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¿Por qué deberías dejar de fumar?

24 noviembre, 2014 16:53

Anteriormente en este blog hemos hablado sobre los efectos perjudiciales del tabaco. Ya dijimos en su momento que el 50% de los fumadores mueren a causa de su adicción, una cifra demoledora. Además, recientemente adjuntamos un vídeo muy impactante que comparaba un pulmón fumador con un pulmón no-fumador. Asimismo, en otro artículo reciente explicamos que el tabaco podría ser el mayor factor de riesgo para sufrir Alzheimer.

Ahora, con esta entrada pretendo destacar las diversas enfermedades que se han demostrado científicamente que están relacionadas con el consumo de tabaco, así como el impacto que tiene éste en el fumador pasivo; es decir, los no fumadores que están expuestos al aire contaminado por el humo del tabaco.

Quiero recalcar este último tema puesto que se ha demostrado que los fumadores pasivos también pueden padecer las enfermedades que sufren los fumadores activos como ahora veremos.

El tabaco, un producto letal

Para nada exagero cuando digo que el tabaco es un producto letal, ya que además de su asociación con el cáncer, produce otras dolencias crónicas que pueden lastrar al paciente durante el resto de su vida.

Más de 70.000 estudios han puesto de manifiesto que el consumo de tabaco produce enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC). Hay que destacar su fuerte relación con el EPOC, pues esta patología es diez veces mayor en fumadores que en no fumadores, y con el cáncer de pulmón, ya que fumar es el factor de riesgo más importante que se conoce.

El cáncer pulmonar, por desgracia, es el tipo de cáncer más mortífero tanto para hombres como para mujeres. De todos los cánceres, el cáncer de pulmón es el que más muertes provoca cada año con diferencia (más que el cáncer de mama, de colon y de próstata combinados). El consumo de cigarrillo es la principal causa de este tipo de cáncer. Cuantos más cigarrillos fumes y cuanto más temprano hayas comenzado a fumar, mayor será el riesgo de padecer cáncer pulmonar.

En cuanto al gasto sanitario que supone el tabaco, las cifras son alarmantes. De los 100.000 millones de euros anuales que va destinado al Sistema Nacional de Salud de España, el 15% se destina al diagnóstico y al tratamiento de las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, un porcentaje muy valioso que podríamos ahorrar si la población realmente se concienciara del peligro del tabaco.

El fumador pasivo también está en peligro

Antes se creía que los fumadores pasivos únicamente se les irritaban los ojos por el humo del tabaco; sin embargo, hoy ya se sabe que presentan alteraciones respiratorias, cardiacas, otorrinolaringológicas e incluso cáncer de pulmón. De hecho, el tabaquismo pasivo mata decenas de miles de adultos no fumadores en la UE cada año.

En este aspecto hay que tener especial cuidado con los niños, pues son los más vulnerables, y con las mujeres embarazadas. Aún me cuesta entender que, sabiendo todos los perjuicios del tabaco, una mujer decida fumar cuando está embarazada, una acción que atenta contra la salud del feto, de su hijo.

Cuando una mujer embarazada fuma, el feto debe ser considerado fumador pasivo, ya que componentes como la nicotina y el monóxido de carbono atraviesan la barrera placentaria provocando las siguientes alteraciones: mayor riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, partos prematuros, abortos espontáneos, alteraciones placentarias, etc.; incluso después del parto, la nicotina pasa al bebé a través de la leche.

Conclusiones

Desde ya, queremos lanzar un mensaje muy claro: si eres fumador, déjalo lo antes posible. Cada día cuenta, la interrupción del hábito de fumar conduce a una gran disminución del riesgo de mortalidad. Si piensas que llevas mucho tiempo y que no merece la pena dejar de fumar porque el daño ya está hecho, te equivocas completamente, pues tras dejar este hábito los pulmones se van reparando día a día, aunque no recuperarán toda su vitalidad.

Por otro lado, si no quieres dejarlo, no fumes nunca en presencia de otras personas. Acabamos de ver que los fumadores pasivos también están expuestos a los peligros del humo del tabaco, por lo que por respeto a su salud no lo hagas cuando tienes gente a tu alrededor.

Por tu salud y por la salud de los demás, despide al tabaco de tu vida.