Ya os hemos hablado alguna vez sobre “el Intenet de las cosas”, que trata de la incorporación de Internet a los objetos más cotidianos de nuestra casa. Internet en el frigorífico o la televisión para descargar alguna utilidad o simplemente controlarlos remotamente desde cualquier dispositivo con Internet. Un proyecto muy ambicioso que poco a poco se va cumpliendo gracias a avances como el siguiente: una radio minúscula y autosuficiente.

¿Alguien da más?

Ahora, los ingenieros de las Universidades de Stanford y Berkeley han desarrollado una radio del tamaño de una hormiga, de muy bajo coste (apenas unos céntimos) y que puede llegar a ser totalmente autosuficiente energéticamente.

Para esto último, han desarrollado una técnica que permite almacenar energía desde la señal electromagnética, lo que les exime de la necesidad de llevar una batería. Esto significa ahorrar tamaño y aumentar el tiempo de vida del dispositivo.

La clave del desarrollo ha sido el rediseño desde 0 de la radio. Hasta ahora, los avances iban sobre los mismos componentes de la radio, y estos eran el propio límite. Ahora todo se ha escalado desde el principio y a partir de un montón de ideas han creado algo que funciona igual, pero totalmente nuevo.

La nueva antena radio (que es en realidad un diodo emisor-receptor de señales) tiene una décima parte de la longitud de una antena WiFi de tamaño medio.

Pero, ¿de qué va todo esto?

radio-diodo

Bueno, volvamos al principio… ¿pero qué tiene esto que ver con “el Internet de las cosas”? Este nuevo diodo transceptor de bajo consumo está diseñado para ser introducido en la próxima ola de dispositivos inalámbricos. Si tu aire acondicionado puede recibir datos desde tu móvil, podrás apagarlo y encenderlo sin problemas sin necesidad de incrementar apenas su precio ni de buscar el mando entre todos los cojines del sofá. ¿Lo vas entendiendo?.

El Internet de las cosas es, en mi opinión, una de las más grandes ideas que se han tenido en el mundo de la tecnología desde el nacimiento del propio concepto de Internet. Los dispositivos avanzan y nos sorprenden, pero cuando se decide que todo puede conectarse en una misma red, rompemos las barreras de nuestras propias invenciones. Y eso lectores, es lo que más nos gusta.

Fuente | Ars Technica