Parece que Richard Branson por fin ha encontrado un desafío que no puede vencer con dinero. El conocido fundador de la multinacional Virgin se ha metido en todo tipo de proyectos a lo largo de su vida, desde aerolíneas hasta discográficas; en los últimos años está intentando ir mas allá, como por ejemplo con una aerolínea que nos pueda llevar al espacio, siempre y cuando seamos de “alto standing”, por supuesto.

Otro de los proyectos, tal vez menos conocido pero igual de interesante, era la exploración del fondo marino. Virgin Oceanic dirigiría su objetivo a las fallas marinas conocidas mas profundas, con cinco inmersiones previstas durante dos años. Y hablo en pasado porque ya queda claro que no verá la luz del día, al menos en el futuro cercano. Virgin se encuentra en una situación complicada en estos momentos, después del fallo crítico de la SpaceShipTwo que acabó con la muerte de uno de los pilotos de pruebas.

Es un accidente que nos ha recordado a todos que estos vehículos son prototipos experimentales con tendencia a tener problemas, como todos; también podemos decir lo mismo del DeepFlight Challenger, el llamativo submarino con el que la empresa pretendía “volar” por las profundidades marinas. Las pruebas iniciales dieron resultados preocupantes, y sus creadores se desentendieron del proyecto cuando a pesar de todo Virgin siguió promocionando billetes de 500.000 dólares.

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Virgin asegura que su división Oceanic no cierra, sino que están buscando nuevas tecnologías para conseguir lo mismo; un nuevo desastre sería el fin de las aspiraciones exploratorias de Branson.

Fuente | The Telegraph