La central nuclear de Fukushima es uno de los lugares más peligrosos sobre la faz de la Tierra; el mejor momento para mandar un robot a que haga el trabajo sucio.

Seguramente no hace falta que te lo recuerde: corría el año 2011 cuando un gran terremoto afectó a Japón, no sólo por el tsunami producido que se llevó las vidas de decenas de miles de personas y grandes daños materiales. Entre ellos estaban las explosiones e incendios sufridos por la central nuclear de Fukushima y la fusión del núcleo en tres reactores.

Desde entonces Japón sigue intentando recuperarse de estos eventos, y aunque los efectos del tsunami están desapareciendo, no pasa lo mismo con la central. Parte del motivo es que en estos momentos sigue siendo demasiado peligroso para que seres humanos exploren los reactores por la enorme cantidad de radiación presente.

Explorando la central nuclear de Fukushima

robot fukushima 2

Siendo Japón, no es de extrañar que la solución que encontraron fue la de mandar un robot capaz de transformarse. Bromas aparte, el robot diseñado por Hitachi-GE Nuclear Energy era la esperanza para explorar el interior de la central nuclear de Fukushima y conocer mejor la situación para tomar las próximas decisiones.

Lamentablemente, y a pesar de poder cambiar de forma de manera limitada, el robot sufrió un fallo a las tres horas de operación y no pudo salvarse. Pero al menos durante ese tiempo pudo pasar información gracias a la variedad de sensores integrados como termómetros, escáneres láser y medidores de radiación.

Y por supuesto, una cámara, gracias a la que podemos ver este vídeo que realmente da miedo, con restos por todo el suelo y con una neblina que no parece sana; se calcula que una persona en ese entorno moriría en minutos.