En la carrera por ser el primero todo el mundo quiere colgarse la medalla, sea como sea. Windows tiene la victoria sobre la primera tablet, pero aquella distaba mucho del iPad y compañía actuales; lo mismo pasa con algunos televisores 4k o con los primeros teléfonos “móviles”. El factor común suele ser jugar al borde de los tecnicismos y no la calidad en la realización. El último ejemplo parece ser el de D-Wave y sus ordenadores “cuánticos”.

El órdago

Al poco tiempo de que la empresa D-Wave se autonombrara como la primera empresa en construir un ordenador cuántico, la cosa tomó tintes bastante polémicos, sobre todo dentro de la comunidad científica, que suelen ser los menos susceptibles a engaños publicitarios. Ajena a esto, D-Wave siguió con su evolución por tan buen camino que hasta Google posee hoy día uno de sus afamados ordenadores “cuánticos”.

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Sin embargo, la comunidad científica sigue dudando que dicho ordenador sea lo que dicen que es y presentaron pruebas, que si bien no concluyentes, dejan más que en entredicho las afirmaciones de D-Wave. Aquí ya os hablamos de la computación cuántica, los principios que sigue y sus puntos fuertes y débiles, por lo que podemos entrar en materia directamente.

A primera vista el dispositivo que presentó D-Wave sí que puede parecer un perfecto ordenador cuántico. Es capaz de realizar una serie de algoritmos muy específicos en un tiempo similar o menor que los superordenadores más potentes del mundo; mientras que en otras tareas queda al nivel de un ordenador cotidiano e incluso por debajo, justo como uno esperaría dada su naturaleza cuántica. Cierto es que no parece un ordenador al uso, pero eso también lo esperábamos.

La duda

El problema viene porque ninguno de los involucrados en el proyecto es un reputado investigador en el área ni ha publicado artículos de repercusión mundial sobre el tema. Esto, sumado a que el resto de investigadores de computación cuántica está aún desarrollando los primeros transistores basados en este nuevo paradigma pone bajo el punto de mira a la compañía canadiense.

Pero aún hay más. Hace cosa de unos meses, un grupo de investigadores consiguió desarrollar un sistema basado en la computación clásica que conseguía igualar el rendimiento del ordenador de D-Wave y exhibía los mismo déficits a la hora de realizar cálculos diferentes. Es decir, consiguiero diseñar un ordenador a la vieja usanza que replicaba el comportamiento del ordenador “cuántico” de D-Wave.

Entonces… ¿es todo un timo? En sentido estricto es casi seguro que sí, pero no podremos saberlo hasta que D-Wave publique y libere el funcionamiento detallada de su computador. Cosa que no hacen “para no dar ventaja a los competidores” como es lógico en estos casos.

Conclusión

En resumen, todo apunta a que D-Wave presume de lo que no puede, pero nadie puede asegurarlo debido al secretismo profesional. Que empresas como Google o NASA hayan gastado muchos millones en ordenadores cuánticos de esta compañía parece indicar que ellos tienen información que nosotros no, y que favorece a D-Wave. Mientras que por otra parte, D-Wave no ha publicado réplica interesante a los argumentos de la comunidad científica. Así que al final cada uno creerá lo que quiera creer.

Como véis no hay una respuesta clara y cuanto más busca uno, más dudas surgen. Personalmente soy bastante escéptico. ¿Vosotros qué pensáis? ¿Timo de D-Wave o envidia de los científicos? En cualquier caso suena todo extraño así que contadnos vuestra opinión y no dudéis en preguntar lo que no haya quedado claro.