y en muchos casos mortal. Hoy vamos a hablar sobre un caso concreto, los pacientes con cáncer originado en otras partes del cuerpo (pechos, pulmones, etc…) pero que se ha extendido al cerebro (metástasis).

En estos pacientes el tratamiento habitual suele ser radiocirugía (radiación estereotáctica), una radiación altamente focalizada con una herramienta llamada “Gamma Knife” (un bisturí de rayos Gamma). En muchas ocasiones esta se administra seguida de una radioterapia menos intensa del cerebro en general con todos los efectos secundarios que ello implica: pérdida de peso, fatiga, boca seca, problemas para pensar, etc… Podéis consultar más sobre este método en esta página (radiologyinfo.org) dedicada a explicar estos procedimientos.

El estudio:

El estudio al que nos referimos hoy fue uno de los tres presentados a debate en la American Society of Clinical Oncology Conference en Chicago en 2014. El estudio fue llevado a cabo por el doctor Paul Brown junto con Anna Likhacheva (entre otros muchos) en la universidad de Texas (University of Texas MD Anderson Cancer in Houston). Este estudio siguió los casos de 213 pacientes con entre 1 y 3 tumores cerebrales (metástasis cerebral, no tumor de origen cerebral) para evaluar si los peligros de la radiación cerebral generalizada (la segunda fase del tratamiento que hemos mencionado antes) versus sus beneficios justificaban la utilización del mismo como método añadido a la terapia de radiocirugía, o si esta por si sola ya suponía el mejor tratamiento posible.

En concreto a la mitad de los sujetos se les realizó la radiocirugía y a la otra mitad radiocirugía más radiación general del cerebro. (Hubo algunos sujetos que se negaron a ser seleccionados al azar para uno u otro tratamiento, en el enlace del artículo se explica la selección).

Los resultados:

Tres meses más tarde el 92 por ciento de los pacientes que habían recibido ambos tratamientos presentaban deterioro cognitivo, mientras que para el grupo que solo había recibido la radiocirugía el porcentaje era más bajo, situado en un 64%. Concretamente se vieron afectadas áreas como la memoria, el discurso y la capacidad de pensamiento.

Además la radioterapia generalizada NO mejoró las tasas de supervivencia (evaluadas según el método Kaplan-Meier) de los pacientes que la habían recibido.

Es decir se presentaba un efecto negativo añadido sin un beneficio añadido (en la supervivencia por ejemplo) que lo justificara.

Conclusiones:

Según el doctor Brown, los efectos negativos (teniendo en cuenta la relación costes beneficios) superan cualquier posible efecto positivo de la radiación generalizada. En cualquier caso hacen falta más estudios que evalúen este tipo de efectos y relaciones beneficios-costes para este tipo de tratamientos. Pero para él esta es una clara indicación de que se deberían revisar los criterios para asignar este tipo de tratamientos de forma generalizada.

Este estudio puede impulsar el desarrollo de métodos alternativos o que minimicen ese tipo de deterioro cognitivo consecuente. Además puede hacer que muchos de los médicos (y de los pacientes) se lo piensen más antes de administrar (o recibir) este tipo de tratamientos. Pero claro, para ello harán falta más estudios al respecto.

Fuente: Fox News, ASCO University, Radiologyinfo.

Imagen: Wikipedia,