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Los grandes beneficios de prolongar la Lactancia Materna

22 mayo, 2014 20:19
“Compartir alimento, ternura, miradas, olores, sonrisas, caricias, juegos, contacto piel con piel, amor, sosiego, tranquilidad…”, de Inés.
Como padre de dos estupendos y bellísimos hijos y marido de una enfermera especialista en obstetricia y ginecología, Matrona para entendernos, la lactancia materna ha estado bastante presente en mi vida. Por distintos problemas, principalmente por novatos y especialmente por desconocimiento, nuestro primer hijo no pudo disfrutar de pleno de una lactancia materna. Seguimos unas recomendaciones que hoy en día hemos descubierto como una opción no tan “buena” como nos la contaron. Con nuestro segundo hijo, las cosas han cambiado y, camino de los 20 meses, “todavía” se alimenta con leche materna. Nótese las comillas (“”), ya que es muy recurrente escuchar esa palabra en boca de otras personas cuando se da el pecho mas allá de ser un bebé (de pocos meses o recién nacido).

Aunque lo peor de todo, no es recibir las críticas de tu entorno, sino también del personal sanitario o de profesionales (pediatras, médicos, etc..), que son el referente más directo a quien consultar y se presupone deben estar bien informados. Y no es que lo diga yo, por mis experiencias; o mi mujer, por las suyas. No,  lo dice también un estudio realizado por la Universidad de Swansea de Reino Unido en 2013. Y es algo serio, ya que es la primera causa de destete precoz no deseado. Pero dejando de lado las críticas, centrémonos en los beneficios, algo que todos debemos de conocer para poder “lidiar” con los que se creen libres para valorar tus decisiones, al menos, en sus opiniones.

Leche materna, una leche muy especial

Llegados a este punto, no debe faltarnos la referencia de la OMS (Organización Mundial de la Salud) quien “recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años”.

O, dicho de otra manera, “teta” durante los dos primeros años de vida como mínimo. La leche materna contiene elementos que no se pueden “fabricar” en la leche artificial. Además, la composición básica de proteínas, hidratos de carbono, grasas, etc, varía en función de la madre y el bebé. Esto significa que cuando se amamanta se crean anticuerpos específicos para proteger contra los patógenos adquiridos: Cada vez que la madre entra en contacto con microorganismos perjudiciales y/o por la saliva del bebé que pasan al cuerpo de la madre a través del pezón.

O, en otras palabras, se está indicando al sistema inmunológico de la madre que produzca defensas que, a su vez, pasarán al bebé y a su sistema inmunológico en cada toma. Como nota cómica, os dejo el siguiente vídeo:

Larga lista de componentes interesantes

Alfa-lactoalbúmina, HAMLET, siglas en inglés de Alfa-lactoalbúmina Humana Transformada en Letal para las Células Tumorales. Y es que esta proteína, la principal en la leche materna que representa entre el 10 y el 20% de proteína total, es capaz de provocar el “suicidio celular” en más de cuarenta tipos de cáncer.

Células madre. Estudios sugieren que estas células permanecen en el cuerpo mucho tiempo después del destete.

Linfocitos. Matan a las células infectadas o movilizan otros componentes del sistema inmunológico.

Linfocitos T o células T. Se encargan de coordinar la respuesta inmune celular.

Macrófagos y Neutrófilos. Encargadas de rodear y destruir las bacterias nocivas. Se encuentran entre los leucocitos (glóbulos blancos) mas comunes en la leche materna.

Inmunoglobulinas: IgA, IgG, IgM e IgD. La mas interesante es la IgA, ya que su función es la de impedir la entrada de bacterias patógenas y enterovirus recubriendo las mucosas del aparato digestivo del bebé. También brinda protección contra E.coli, salmonela, estafilococo, neumococo, el poliovirus, rotavirus entre otras.

Lisozima. Mejora la capacidad de IgA contra los ataques de E.coli.

Lactoferrina. Es una proteína que se une al hierro para prevenir de bacterias nocivas y mata a otras bacterias como E.coli.

Mucina. Se acopla a bacterias y virus que entran en el cuerpo del bebé para, posteriormente, ser destruidas por el sistema inmune.

Citocinas. Son moléculas que regulan o actúan mediando interacciones complejas entre distintos tipos de células. Sus funciones son diferenciación, maduración y comunicación de células de sistema inmunitario.

Oligosacáridos. Hacen que se produzca una mayor cantidad de probióticos que defiendan contra patógenos que causan la otitis media, infecciones del tracto respiratorio, infecciones del tracto urinario y la diarrea.

Lípidos o grasas. Sirve para dañar cierto tipo de virus haciéndolos incapaces de replicarse y causar infección en el bebé.

Ácido Linoleico. Propiedades anti-cancerigenas; reduce el riesgo de enfermedades cardiovascular y ayuda a combatir la inflamación.

