Procedente del profundo Zaire, el virus del Ébola no parecía suponer una preocupación primordial para los países del primer mundo, pero hasta hace poco y debido a su aparición por los países Europeos, se ha empezado a tomar cartas en el asunto a velocidad de vértigo.

El caso de la enfermera en Madrid ha sido el primer caso Europeo en dejar en evidencia los protocolos de los que disponemos para combatir el Ébola, siendo motivo de mofa y crítica por las redes sociales. Sin embargo, hay algo más de lo que deberíamos preocuparnos, y no es otra que la mutación de las cepas circulantes.

Se conoce el genoma del virus del Ébola desde hace 15 años

Para comentar el tema hemos recurrido a la opinión que el inmunólogo colombiano, Manuel Elkin Patarroyo, profesó en su entrevista para la agencia EFE. Patarroyo afirmó que pese a conocerse el virus y su genoma desde hace al menos 15 años, se empezó a movilizar la búsqueda de una cura cuándo se temió por Europa.

Aunque ya se ha utilizado un suero experimental con éxito, aun no se ha fabricado una vacuna estándar con la que tratar esta enfermedad”

“Ahora se le pone atención porque ha salido de África y nos está llegando a nosotros, mientras tanto había gente muriéndose en África por distintos brotes”

Y esto es lo que más nos preocupa, pues silenciosamente, están apareciendo nuevas cepas en África, no solo causando numerosas muertes, sino dando una oportunidad más al virus de evadir la cura que se esté preparando en Europa.

El Zmapp se está agotando

El milagroso cóctel de anticuerpos que ha tratado con éxito a los dos enfermos estadounidenses se está actualmente suministrando a la enfermera española. Sin embargo, las existencias del Zmapp están agotándose, y haciendo números, se estima que hasta el año que viene no se podrá llevar este producto a escala industrial.

Todo apunta a una carrera por comercializar un producto efectivo entre los bloques farmacéuticos, ¿la tendremos a tiempo para la expansión del Ébola? Ya se están produciendo unidades a base de anticuerpos modificados de ratón que reconocen a las proteínas de membrana del Ébola, y que se inyectan en plantas como la del tabaco mediante plásmidos bacterianos, concretamente de Agrobacterium.

Puede que con el tiempo comprendamos hasta que punto tienen las autoridades sanitarias esta enfermedad bajo control, así que por el momento nos tendremos que tranquilizar, conociendo que el Ébola no es ni será una de las enfermedades más graves a las que nos hemos enfrentado.

Fuente | lainformación.com