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Factores de la vida diaria que aumentan tu vulnerabilidad a padecer un trastorno mental

20 febrero, 2015 20:34

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Muchos de los trastornos mentales tienen factores de riesgo comunes. Estos factores de riesgo son variables (genéticas, patrones de conducta, hábitos, entorno) que te hacen más vulnerable a padecer ese tipo de enfermedad mental. A pesar de que cada trastorno posee las suyas propias, es cierto que hay varias comunes o prácticamente presentes en muchos, que hoy podemos decir son comunes a un riesgo general. Muchos de estos hábitos pueden parecer inocuos de primeras y seguro que muchos de ellos los hacéis algunos, la idea es que es el cumplir varios de forma simultánea que aumenta sustancialmente el riesgo. Como hablamos en términos generales tampoco debemos dejar de lado que estos factores interaccionan con los otros (variables de personalidad, factores genéticos, etc…), factores que los pueden contrarrestar o que pueden incluso ser factores protectores, luego no hablamos de una relación directa. Por ello los llamamos factores de riesgo o vulnerabilidad y no causales.

Hoy hablamos de factores que podáis controlar o modificar, por supuesto hay factores de riesgo muy importantes como son abusos en la infancia, problemas en el parto, etc… Pero ellos no son factores que podamos controlar y por ello no son el propósito de este artículo.

 Factores a observar

    Shrink-O-Matic

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  1. Fumar y beber alcohol en exceso: Ambos son factores de riesgo para casi de todo, pues para problemas mentales también. En el caso del tabaco la relación no está muy clara pero se ve co-ocurrencia.
  2. Aislamiento social: Tener amigos o contacto social es considerado un factor protector frente a las enfermedades mentales, y es considerado un factor de riesgo cuando no está presente. Es muy importante poder relacionarnos, hacer actividades con otros, poder contemplar otros puntos de vista, poder compartir nuestras vivencias interiores, poder contar con apoyo en momentos difíciles y con ese cariño y ese amor. Cuando uno se aísla pierde de vista la realidad, su punto de vista se vuelve el único punto de vista, cuando está desbordado no tiene a quien acudir, cuando no sabe hacer algo no hay a quién preguntar. Si hay pensamientos extraños estos se pueden acentuar por el aislamiento.
  3. Negar las emociones: Negar una emoción, reprimirla o ignorarla no es sano. Las emociones son parte de quienes somos y tienen una función: Enseñarnos a aprender de las experiencias, guiarnos en la vida, comunicarles a los otros nuestros estados, desahogarnos. Si las ignoramos ello creará un malestar, en lugar de solucionar el problema lo tapamos, y eso será una gota (o muchas más) en el vaso de los problemas psicológicos.
  4. No tener dinero o trabajo: Ya sé que decir esto en estos tiempos es un riesgo, pero, en la medida de lo posible, cuanta más predicción de futuro tengamos, más asegurada estará nuestra salud mental. Hay que prevenir, planear como vamos a subsistir y en la medida de lo posible evitar los problemas financieros. No hipotecarse si se puede evitar, ahorrar un poco cada mes, buscar un trabajo estable. Puede parecer una tontería pero si todo lo demás va mal esto puede marcar una gran diferencia. Hay gente que no anticipa, vive en el presente y en el presente hay de todo pero eso un día lo podemos perder. Tener un trabajo muy estresante vuelve a aumentar el riesgo así que debemos elegir bien y compensar entre el tiempo de trabajo y de ocio.
  5. Vida sedentaria: No hacer nada de ejercicio es perjudicial por muchos motivos, pero también por motivos psicológicos. Las endorfinas, serotonina, etc… que segregamos mientras ejercitamos contribuyen al correcto funcionamiento mental. Además de perder los beneficios al no hacer ejercicio, añadimos perjuicios: malestar físico, descontento con el cuerpo, pérdida de habilidades, aumento de peso, todos ellos con sus componentes psicológicos.
  6. Mala alimentación: La mente (el cerebro) se alimenta de lo que comemos, una mala nutrición puede producir síntomas psicológicos, similares a la depresión o alteraciones extrañas (véase por ejemplo la demencia asociada a déficit en vitaminas del grupo B: La encefalopatía de Wernicke y el síndrome de Korsakoff ).
  7. Sucesos vitales estresantes: Se consideran sucesos como el divorcio, la muerte de un familiar cercano, problemas financieros, etc… Estos sucesos se entiende son factores que van llenando el “cupo” de afrontamiento de la persona, cuantos más sucesos estresantes hay en la vida mayor es el riesgo de problemas psicológicos.
  8. Rodearnos o relacionarnos con personas tóxicas y nocivas: Pues sí, las personas tóxicas van a jugar con nosotros, minar nuestra autoestima, ponernos en situaciones de riesgo, jugar con nuestras emociones y sentimientos, y todo ello hará mella en nuestro bienestar psicológico.
  9. Exposición a toxinas, lesiones: Más o menos elegimos donde vivimos, elige un lugar con baja exposición a  toxinas (también en el trabajo). Además ciertas lesiones (como traumatismos cerebrales) pueden causar trastornos mentales, piénsatelo la próxima vez que te subas a una moto sin casco, esa es también tu decisión.

Factores de personalidad

Estos factores son protectores al estar presentes y de riesgo si no están o aparece su opuesto.

  1. Autoestima: Muy importante: quererte, aceptarte, amarte. Tu eres tu mejor aliado, quien te va a ayudar cuando estés mal. Estamos obligados a estar con nosotros mismos de por vida, imagínate las consecuencias de vivir en un cuerpo o personalidad que no deseas. Trabaja duro para aumentar tu autoestima.
  2. Autocontrol: La falta de control o impulsividad son un gran factor de riesgo para todo tipo de problemas. El poder pararnos a pensar, controlar nuestros impulsos, saber oír a la razón cuando el deseo nos empuja, son cosas que pueden protegernos de problemas psicológicos.
  3. Buenas habilidades sociales: Evitarán que te aíseles, que los demás no te entiendan o que haya malentendidos y discusiones. De nuevo te esta habilidad te protege de muchas situaciones. Podéis ver más información sobre cómo entrenarlas en el siguiente enlace.
  4. Estabilidad emocional: Considerada como un estado emocional que no fluctúa constantemente incluso sin estímulos relevantes (lo que vendría a ser un neuroticismo o inestabilidad emocional). Esta habilidad es difícil de trabajar directamente pero se ve fortalecida al trabajar el resto.
  5. Resiliencia: De nuevo algo difícil de trabajar de forma directa pero una gran habilidad, que si bien se ve influida por factores que no podemos controlar, también tiene aspectos que si podemos controlar, trabajando valores y habilidades personales.

La vida sería muy aburrida si tuviéramos que evitar todos todos los factores de riesgo, la solución si no quieres dejarlos es que potencies mucho tus factores de personalidad protectores.

Fuente: Mayo Clinic, WHO, CAMH, Unite for sight.

Imagen: Wikipedia.