Interleucina 7 (IL 7). Una variante de citocina y juega un papel importante en el crecimiento de las células T y B (célula productora de anticuerpos). Y la lista prosigue extensamente. Todo esto es de manera inmediata, es decir, durante los seis primeros meses de vida del bebé. Los beneficios aumentan conforme aumentan los meses de lactancia materna.

Beneficios de la Lactancia Materna Prolongada

Con la Lactancia Materna Prolongada se obtienen mejores resultados en:

Morbilidad infantil por diarrea, infecciones respiratorias agudas, otitis media e infecciones del oído y otras enfermedades infecciosas. .-Mortalidad infantil por diarrea, infección respiratoria aguda, y por todas las causas.

Desarrollo infantil.

Enfermedades crónicas, en especial, obesidad, diabetes y cáncer.

Efectos en la salud materna, es especial, cáncer de mama y cáncer de ovario.

Beneficios económicos. La OMS (Organización Mundial de la Salud), realizó una revisión recogiendo las evidencias sobre los beneficios de la lactancia materna prolongada en distintas áreas:

  • Menor presión arterial.
  • Menor colesterol total.
  • Menor incidencia de obesidad.
  • Menor probabilidad de sufrir diabetes tipo 2.
  • Mayor rendimiento en pruebas de inteligencia.
  • Desarrollo psicomotor y desarrollo cognitivo.

En los dos últimos puntos, diferentes estudios han demostrado que la lactancia materna prolongada favorece la maduración de áreas relacionadas con la inteligencia, facilita una mejor comprensión del lenguaje y visión espacial y aumenta los sentimientos de confianza y bienestar maternos. Es más, los niños alimentados con leche materna durante más tiempo tienen mayor facilidad para las funciones ejecutivas, planificación, inteligencia social y emocional y con el lenguaje e incremento de las relaciones sociales.

Favorecer el contacto íntimo entre madre e hijo, produce una elevación de los niveles de oxitocina en el cerebro del bebé. Esto implica una serie de cambios neuroanatómicos que perduran en tiempo y ejercen una actitud positiva para sus descendientes.

Las secuelas de la separación materno-filial temprana son duraderas”, cuenta la Dra. Ibone Olza, Psiquiatra Infantil del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madajahonda, Madrid.

¿Creéis que esto es todo? Pues no, todavía queda algo más.. Prolongar la lactancia materna aumenta los sentimientos de confianza y bienestar maternos.

“La lactancia tiene un importante poder ansiolítico y tanto la oxitocina como la vasopresina cumplen un papel central en la regulación de las conductas sociales, incluidas la conducta sexual, el apego materno infantil y la memoria social”, afirma la Dra. Olza.

Y es que, para la madre, también hay beneficios. La hormona prolactina, además de estar presente en la producción de la leche materna, tiene un efecto ansiolítico y regula el eje hipotálamo-pituitario-adrenal. Además, existen estudios que demuestran que la lactancia materna prolongada reduce la probabilidad de sufrir cáncer de mama, un menor riesgo de padecer cáncer de ovario y protege contra la osteoporosis.

Expertos para actualizar información sobre lactancia materna

Más de 700 pediatras de Atención Primaria se reunieron en Madrid en el marco del 11º Curso de Actualización en Pediatría, organizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

“Se trata de una relación cálida e íntima que se establece entre el bebé y su madre y cumple la función biológica de promover la protección, la supervivencia y, en última instancia, la replicación”, Dra. Ibone Olza.

Los bebés alimentados con leche artificial deben recibir la estimulación e interacción que proporciona la lactancia para un buen desarrollo, según las sugerencias de los pediatras. “Los masajes, porteo, cosquillas y caricias sirven para potenciar en el bebé la liberación de las mismas sustancias beneficiosas que produce la lactancia materna”, aseguran. Según indican los profesionales, en resumidas cuentas, es que si no vas a dar “teta” a tu hijo o hija, al menos, haz todo lo posible para que se parezca, ya que no es solo las bondades de la leche sino, el vínculo afectivo que se creó, se crea y se sigue creando.

“La lactancia es el cordón umbilical que nos mantiene unidos; es el amor y la sangre que corre por nuestro ser”, de Ailin Salguero.

Toda esta palabrería técnica, estudios, investigaciones… sirven para poner en la mesa las realidades de la leche materna y de una vez por todas tirar a la basura las falsas creencias, miedos y excusas que a diario reciben las madres que consideran la lactancia materna de vital importancia. Y no solo eso, también un golpe en la mesa para que profesionales anquilosados en su sabiduría se den cuenta de sus limitaciones si no siguen una linea de actualización. Para terminar, recomiendo este muy gracioso, en la linea del anterior.

Fuentes consultadas | eldiadigital.esllli.org, maternidadcontinuum.com, liebertpub.com y OMS.